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Daisy Edgar-Jones: la insólita historia de la «chica normal» que se acostó anónima y se levantó famosa

Daisy Edgar-Jones compartía piso en Londres cuando se hizo famosa de la noche a la mañana con la serie ‘Normal People’. Su estrella no deja de crecer: ahora debuta como protagonista absoluta en el cine con ‘La chica salvaje’, un proyecto producido por Reese Witherspoon.

Daisy Edgar-Jones, con 'total look' de PRADA.
Daisy Edgar-Jones, con 'total look' de PRADA.Anya Holdstock

Se dice a menudo que alguien se ha hecho famoso “de la noche a la mañana”, pero pocas veces eso tiene un sentido literal. A Daisy Edgar-Jones le ocurrió así. Un domingo de abril de 2020, en la tercera o cuarta semana de confinamiento y con todo el mundo aún en shock, a las seis de la mañana, la BBC colgó en su servidor digital los 12 episodios de Normal People. Su protagonista, que hacía el papel de la dañada Marianne, la vio entera con sus compañeros de piso en Londres donde pasó la cuarentena. No hubo estreno, ni alfombra roja. Sus amigos le hicieron un cartel casero para celebrar la ocasión. La actriz se fue a dormir y, al despertar y ver su móvil lleno de mensajes, entendió que estaba en el camino de convertirse en un meme, un flequillo que la gente lleva a las peluquerías, una persona alrededor de la cual se financian películas de alto presupuesto y “un nombre completo”, como señala ella misma. “De repente, ya no eres Daisy, eres Daisy Edgar-Jones”.

Daisy Edgar-Jones con vestido de KHAITE, medias de WOLFORD y sujetador de ERES.
Daisy Edgar-Jones con vestido de KHAITE, medias de WOLFORD y sujetador de ERES.Anya Holdstock

“Nos decían que la serie era un éxito increíble, pero yo seguía encerrada en mi dormitorio. Leía algunos artículos y miraba los memes, pero todo era un poco demasiado para procesar, así que me protegía a mí misma. Si quería, podía desconectar. Y eso me hizo pensar en lo inverosímil que era todo lo que me estaba pasando. Hicimos esa serie con tanto amor… Fue la experiencia más maravillosa”, cuenta. Aunque apenas han podido verse, sigue siendo amiga de sus compañeros de rodaje, incluido su coprotagonista, Paul Mescal. A él ya lo habían escogido para hacer de Connell cuando ella, que tenía 21 años y había hecho papeles pequeños en un par de series, hizo lo que se llama una ‘prueba de química’, en la que se testa hasta qué punto dos personajes son creíbles como amantes (o al menos hasta qué punto pueden compartir plano). Lo que debieron ver los directores fue una avanzadilla de esas escenas íntimas que The Guardian definió como “sensiblemente cachondas” y que dieron lugar a tantas conversaciones. De ellas, la actriz solo dice que los espectadores “detectaron el amor y la crudeza de esa relación. El primer amor es una experiencia universal que puede ser excitante pero también dolorosa”.

La actriz lleva vestido de LOEWE y zapatos de KALDA.
La actriz lleva vestido de LOEWE y zapatos de KALDA.Anya Holdstock
Daisy Edgar-Jones luce un mono de STELLA MCCARTNEY.
Daisy Edgar-Jones luce un mono de STELLA MCCARTNEY.Anya Holdstock

Tras Normal People, la actriz, que se crio en los suburbios acomodados del norte de Londres —su padre, escocés, es ejecutivo de televisión y fue quien introdujo Gran Hermano en Gran Bretaña, y su madre, norirlandesa, es montadora de cine—, recibió muchos otros guiones que eran historias de amor y algún otro que le pedía volver a hacer de estudiante irlandesa tímida, pero se decidió por lo más diferente que pudo encontrar. Escogió Fresh, un thriller retorcido bañado en humor negro que le permitió mostrar su sentido de la comedia. Rodó la serie Por mandato del cielo, un drama oscuro en el que hace de chica mormona y en el que merecería compartir el crédito principal con Andrew Garfield. Y se hizo, por último, con uno de esos papeles que tienen inquietas a las actrices mejor pagadas y a sus agentes en liza, el de Kya en La chica salvaje.

La actriz posa con un ‘total look’ de MIU MIU.
La actriz posa con un ‘total look’ de MIU MIU.Anya Holdstock
Daisy Edgar-Jones, con dos vestidos superpuestos de FENDI.
Daisy Edgar-Jones, con dos vestidos superpuestos de FENDI.Anya Holdstock

La película, que se estrena el 30 de septiembre, adapta el best seller de Delia Owens del mismo título: la historia de una niña pobre que se cría sola en las marismas de Carolina del Norte en los años cincuenta y sesenta (lo que da para una serie de looks francamente aspiracionales en la película), en comunión con la naturaleza, y a la que acusan de asesinato. Produce el filme Reese Witherspoon, que ya se dio a sí misma la adaptación de Salvaje, de Cheryl Strayed, y que se ha especializado en llevar al cine historias de mujeres resilientes. Para Edgar-Jones, esta es la primera vez que carga con el peso de toda una película —“en el call sheet”, se suele decir, el primer nombre que aparece en el papel en el que se convoca a todo el equipo en el rodaje, el puesto más alto en la jerarquía— y, lo que es más importante para ella: que va a ser capaz de verse en un cine. “Me encanta la idea de que puedo salir de casa, entrar en un cine, comprar palomitas y ver una cosa en la que trabajé con gente increíble. Ahora lo que pase con la película ya no está solo en mis manos, pero cuando rodaba a veces sí que pensaba: ‘Oh, Dios, nunca he estado en algo con tanta envergadura. ¡Tantas cámaras!, ¡tantas grúas!”.

Daisy Edgar-Jones, con vestido de HALPERN STUDIO.
Daisy Edgar-Jones, con vestido de HALPERN STUDIO.Anya Holdstock
La actriz viste jersey de MAX MARA, medias de WOLFORD y bragas de ERES.
La actriz viste jersey de MAX MARA, medias de WOLFORD y bragas de ERES.Anya Holdstock

De momento, las críticas coinciden en destacar el trabajo de la británica, que ha logrado hacer un acento sureño creíble. “Me encanta esa parte del trabajo. Practiqué con un coach durante meses porque el acento estaba muy definido y dice mucho de Kya. Ella es valiente y dura, pero también amable y suave. Era importante que saliera bien”. Tras dos años frenéticos con rodajes por el mundo, en 2022 ha podido volver a pasar unos meses en casa de sus padres y quedar con amigos. ¿Se ha visto durmiendo en su habitación de adolescente, con sus pósteres de los 15 años? “Bueno, ya no tiene el mismo aspecto y yo no era muy de pósteres. De haberlos tenido, seguro que serían el típico de Romeo+Juliet de Baz Luhrmann y algo de Coldplay”. También ha tenido tiempo para comprarse su primera casa en Londres. No es probable que vuelva a compartir piso, como cuando la llamaban Daisy a secas.

Estilismo: Sophie Van Der Welle

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