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Clara Lago: “Hay que revisar la ley de la eutanasia; lo que ha hecho Ángel por Mª José es un acto de amor”

Solidaria, feminista y comprometida con el medioambiente, la actriz habla por primera vez de su comentario en Instagram sobre la eutanasia, y también de los políticos, los micromachismos, su estricta dieta vegana y el amor como energía creadora.

Clara Lago
Getty Images (Getty Images)

La actriz Clara Lago se posicionó a favor de la eutanasia el pasado viernes desde su cuenta de Instagram (con 675.000 seguidores), donde compartió una entrada de Luis Canut, el mediático empresario y marido de la nutricionista Patricia Pérez, sobre el dramático caso de Ángel Hernández, detenido por ayudar a morir a su mujer, María José Carrasco. El texto incluía varios hashtags como #queledenporculoalarticulo143.

Hablamos con Clara Lago este fin de semana durante la media maratón de Madrid para que nos diera su visión más personal sobre este tema, el derecho a una muerte digna, y otros asuntos de concienciación social relacionados con el feminismo, el medioambiente y el amor como energía creadora, un espíritu activista que comparte con su pareja, el actor Dani Rovira en su Fundación Ochotumbao.

El pasado viernes suscribiste las palabras de Luis Canut en Instagram: “(…) el ayudar a morir a alguien que quieres porque no puede más, está penado con cárcel. Desde aquí y sin ser nadie, quiero decirte Ángel que para mí eres un modelo a seguir”. ¿Crees que se debería regular la eutanasia en España?

Hablar de la eutanasia es un tema muy delicado y no me atrevo a decirte lo que se debería hacer, pero sí creo que hay que revisar esta ley. En este caso concreto compartí lo que dijo Luis [Canut] porque es indiscutible que lo que ha hecho Ángel por su mujer es un acto de amor. Si lo que estamos haciendo es juzgar a este señor por un acto de amor supremo es que claramente hay algo que no estamos haciendo bien. Que, en vez de sentir el amparo en un momento tan duro, que las leyes le arropen, ocurra lo contrario, que se le juzgue y le lleven preso no tiene ningún sentido. Si en teoría vivimos en una sociedad democrática y libre, o eso se supone que somos, liberales, que tú no tengas derecho, que no tengas la libertad de decidir sobre tu propia vida me parece ya bastante loco de por sí. Y, en casos como éste, donde hay una larga enfermedad, donde la persona carece de cierta calidad de vida, más aún.

¿Qué piensas cuando, en plena campaña electoral, el presidente del PP, Pablo Casado, dice que la eutanasia es un problema que en España no existe?

No lo sabía. Pero decir que la eutanasia no existe me parece un argumento un poco pobre, la verdad. Especialmente con este caso en concreto y con el revuelo que ha provocado, un movimiento social que demuestra que es algo que a la gente sí que le toca, ya sea porque tienes a alguien cercano que lo sufre o, simplemente, porque tienes esa capacidad de empatía para con aquellas personas que lo sufren. También hay que pensar que son casos puntuales, que cada uno es un mundo y que tiene que haber unas leyes generales, pero aquí hay algo que no funciona bien y hay que mirar qué es.

Otro tema del que no te importa hablar, al contrario que otras compañeras tuyas de profesión, es sobre feminismo. ¿Te consideras una mujer feminista, crees que posicionarse sobre este tema ayudaría a conseguir una sociedad más igualitaria?

Me considero una mujer feminista, pero creo que también soy machista, que todos lo somos un poco. Todos hemos mamado, hombres y mujeres, el machismo, incluso he tenido y, probablemente, siga teniendo comportamientos machistas, porque al final los micromachismos los tenemos metidos en la sociedad. Pero sí me considero a nivel ideológico feminista y pretendo con mis actos tomar esa conciencia de advertirme cuándo he cometido un micromachismo, hacía mí misma, hacía otra mujer o incluso hacía un hombre, porque es también cómo te posicionas tú lo que provoca esas diferencias. Creo que no hay otra manera de conseguir la igualdad que a través de la conciencia. Evidentemente, también con leyes: los políticos deberían apoyar el movimiento feminista.

¿Por qué crees que hay un repunte de machismo entre los más jóvenes?

No tengo mucho contacto ni con sobrinos ni tengo hijos adolescentes como para poder decirte: ‘Cómo vienen…’. La verdad es que no percibo que haya un repunte de machismo entre los jóvenes. Creo que los jóvenes dejarán de tener actitudes machistas desde la educación, que es la base de todo cambio social, y con el apoyo de los políticos, si no es imposible. Hay muchos temas donde hace falta ese cambio de conciencia, como a nivel ecológico, el cambio climático, sin ir más lejos.

En la Fundación Ochotumbao, junto a Dani Rovira, os preocupáis por los problemas del medioambiente, pero reciclar no es suficiente. ¿Cuál es la solución?

Nuestro gran problema es que es mucho más difícil realizar acciones concretas con temas medioambientales que con otros. Debería hacer un buen sistema de recogida de basuras, de reciclaje, con campañas a saco pero también una obligación individual de cada uno por informarse. Hablar del medioambiente resulta menos directo, no tiene carita, no empatizas… A los niños, desde pequeños, hay que decirles que no consuman de manera inconsciente, que no tiren las cosas al suelo, que no compren envases de usar y tirar, que reciclen.

En tu caso, además, practicas el veganismo. ¿Te resulta fácil mantener una estricta dieta vegana en tu día a día?

Es verdad que siempre tienes el miedo de que te vayan a poner la ensalada mixta y para de contar, pero las cosas están cambiando. Los cocineros de los restaurantes a los que iba cuando no era vegana, que son colegas, intentan ofrecerme alternativas de sus platos. Es algo que a ellos mismos les pone un poco, es un reto a nivel creativo. De mis favoritos en Madrid te podría hablar del arroz con verduras de El Floren; la sopa thai con leche de coco y curry rojo de La Fragua de Sebín o el Pixie y Dixie, un italiano cuyas pizzas no te puedes creer que sean veganas.

El deporte forma parte de tu estilo de vida, pero también de tu hermano que tiene un estudio de pilates del que eres imagen.

Correr, montar en bici en el campo y en Madrid ir al gimnasio, que es como mi segunda casa, donde doy clases de spinning y body pump. Voy al estudio de mi hermano alguna vez porque yo empecé haciendo pilates con 17 años. Te da una base maravillosa para practicar luego todo tipo de deportes, a nivel postural y de disociación de los músculos.

¿Qué crees que cambiaría de verdad el mundo tal y como lo conocemos?

El amor cambiaría el mundo. Más allá de que pueda ser una romántica empedernida, que lo soy, hablo del amor como concepto de energía creadora. El amor por tu pareja, sí, pero también el amor por una piedra. No todos los seres tienen esta capacidad, los humanos, sí. Lo que se crea desde ahí es infinitamente mejor; pero, por lo que sea, el mundo se ha centrado en otras cosas.

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