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Borja Sémper: «La moda es una industria importantísima. Hay que tomársela en serio»

Se confiesa un «merodeador» de tendencias… «sensato». El parlamentario vasco no tiene reparos en hablar de su afición por la ropa.

Borja Sémper

Pertenece a una nueva generación de políticos españoles con ganas de cambiar las cosas. Borja Sémper aún no ha cumplido los 40 años, pero tiene una larga trayectoria y un futuro prometedor. Acaba de publicar Sin complejos (Ed. Destino), y está claro que no los tiene para nada. Reconoce que le gusta la ropa, ir de compras y leer revistas de moda.

Muchos colegas suyos me sacan la ristra de ajos cuando les propongo aparecer en esta sección. ¿Por qué siempre a los políticos les cuesta tanto hablar de ropa?

A lo mejor por miedo a convertirse en blanco de las críticas o a que los acusen de frívolos.

¿Y a usted no le preocupa?

En absoluto. Además, yo creo que la moda es una industria importantísima para nuestro país y que hay que tomársela muy en serio. Crea miles de puestos de trabajo, es un sector puntero fuera de nuestras fronteras… Si ignoramos ese dato, mal asunto.

Tire de las orejas a todos los que me dicen que no quieren aparecer en esta sección.

No, allá cada uno, pero sí me gustaría que se entendiese el peso cultural e industrial que tiene la moda española. Y además, tampoco le voy a negar que es un tema que personalmente me atrae bastante.

Así que le interesan los trapos.

Pues sí. Me preocupo por estar al tanto de lo que se lleva, intento encontrar cosas que me quedan bien y le confieso que me divierto yendo de tiendas.

¿Qué tipo de comprador es?

No sé… quizá un merodeador. Veo una cosa en un escaparate y le doy vueltas durante días hasta que me decido.

¿Es caprichoso?

Soy bastante sensato. Antes de comprar algo pienso en lo que ya tengo, en si lo voy a utilizar y en si me lo puedo permitir.

Qué austero. ¿No se da lujos?

Es que se puede llevar ropa bonita sin gastar mucho dinero. Suelo comprar en tiendas como Zara, Mango, H&M, Massimo Dutti… Siempre busco chollos.

Dígame que alguna vez ha perdido la cabeza o nadie se va a creer esta entrevista.

¡Claro, no soy un marciano! Una vez me compré un traje muy caro. Todavía lo uso, pero creo que me arrepentí en cuanto llegué a casa con él. Era algo que no podía permitirme. Y unos zapatos que después del primer uso dije: «Error».

Cuándo fue la última vez que se quedó con ganas de adquirir algo.

El otro día vi un plumífero de Moncler. Era espectacular, pero ni me lo planteo. Yo juego en otra liga. Veremos si aún está disponible en la repesca de las rebajas.

Nunca se pondría:

Unos pantalones pirata.

¿Qué le sienta bien?

Una chaqueta oscura y entallada. Es, sin duda, mi prenda preferida, la puedes llevar con todo y a todos los sitios.

¿Qué es lo más bonito que hay en su armario?

Un abrigo sport de color azul marino.

Algo que guarde aunque ya no lo utilice.

A mí me cuesta mucho desprenderme de las cosas, y también de la ropa. Guardo muchas cosas después de años. Además, siempre puede rescatarse algo perdido en el fondo del armario.

¿Tarda mucho en arreglarse por las mañanas?

No, porque me he acostumbrado a dejar preparada la ropa el día anterior. Antes no lo hacía, y cuando salía con prisa me llevaba el susto al verme hecho un cuadro en el espejo del ascensor.

Una compra para 2014.

Los gorros de lana. Se llevan mucho y yo no tengo ninguno porque dicen que me quedan mal. Pero este año me atrevo.

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