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Bérénice Marlohe: «No me gusta que me llamen chica Bond, es simplista»

Es una recién llegada. Pero sus atributos y, sobre todo, su actuación han puesto a la crítica a sus pies. Hablamos con el nuevo rostro de 007 sobre el inminente estreno de Skyfall.

Bérénice Marlohe

No lo tiene nada fácil. Sus antecesoras dejaron el pabellón bien alto. Claudine Auger (Miss Francia 1958) en Operación Trueno (1965), Dénise Perrier en Diamantes para la eternidad (1971), Carole Bouquet en Solo para sus ojos (1981) o Sophie Marceau en El mañana no muere nunca (1999). Existe una larga tradición de chicas Bond francesas. «No me gusta la expresión chica Bond, es simplista. Mi objetivo ha sido dotar a Sévérine [su personaje en Skyfall; que se estrena el próximo miércoles] de una personalidad fuerte, entre glamurosa y misteriosa, pero independiente de 007», matiza Bérénice Marlohe. La parisina, de origen camboyano y de 33 años, es casi una desconocida. «He trabajado en algunas series de televisión y filmes franceses», se excusa. En cualquier caso, la crítica ha aplaudido su actuación.

El reparto ha recibido muchos halagos. ¿Cómo ha sido trabajar con Javier Bardem?

Un placer. Lo admiraba como actor. Para mí, este filme era un reto y él tiene talento. Ha sido muy estimulante trabajar con él. Además, seis meses antes del casting, soñé con Bardem. 

Toda una señal… ¿En qué sentido le parece talentoso?

Su interpretación como villano es impactante. No conozco su técnica, pero el resultado es insuperable.

¿Qué pensó cuando le dijeron que sería la próxima chica Bond?

Fue un proceso de muchos castings. El último fue en Londres con Daniel Craig, Sam Mendes y los dos productores. Llevaba años preparándome para una oportunidad así. Conozco las películas de James Bond al pie de la letra. Cuando Mendes me anunció que el papel era mío, sentí una gran paz interior.

¿Cuál es su actor Bond favorito? ¿Uno solo?

Daniel Craig… y Sean Connery. Es imposible decidirse.

¿Por qué?

Daniel Craig es un actorazo, pero también muy buena persona. Y Sean Connery sentó cátedra, marcó el estilo y la personalidad de toda la saga. Llenaba la pantalla con su porte y presencia.

¿Le gusta Ian Fleming?

Sí, pero lo mío es la ciencia ficción. Mis obras de cabecera son ¡Marciano, vete a casa!, de Frederic Braun, y El sueño de Newton, de Ursula K. Le Guin. Y me pasa lo mismo con el cine. Me gusta la fantasía. El barón de Munchausen, de Terry Gilliam, es un billete directo a la imaginación y mi película favorita.

Casi toda su carrera se ha desarrollado en Francia. Esta es su primera superproducción. ¿Un shock?

Mi experiencia en Francia fue una preparación, un trampolín. Siempre soñé con rodar películas extranjeras. Skyfall ha sido un regalo, adoro actuar en otros idiomas. Prefiero interpretar en inglés o en español que en francés. Me siento más libre. Además, las producciones estadounidenses tienen más magia.

¿Y cómo aprendió castellano?

En el colegio, cuando fuera 15 años [intenta responder en español].

¿Podría describir el vestuario en el filme?

Hay muchos cambios. Los vestidos son escotados, muy sexies y apretados. Pero son elegantes, de mujer fatal. Por ejemplo, hay un traje magnífico de strass.

Antes de ser intérprete, trabajó como modelo. ¿Piensa combinarlo con la actuación?

No. Solo lo hice para pagar las facturas. Si puedo, me centraré en el cine. Aunque no me importa ser imagen de una marca. Ahora lo soy de Swarovski. Mis otras dos pasiones, aparte de la interpretación, son el piano y el dibujo.

Pero la moda le gustará un poco, al menos…

Me encanta que coexistan tantos modistos y poder ver sus diseños sobre la alfombra roja. Otro aspecto que me seduce es que la moda es esencial para dotar a un personaje de alma, para esculpir la ficción.

Quiso ser artista, ¿qué le hizo cambiar de opinión?

Estudié 10 años de piano en el Conservatorio de París. Y luego me entró el gusanillo de la interpretación. Me formé en el método de Lee Strasberg con un profesor estadounidense de 90 años. Me engancha actuar, llenar a los personajes con mis vivencias.

Su lista de fans crece. Parte de la culpa la tiene su tipazo. ¿Cómo se cuida?

Disfruto comiendo y no me privo de nada. Para compensar, corro todos los días.

¿Piensa mudarse a EE UU?

Ya había pedido los papeles para vivir allí antes de Skyfall, porque pocos querían trabajar conmigo en Francia. Ahora todos me desean. Pero es demasiado tarde.

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