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Beckham, la marca más deseada

Su apellido se ha convertido en un sello que genera millones. S Moda entrevista en exclusiva al hombre, y padre ideal, que se rifan los grandes del deporte y de la moda.

David Beckham

Nunca pensé en el dinero ni en la fama. Ni me interesaban cuando empecé, ni me interesan ahora. Nada de eso me excita», asegura David Beckham. Curiosamente, él despierta el efecto contrario en los demás. Si su campaña para Emporio Armani Underwear desató pasiones (y levantó las ventas de la firma) en 2008, las imágenes de su última colección para H&M son, para algunos, lo que mejor ha pasado en la moda interior masculina desde que Calvin Klein imprimió su nombre en las bandas elásticas. Deseado y envidiado a partes iguales, el que muchos consideran un producto del famoso equipo de aquel Manchester United de 1992 es hoy una precisa máquina de facturar dinero. Instalado de nuevo en Europa (tras su aventura en Los Ángeles), debutó a finales de febrero con el Paris Saint-Germain; y ya ha vendido más de 150.000 camisetas con el número 32 (lo que se traduce en unos ingresos para su nuevo equipo de 16 millones y medio de euros). Demostrado: Beckham es una marca muy rentable.

En agosto H&M promocionó su primera campaña con una estatua imponente del futbolista frente al edificio Flatiron de Nueva York, y otras nueve de más de tres metros repartidas por la Gran Manzana, Los Ángeles y San Francisco. Desde febrero, carteles gigantescos de Beckham vestido con prendas de su segunda línea de ropa interior para la cadena sueca empapelan autobuses y vallas publicitarias de medio planeta.

¿Qué siente al ver un edificio forrado con su torso desnudo? ¿Todavía se sonroja al pasar por delante o ya es algo normal para usted?

No. Lo confieso: es algo a lo que nunca podré acostumbrarme. Todavía me impresiona, sobre todo cuando paso por delante de una valla publicitaria que no tengo fichada. Por suerte, trabajo con los mejores fotógrafos del mundo y ellos se aseguran de que el resultado sea el mejor. Estoy deseando ver la nueva campaña que rodamos con Guy Ritchie en Los Ángeles. ¡Nos divertimos muchísimo!

«Me llamo LOGOfeld», dijo Karl Lagerfeld en 2011. Su nombre (y el de su familia), Beckham, también se ha convertido en una marca global.

Digamos que tengo mucho cuidado a la hora de elegir qué proyectos quiero firmar con mi nombre. 

Su mujer es, desde hace varias temporadas, una diseñadora respetada en la industria de la moda.

Ha sido increíble ver la trayectoria de Victoria y ser testigo del éxito asombroso que ha conseguido con su colección. Para mí es un orgullo asistir a sus desfiles en Nueva York y ver la reacción de la industria.

¿Le pide algún consejo a la hora de diseñar?

Le muestro mis ideas y sí, tengo en cuenta su opinión.

Algunos de sus tatuajes (del artista Louis Molloy): en el brazo izquierdo, un ángel (de 2004); en el pecho, Jesús y querubines con el nombre de Harper (de 2011).

Cortesía de H&M

«La colaboración con H&M es un paso importante en la transición de Beckham de héroe deportivo a empresario e icono», dice Simon Fuller, su mánager. ¿Qué importancia tiene la moda para un deportista acostumbrado a jugar en los mejores estadios del mundo? 

¿La verdad? Siempre me ha interesado la moda. De hecho, he cambiado de look en multitud de ocasiones; y he probado con estilos muy distintos a lo largo de toda mi carrera. Pero ahora ya tengo treinta y muchos, y creo que a esa edad un hombre empieza a asentarse (en lo que al look se refiere) y busca más la longevidad en el estilo. Para mí, la clave hoy es dar con el corte perfecto: ya sea un modelo de vaquero, una chaqueta de cuero o un traje sastre impecable.

Imagino que habrá muchas esperanzas depositadas en sus hijos, tanto a nivel deportivo como por parte de la industria de la moda [Romeo Beckham es imagen de Burberry Prorsum esta primavera]. ¿Demasiada presión quizá? 

Nosotros hacemos todo cuanto está en nuestras manos para que crezcan en un ambiente familiar y afectivo que sea lo más normal posible, y protegerlos así de cualquier tipo de presión externa.

«La moda no es un mero accesorio de la política económica británica», afirmó en enero David Cameron durante un evento en Downing Street con motivo de la semana de la moda masculina de Londres. ¿Su visión de esta industria tiene también ese sentir británico?

Vaya donde vaya, me siento orgulloso de ser inglés. Y más ahora, después de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y el Jubileo de la Reina. El sentimiento británico forma parte del guardarropa masculino internacional. ¡El primer traje se confeccionó en Savile Row! Hoy un hombre, viva en la ciudad del mundo que viva, sabe que nada le puede sentar mejor que un buen traje inglés.

«Obviamente, no soy un gran ejemplar de moda, pero esta noche me he esforzado», admitió Cameron esa misma noche. ¿No se ríe usted también al echar un vistazo atrás en el tiempo y repasar alguna de sus decisiones sartoriales?

¡Por supuesto! Nunca me he tomado el vestirme demasiado en serio. De hecho, me divierte mucho ver los estilismos que he llevado en el pasado. Se han reído (e incluso burlado) de algunas de mis elecciones, como cuando se me ocurrió ponerme un sarong [fue una de las imágenes más repetidas en la prensa sensacionalista de 1998]. Pero no me arrepiento. Mi actitud siempre ha sido «¿por qué no probar?». Sería aburrido si todo el mundo vistiera igual.

El realizador Guy Ritchie junto al futbolista del PSG durante el rodaje de la campaña.

Cortesía de H&M

Fueron también muy criticados apenas un año después, en 1999, cuando David y Victoria [recién casados] aparecieron totalmente conjuntados, con trajes de cuero negro de Versace, en una fiesta de la firma italiana. «Cuando lo recuerdo, no puedo evitar preguntarme: “Pero ¿en qué estaríamos pensando?”. Porque el diseño está bien, pero no para llevarlo en pareja, los dos iguales», reconoce.

¿Cambió su estilo al conocer a Victoria? ¿Es ella la «mente» detrás de su vestuario, como muchos creen? 

Mi estilo ha evolucionado con los años; y, por supuesto, es gratificante vestirte para tu mujer de vez en cuando, pero por lo general intento ser fiel a mi propio estilo y llevar solo prendas con las que me siento cómodo.

Hoy la pareja forma un imperio valorado en más de 140 millones de euros. «Creo firmemente que si trabajas duro puedes conseguir cualquier cosa que te propongas». Ese es el lema de Victoria; y también el de David. Si a ella le gusta tenerlo todo bajo control [como ha reconocido en múltiples entrevistas], él también tiene una ética de trabajo rígida, obsesiva y compulsiva. «No es algo que me preocupe. Hace años que lo he aceptado. Tengo muchas manías», confiesa Beckham. ¿Un ejemplo? «Todo tiene que estar ordenado. Sin excusas. Entro en un hotel y, antes de acomodarme, tengo que deshacer la maleta. Necesito que todo esté en su sitio: las revistas ordenadas, la ropa interior doblada…». Quizá Tony Curtis creyera aquello de que «nadie es perfecto», pero algunos, como Beckham, lo parecen (sin esforzarse).

Vestido con camiseta de tirantes (14,95 €) y bóxer (14,95 €), todo de David Beckham Bodywear para H&M.

Cortesía de H&M

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