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Anna Paquin: «Quería ser diseñadora de vestuario»

Con su última película, Margaret, aún en cartelera, y la quinta temporada de True Blood en marcha, la actriz se enfrenta al papel más personal de su vida: ser madre de gemelos.

Anna Paquin

Son muchos en Hollywood los que se saborearían las mieles del éxito después de ganar un Oscar a los 11 años. Anna Paquin no está entre ellos. La estatuilla la conserva, esa que ganó por su debut como actriz en El piano. Pero el resto es una lucha contracorriente, como la música que le gusta o como su estilo en el vestir. La joven canadiense, criada en Nueva Zelanda y que acaba de cumplir los 30, divide su tiempo entre filmes independientes como Margaret y series de éxito en televisión como True Blood, ahora en su quinta temporada. Eso en lo laboral, porque en lo personal, está casada desde hace dos años con Stephen Moyer, su compañero de reparto televisivo, y espera la llegada de sus hijos: dos mejor que uno.

Parece que no quiere hablar de su futura familia…

¿Te refieres a este bombo enorme que llevo este año? ¡Es imposible no hablar de él! Yo he escogido esta vida a la vista de todos, pero eso no significa que mis hijos quieran seguir mis pasos. Me parece obsceno hablar de ellos antes de que nazcan y no quiero abrir la puerta de mi vida privada.

¿Y de la pública? ¿Cuán difícil es ocultar su embarazo en cámara?

Es parte de la magia del cine. Un poco de vestuario, la toma un poco más angular… Es más difícil para los demás que para mí. De hecho, a mí me vino muy bien porque así esta temporada Sookie no tiene novio y no muestra mucha carne.

¿Su filme Margaret es anterior al embarazo?

Sí. La película fue una experiencia increíble que tardó mucho tiempo en estrenarse. No sé exactamente lo que pasó, pero yo llevaba tiempo con los dedos cruzados para que llegara el momento.

Con su fama, ¿por qué no se busca proyectos más sencillos para poner en marcha?

A mí, como a Sookie, mi personaje en True Blood, no me gusta lo sencillo. No te sabría decir por qué decidí ser actriz. ¡Era una niña! Recuerdo que un día me divertía, otro me lo pasaba esperando que le cortaran la mano a Holly [Hunter] y otro solo quería irme a casa. Ahora lo quiero todo: dirigir, producir, escribir, volver al teatro, tener mi propia compañía, aprender a coser a máquina y hacer mis propios diseños o dedicarme a la fotografía.

De momento ya cuenta con su propia productora.

Sí, junto con mi hermano [Andrew Paquin], que no puede ser mejor. Él viene del mundo de las finanzas, y eso ayuda cuando quieres producir algo. Es una persona con mucha más creatividad de la que se puede encontrar en ese tipo de trabajo.

¿De dónde le viene su interés por la moda?

Yo quería ser diseñadora de vestuario, pero se cruzó la carrera de actriz en mi camino. Me gusta jugar con la ropa, es una faceta de nuestro trabajo y una de nuestras mejores formas de expresión.

¿Cuál es su estilo?

Me gustan Moschino y los zapatos de Givenchy. Pero esto es como jugar a ser Cenicienta. Uno no se levanta así vestido. Mi carrera y los eventos a los que asisto me permiten divertirme con la ropa de otros. Si tuviera que quedarme con un diseñador, sería Stella McCartney. Es lo más parecido a la música alternativa que me gusta, al punk gótico o al hip-hop… Recuerdo un vestido que me hizo para los Globos de Oro hace un par de años. Es mi modelo preferido.

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