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Angelina y Brad: así trabaja la pareja indestructible

Inconformista en su papel de superestrella de Hollywood, activista y madre, ahora escribe, produce, protagoniza y dirige una película para ella y su marido sobre una relación tormentosa. Y quiere que la llamen Angelina Jolie Pitt.

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Fabuloso, insólito y hermoso, como el de una efigie de deidad antigua. Así es el rostro de Angelina Jolie Pitt (Los Ángeles, EE UU, 1975). Lo vemos reproducido tan a menudo que nos olvidamos de lo extraordinario que es. La frente ancha y prominente, los ojos lisos como piscinas y una hendidura que le parte el labio inferior por la mitad. Unos rasgos que se ven menos voluptuosos fuera de la pantalla.

Entra en la suite de un lujoso hotel de Londres vestida con vaqueros y camiseta negros y ni gota de maquillaje. Aparece sola, pero su presencia llena la habitación. Es una superestrella. Jolie está en la capital británica, donde se ha mudado con su familia, presentando Frente al mar (estreno el 1 de mayo). Es su tercera película como realizadora, y la primera en la que ejerce tanto de protagonista como de directora, productora y guionista. Brad Pitt, su marido, es coprotagonista y coproductor. Se trata de un proyecto muy personal, el más íntimo hasta la fecha. Ella había escrito el guión años atrás, pero siempre encontraba razones para posponer el rodaje. «Brad y yo nos referíamos al guión como “la idea loca”», dice sonriente. «Hasta que un día decidimos no vivir con ese tipo preocupaciones. Quisimos ser artistas y libres. La clave es que, independientemente del resultado, hicimos algo juntos, confiando el uno en el otro».

Los actores llevan 12 años como pareja, pero es la segunda cinta en la que coinciden. La primera fue Sr. y Sra. Smith, en la que se conocieron y enamoraron. Curiosamente en ambos filmes interpretan a un matrimonio, aunque con premisas prácticamente opuestas. Sr. y Sra. Smith es una película de acción sobre unos asesinos a sueldo y Frente al mar rinde homenaje al cine europeo de los años 70. Tiene aspiraciones artísticas, pocos diálogos y menos explicaciones. «Unos la amarán, otros la odiarán. Pero así es como ha de ser el arte», opina su autora mientras se cubre los hombros con un chal de lino.

La cinta cuenta la historia de un escritor con bloqueo creativo y una exbailarina que viajan por el sur de Francia en plena crisis matrimonial. Mientras él cambia la escritura por la bebida, ella se encierra deprimida en la habitación del hotel. Allí descubre un agujero en la pared que da al cuarto contiguo, donde se aloja una pareja de recién casados. Ese descubrimiento remueve algo en los protagonistas. Para Jolie fue la oportunidad de interpretar un papel que nunca se le ofrece, aunque admite que le costó dirigirse a sí misma. «No me gusta observarme en cámara. Hay algunas películas mías que ni siquiera he visto, pero tiré hacia delante porque no se encuentran roles de naturaleza tan inusual».

Los amigos de Jolie y Pitt se preocuparon cuando supieron de qué iba su próximo proyecto. Les advirtieron de que quizá no fuese una buena idea embarcarse en uno tan intenso, que se llevarían las tensiones a casa. Pero Jolie asegura que fue cauta con los riesgos que conllevaba. «Elegí dos personajes parecidos a mi marido y a mí, con los que poder identificarme, pero con problemas diferentes a los nuestros», contesta.

Yongpyong
Una de las escenas de «By the Sea». Foto: Cordon Press.

En el rodaje descubrieron nuevas maneras de comunicarse como actores profesionales y en su relación como actor y directora. «Resulta muy raro dirigir a tu marido para que se pelee contigo. Terminó abofeteándose a sí mismo. ¡Saca tus propias conclusiones!», exclama Jolie.

La relación entre ambos comenzó cuando el actor aún estaba casado con Jennifer Aniston, quien, por aquel entonces, era considerada la novia de América. Pocos se pusieron de parte de Jolie. Tenía una imagen distante e intensa y era dada a excentricidades como llevar la sangre de su segundo marido, Billy Bob Thornton, colgada al cuello. Pocos auguraban futuro a Brangelina, pero el tiempo les ha terminado dando la razón.

Crían a seis hijos –tres adoptados y tres biológicos– de entre 14 y 7 años y comparten intereses. Aunque la prensa rosa se empeña en informar repetidamente de que el matrimonio está en crisis, su relación se muestra cada vez más sólida. De hecho, poco antes de empezar a rodar la película, en agosto de 2014, Jolie y Pitt se casaron en una ceremonia íntima en la casa que la pareja tiene en Francia, Chateau Miraval. La actriz llevó un vestido de Atelier Versace con un velo con dibujos y mensajes de sus hijos Maddox, Pax, Zahara, Shiloh y los gemelos Vivienne y Knox.

Frente al mar es el primer trabajo en el que aparece en los créditos como Angelina Jolie Pitt: «Es complicado autoanalizarse, pero llegamos a la conclusión de que queríamos compartir un amor más profundo y entendernos mejor». Y responde a la pregunta sobre por qué decidió pasar por el altar. «Nos planteamos qué es lo que podíamos hacer para ir más lejos, y tomamos la decisión. Estamos muy contentos».

El rodaje fue su luna de miel. La familia entera viajó a Gozo, una isla de la costa de Malta, y montaron una escuela para que los pequeños estudiaran mientras ellos trabajaban. «Los veíamos constantemente. El gobierno maltés fue maravilloso y nos permitió usar una cala en exclusiva», comenta la actriz con la espontaneidad de quien es recibida como realeza allá donde va.

Aunque la película ha sido crucial para profundizar en su relación de pareja, el proyecto originalmente surgió para ayudar a Jolie a superar la «pérdida y el dolor» que experimentó tras la muerte de su madre, Marcheline Bertrand. La productora y actriz falleció a los 56 años por un tumor de ovario, y ocho años después a la intérprete todavía se le escapan las lágrimas cuando habla de ella. La crisis que le causó su pérdida la empujó a someterse a una doble mastectomía y posteriormente a la extirpación de los ovarios. Tomó estas medidas preventivas cuando supo que era portadora de la mutación del gen BRC-1, que le otorgaba grandes posibilidades de sufrir cáncer. «De esta manera sé que mis hijos nunca dirán que su madre murió de cáncer de ovarios», dijo entonces a The New York Times. Su decisión ha provocado un aumento de los análisis genéticos para detectar esa mutación del gen y también de cirugías preventivas. Algo que en las publicaciones médicas ya se conoce como «el efecto Angelina».

En un momento de la conversación, Jolie menciona que hoy no habría incluido algunas de las escenas de la película, ya que la hicieron sentir muy expuesta frente a la cámara. Cuando le preguntamos la razón, la cuestión lleva implícito cierto nerviosismo. Pero Angelina responde abiertamente y sin dudar, lo que ayuda a que se desvanezca cualquier tensión: «El personaje que imaginé antes de operarme se desnuda física y emocionalmente», explica. «Es alguien a quien su cuerpo le ha fallado. Yo lo había escrito pensando en todo por lo que había pasado mi madre, por lo que se me hizo muy doloroso. Cuando estaba editando el metraje, recibí una llamada diciendo que había una posibilidad de que tuviera cáncer. Así que sentí de nuevo esa pena. Todo terminó siendo muy catártico, pero a la vez me destapó enormemente».

Yongpyong
Angelina en la presentación de la nueva entrega de Kun Fu Panda. Foto: Cordon Press.

Pasado un tiempo, reconoce que han sido unos años muy intensos emocionalmente, pero asegura que también hay sitio para el humor en la casa de la familia Jolie Pitt. Angelina, quien ha puesto voz a uno de los personajes animados de la nueva entrega de Kung Fu Panda, llevó a sus hijos con ella para que participaran en varios cameos. «Lo pasaron bien porque estaban en el trabajo con mamá, pero ninguno de ellos quiere dedicarse a la interpretación. Es un alivio», confiesa. Aunque los intereses de los pequeños no parecen estar muy alejados del cine. Maddox, el hermano mayor, trabajó como asistente del director de Frente al mar y ahora se dispone a coproducir la próxima cinta de su madre. Tiene 14 años. «Está basada en una historia real, la de una mujer que vivió el momento en el que los estadounidenses tomaron Camboya y describe la guerra a través de los ojos de un niño. Los padres biológicos de Maddox tuvieron una experiencia similar. El proceso nos ayudará a aprender juntos cosas sobre su país».

Angelina Jolie es un caso excepcional en Hollywood. Una estrella que se siente igual de cómoda posando en la alfombra roja que hablando en un parlamento o visitando un campo de refugiados. Como embajadora de buena voluntad de la ACNUR, y actualmente como enviada especial para los refugiados, ha visitado zonas de guerra, elaborado informes, dado discursos frente al Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación en Siria y (según esta organización) realizado donaciones por valor de unos cinco millones de euros. Tanto el ministro de Exterior británico como el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, elogian su labor. Y en el año 2014 la reina de Inglaterra la condecoró como dama honorífica por su trabajo contra la violencia sexual. Además de todo esto, tiene un Oscar y es respetada como realizadora. Aunque la crítica no se ponga de acuerdo con Frente al mar, casi todos coinciden en que es un proyecto arriesgado y poco previsible. «Todas las películas que he dirigido (En tierra de sangre y miel, Invencible y Frente al mar) son muy diferentes entre sí. Quiero probar distintas maneras de hacer cine porque todavía tengo mucho que aprender como directora. En esta vida hay que hacer cosas que intimiden. El miedo puede traer muchas cosas buenas».

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