_
_
_
_
_

Anamaria Vartolomei: «Me enfadó lo poco que se sabía de abortos ilegales»

La actriz es, a sus 22 años, la gran revelación del cine francés por su crudo papel en ‘El acontecimiento’.

“Sé precisa, el resto llegará a su debido tiempo”. Ante los miedos de la directora Audrey Diwan por llevar a la pantalla el dolor y la angustia de la novela El acontecimiento, su autora, Annie Ernaux, la tranquilizó enviándole esa cita de Chéjov. En El acontecimiento, publicada en 2000, Ernaux recordaba la experiencia de su aborto clandestino en 1963, 12 años antes de que se legalizara en Francia. Ella tenía entonces 23 años y no quería que un embarazo accidental truncara sus sueños profesionales y personales. La novela es la descripción cruda, crudísima de una experiencia que resonó con Audrey Diwan más allá del aborto, porque hablaba de deseo sexual femenino y de libertad. La precisión con la que debía retratarlo empezó eligiendo a la actriz correcta. La encontró en la rumano-francesa Anamaria Vartolomei (Bacau, 22 años). Absoluta protagonista, la cámara se pega a ella, transmitiendo la cárcel que acabó siendo su cuerpo. La actriz, que llevaba 10 años trabajando, desde su debut con Isabelle Huppert en My Little Princess, se ha convertido en la nueva sensación del cine francés. La película se alzó con el León de Oro en el pasado Festival de Venecia y Vartolomei es favorita en los próximos César. “Solo puedo imaginármela a ella interpretando a Anne y, en cierto sentido, interpretándome a mí a los 23 años. Es tremendamente auténtica y su interpretación coincide con todo lo que recuerdo”, ha dicho la propia Ernaux sobre la actriz.

¿Qué impresión le causó El acontecimiento cuando lo leyó?

Leí el libro justo antes del primer casting porque pensé que necesitaba saber más. Aunque el guion de Audrey Diwan ya era muy detallado, quería más profundidad. Y lo que más me interesó y sorprendió fue el tono tan duro. Es muy directo, no adorna nada. Me enfadó lo poco que sabía de estos abortos ilegales, lo que pasaron y aún pasan tantas mujeres. Fue muy importante leerlo porque sí habla del aborto clandestino, pero sobre todo del descubrimiento del cuerpo femenino, del deseo sexual…

Creo que no pudo conocer a Annie Ernaux antes del rodaje. ¿Qué quería hablar con ella?

Me frustró mucho no poder hacerlo por la pandemia. Quería su aprobación, ver en sus ojos que me aceptaba para interpretarla. Me sentí fatal, pero luego me di cuenta de que tenía que aprovecharlo para crear el personaje con libertad y no entrar en una especie de juego de imitación. Tiré de la ira que sentí cuando leí el libro al ver lo que había tenido que pasar. El personaje tiene mi edad, y estas cosas aún pasan en algunos países. Me enfadé por tener la libertad que otras no tienen. Quería interpretarla de la forma más correcta y tiré mucho de esta ira. Y luego conocí a Annie en un pase de la película y me dio vergüenza decirle todo lo que su obra me ha ayudado, me daba miedo no encontrar las palabras correctas, pero lo conseguí. Está muy orgullosa de la película.

¿Qué ha aprendido de la obra de Annie Ernaux? ¿Qué se ha quedado de Anne, su personaje?

Me ha ayudado a tener más confianza en mí misma, a sentirme más libre y liberada como mujer. Interpretar a Anne ha conseguido que me sienta más valiente. Espero haberme quedado con su audacia, su falta de miedo, su deseo de ser libre. He intentado quedarme lo bueno. Es una mujer muy interesante; aunque la historia está situada en los años sesenta, podría ser una mujer de hoy. Impresiona mucho pensar que no tenía ningún referente para hacer lo que hizo, no tenía nadie en su círculo que lo hiciera y aun así desafió la ley. Necesitas mucho valor para ser tu propia heroína, tu propio modelo a seguir.

¿Cómo ha cambiado su vida desde el Festival de Venecia y el premio recibido por El acontecimiento?

Uf, es tan hipnótico todo. En el día a día no ha cambiado tanto, pero a la vez todo. Me siento como una niña pequeña viviendo un sueño. Han sido todo momentos felices desde Venecia. Solo tengo 22 años y espero tener una carrera muy larga y muy libre por delante, pero esto me ha dado confianza.

¿Sigue viviendo con sus padres?

Sí, sí, y no tengo planes de mudarme, estoy a gusto ahí, nos llevamos muy bien.

Pero ¿le llegarán más ofertas, incluso de otros países?

[Sonríe] Sí, tengo más propuestas. Pero este rodaje fue tan difícil y enriquecedor que ahora siento que soy mucho más exigente sobre lo que quiero hacer y las decisiones que quiero tomar. Esto ha sido una experiencia única y no pretendo que se repita, pero ahora sé que pueden ocurrir experiencias así de bonitas y es lo que busco.

Anamaria Vartolomei en el desfile de Chanel, marca a la que se siente más afín.
Anamaria Vartolomei en el desfile de Chanel, marca a la que se siente más afín.Getty (Getty Images For Chanel)

Y también se le abre ahora el mundo de la moda [con Chanel como marca más cercana], ¿cómo espera poder encajarlo en su agenda de trabajo?

Me gusta la moda, pero tienes que tener mucho cuidado. No quiero que la moda o las marcas absorban el cine. Ante todo, soy actriz. No soy una modelo o un icono de moda. Me gusta hacerlo porque es divertido, cool, es parte del juego y tienes acceso a marcas maravillosas. Es genial, es todo precioso, pero tienes que tener cuidado con no meterte demasiado. Quedarte en tu lugar, que ya es privilegiado.

Hablando de la importancia de la libertad, ¿se siente una mujer libre, con control sobre su carrera, su cuerpo?

Sí, me siento con control y muy libre porque tomo mis propias decisiones. La pasión que siento por esta profesión que no vivo como un trabajo me libera. Pero también sé que es un camino largo. Hace tiempo que peleo por aceptarme a mí misma y gustarme. Oyes tantos elogios y críticas en esta profesión… Es raro, es complicado; por eso, eres la primera que tienes que aceptarte. Quizá me sienta libre de verdad cuando cumpla 50 años, pero por ahora voy trabajando en ese camino.

Aunque lleva mucho en esta profesión, empezó con 10 años.

Sí, es media vida [se ríe]. Era una niña cuando empecé a trabajar, luego seguí de adolescente y ahora ya me siento una mujer joven. Veo las cosas de otra forma, sé más, entiendo más y por eso busco interpretar a mejores personajes.

¿Qué recuerda de aquel primer rodaje, My Little Princess, haciendo de hija de Isabelle Huppert?

Fue muy interesante, solo recuerdo felicidad, fue muy bonito, todo nuevo. Todo era un juego para mí, y cuando el rodaje acabó decidí que quería seguir actuando. Hasta entonces solo había tomado clases de teatro en el colegio porque mi amiga lo hacía y yo la seguí.

¿Sigue en contacto con Huppert?

Cuando rodé con ella no sabía ni quién era, ¡yo tenía solo 10 años! Y luego empecé a ver mucho cine, sus películas y vi que es la mejor actriz. No hemos seguido en contacto, pero hace dos meses me llamó y me dijo: “Soy Isabelle’ [se ríe]. Yo había reconocido su voz en seguida. Me dijo que había visto El acontecimiento, que le había gustado, que había seguido mi trabajo, que se sentía orgullosa de haber interpretado a mi madre… ¡Ella, a la que admiro como actriz y como mujer, llama para decir eso! Fue un minuto de conversación, pero me parecieron horas. Fue tan increíble…”.

La novela autobiográfica de Annie Ernaux que inspira la cinta.
La novela autobiográfica de Annie Ernaux que inspira la cinta.TUSQUETS EDITORES

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_