_
_
_
_
_

Ana Obregón: «Gianni Versace me decía que quería hacer mi vestido de novia»

Adicta a la lencería y los zapatos, la actriz disfruta vistiendo prendas low cost y confiesa que, en sus inicios, la moda no le interesaba lo más mínimo.

Ana Obregón

Es imposible llevar la cuenta de los metros de papel couché que ha ocupado Ana Obregón. Actriz, productora y empresaria, esta bióloga, que llegó a las pantallas porque lo quiso el destino, ha tenido ocasión de lucir modelos de todos los grandes diseñadores. Y, sin embargo, sigue recordando los primeros vaqueros Levi’s que se compró.

¿Cuándo empezó a escoger su propia ropa?

Pues muy tarde. Éramos tres hermanas, y entonces había esa costumbre de vestir iguales a las niñas. Me horrorizaba, pero yo creo que mi madre nos vistió idénticas a las tres hasta los 14 años.

¿Y qué fue lo primero que se puso por decisión propia?

Unos vaqueros Levi’s. Me duraron años. Creo que estudié toda la carrera con ellos. Si hacía calor me los ponía con camiseta, y si hacía frío, con un jersey y una cazadora… La ropa no me interesaba lo más mínimo.

Quién lo diría…

Es que en mi etapa universitaria pasaba de todo, y eso que trabajaba de modelo y empezaba también a hacer cine. Me ponían ropa muy bonita, pero siempre volvía a mis vaqueros.

¿Y cuándo se cayó del caballo? La he visto vestida por los más grandes…

Mira, yo he ido a cenar con Spielberg en tejanos. Me entrevistaron en el show de Johnny Carson y lo mismo. A lo mejor iba de rebelde, pero me daba igual lo que llevase encima. Hasta que me enamoré de un vestido.

Cuente, cuente…

Lo vi en una tienda de Rodeo Drive, en Sunset Boulevard. Era de Hervé Leger, rojo intenso, se ajustaba al cuerpo, femenino, sexy y elegante. Estuve rondándolo mucho tiempo hasta que me decidí.

¿Puedo preguntarle cuánto le costó?

Un disparate. Mil dólares de entonces. Pero era el vestido de mi vida, y me los gasté con alegría. Aún lo conservo.

¿Es de las que guarda prendas por motivos sentimentales?

Sí. Hay cosas que tienen su historia y de las que no me desharía por nada del mundo.

¿Por ejemplo?

Unos pantalones de torero que llevé en Bolero y que me había hecho Justo, el sastre de los matadores. Cada uno de los vestidos con los que di las campanadas en TVE durante ocho años. Casi todo el vestuario de Ana y los siete

Todo relacionado con el trabajo… ¿alguna pieza que le traiga recuerdos personales?

Una chaqueta de Chanel muy bonita que me regaló el padre de mi hijo cuando nació Álex.

¿Qué le sienta mejor?

Hay momentos para todo. Ahora, por mi edad, creo que me va más el estilo lady. Aunque pienso usar minifalda hasta que las piernas me lo permitan.

Nunca se pondría…

Un chándal con tacones, o con un abrigo de piel por encima.

No puede resistirse a…

La ropa interior bonita. Tengo diez cajones llenos de conjuntos, sujetadores, ligueros y bodies. Me encanta La Perla, Victoria’s Secret… A mí me gusta más lo que no se ve. Bueno, y los zapatos.

¿Sus favoritos?

Soy mucho de mezclar. El otro día me piropearon unos zapatos y dije que eran de Jimmy Choo, pero me habían costado 18€ en un saldo.

¿Compra en tiendas low cost?

A menudo. Y cada vez más. Me encantan Zara y Mango.

Se sintió maravillosa llevando…

Un modelo de Elie Saab de gasa amarilla que me puse en el Festival de Cannes. Me hicieron cientos de fotos, aunque apuesto a que casi nadie sabía quién era yo.

Rescate un tesoro de su armario.

Un vestido-joya que me regaló Gianni Versace. La parte superior es en oro con turquesas y la falda es de gasa. Sólo me lo puse una vez y lo guardo con mucho cariño. Adoraba a Versace. Él me decía que quería hacer mi vestido de novia…

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_