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¿Y si no fuese necesario dejar descansar las uñas entre manicuras?

Es hora de que esos famosos “descansos” entre esmaltados semipermanentes o acrílicos queden en el olvido.

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© Getty Images (Getty Images for dcp)

Todos los veranos igual: nos pintamos más las uñas, tenemos más eventos, nos vamos más de viaje y, todo esto, nos hace acudir varias veces y de forma más continua a nuestros centros estéticos de referencia para hacernos manicuras y pedicuras semipermanentes o acrílicas que no solo decoren, sino que se mantengan impolutas en el tiempo. El dilema llega cuando, entre manicura y manicura, sentimos la necesidad de dejar descansar a nuestras uñas porque las notamos débiles, quebradizas o estropeadas… Pero, ¿por qué sucede esto realmente? ¿Una manicura bien hecha debería dañarlas así? ¿Estamos cometiendo algún error? ¿Cómo paliar daños si las notamos más frágiles que nunca? Hemos hablado con varios expertos que tienen claro dónde nace el problema y, lo que es mejor, cómo solucionarlo.

“Si la manicura está bien hecha, no es necesario dejar descansar las uñas entre una y otra. Igual que no ‘descansamos’ entre tinte y tinte de pelo… si están bien hechos. Una buena manicura con semipermanente o rellenos de gel o acrílico no requiere de tiempo de ‘sanear’ hasta la siguiente si se hace con una técnica correcta y utilizando productos adecuados que no la dañen. Si se protege y refuerza la uña durante el servicio en el salón y en casa entre una visita y la siguiente, no hacen falta ni saneamiento ni descanso”, asegura Nacho Jové, director de Nails&Friends a S Moda.

Coinciden con su opinión los expertos de Druni: «Muchas veces los daños en las uñas se producen por retirarlos en casa, usando métodos poco ortodoxos, o por usar esmaltes muy agresivos sobre las uñas deterioradas. Si las notamos feas o debilitadas, no conviene usar ningún tipo de esmalte ni uñas acrílicas o de gel para ocultarlas y habrá que cuidarlas. Pero, si la uña está bien, no tiene por qué ser necesario esperar entre manicura y manicura», indican a S Moda.

Cómo saber si una manicura está bien hecha

Las prisas o, en la mayoría de los casos, los altos precios de un tratamiento de calidad, llevan a elegir otros que no son óptimos para el cuidado de nuestras uñas y que, sin normalmente saberlo, pueden hacer que se estropeen. ¿Cómo identificar cuándo una manicura puede dañar las uñas o, al contrario, cuándo es de calidad? Nacho Jové nos lo explica con claridad.

“No se debe utilizar torno ni acetona para retirar el esmaltado semipermanente: el torno puede eliminar la capa superior de la queratina y dejar los llamados ‘surcos de fuego’, que son como hendiduras en la uña. La acetona es agresiva para la uña y puede dañar la piel de alrededor. Tampoco se deben eliminar las cutículas por completo como se hace en la llamada ‘manicura rusa’: la cutícula tiene una función y es proteger la uña de infecciones. Se puede hacer una manicura limpia y elegante solo empujándolas y retirando el exceso”, detalla el experto. En Druni coinciden en la importancia del retirado del esmalte, que muchas veces se realiza de manera sucia y peligrosa en casa por no ir de nuevo al centro de estética: «Lo más importante es acudir a centros que cuenten con todos los permisos y en los que se usen productos de calidad. Es, además, indispensable, eliminar tanto el esmalte semipermanente como las uñas acrílicas o de gel en un centro de manicura donde cuentan con todas las herramientas necesarias».

Podemos, igualmente, apreciar esos gestos que llevan a pensar que una manicura sí está bien hecha y es respetuosa con la salud de nuestras uñas: “Hay que utilizar un alicate bien afilado para eliminar el exceso de cutículas y nunca unas tijeras. Se retira realizando un corte continuo y sin dar tirones que puedan ocasionar heridas y repelones. Además, es imprescindible trabajar con productos que refuercen la queratina e hidraten uña y cutículas», apunta Nacho Jové, que recomienda los productos de la gama RESCUERxx y SOLAR OIL de CND.

Cuándo evitar manicuras y qué hacer si dañan las uñas

A pesar de todo lo explicado y de las aclaraciones sobre esa creencia universal que, en la mayoría de los casos, es un error, todos los expertos coinciden en que sí hay momentos puntuales en los que se debe evitar el esmaltado o veces en las que hay que darse cuenta de que nuestras uñas necesitan un cuidado extra: “Existen casos excepcionales como la menopausia u otro tipo de cambios hormonales que pueden volver quebradizos tanto el pelo como las uñas. También durante procesos oncológicos o cuando se sufre de hongos en las uñas. En ese caso hay que acudir siempre a un especialista y seguir sus prescripciones”, indican desde Nails&Friends.

Si no se trata de ninguno de estos casos, pero sí notamos las uñas débiles, amarillas o quebradizas, el proceso coherente y recomendado por los expertos es limar la uña lo más corta posible y aplicar diariamente los productos de refuerzo e hidratación recomendados. “Luego, iremos limando la parte dañada a medida que la uña vaya creciendo hasta que se renueve por completo”, apunta Jové. ¿Cómo lograrlo? Nos lo explican desde Druni: “Lo que debemos hacer es fortalecer la uña tratándola para que se recupere, como cuando tenemos una herida en la piel. Para eso contamos tanto con productos tópicos, como los fortalecedores de uñas y los aceites de cutículas (es muy importante también hidratar las cutículas para que la uña esté más protegida), como con suplementos alimenticios que nos pueden ayudar también, en combinación con una dieta equilibrada y variada, a mejorar nuestras uñas. Si se usan esmaltes de uñas en casa, conviene, por otra parte, aplicar siempre una primera capa de prebase para proteger la uña”.

4 pasos para recuperar tus uñas

Consultamos con una de las firmas más reconocidas en el cuidado de uñas cómo repararlas si sufren tras permanentes o determinados productos químicos. Mavala es una marca suiza con más de 60 años de experiencia en el cuidado de manos y uñas y nos propone una rutina para recuperar fuerza y elasticidad en las uñas:

1. Cuidar las cutículas

Es importante mantenerlas hidratadas y no cortarlas demasiado ni de forma incorrecta. Utilizar aceite quitacutículas para ablandarlas y empujarlas y recortar de forma sencilla y adecuada.

2. Protección y nutrición

Las uñas tienden a la sequedad, por eso es importante una dosis extra de hidratación. Imprescindible en todas las manicuras un producto hidratante aplicándolo cada noche sobre la raíz de la uña realizando masajes circulares ascendentes.

3. Tratamiento endurecedor

Para devolver la firmeza impidiendo descamación y roturas. El producto estrella de Mavala es Científico K+, que promueve la creación de keratina y tiene efecto calmante y antibacteriano.

4. Tratamiento fortalecedor

Las uñas están expuestas la mayor parte del tiempo y se debilitan por diferentes factores, por lo que un fortalecedor les devolverá la dureza y mejorará su hidratación.

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Sobre la firma

Eva Armas Gil
Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Comunicación Editorial por la Universidad Carlos III de Madrid, ha dedicado su carrera a medios digitales especializados en belleza, moda y estilo de vida. Ha escrito en las ediciones españolas de AD, Glamour, Grazia y Harper’s Bazaar y, ahora, hace lo propio en EL PAÍS y S Moda.

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