_
_
_
_
_

Unas buenas cejas pueden quitarte años de encima

Dependiendo de su diseño y cuidado parecerás más joven.

cover
Imaxtree

Frida Kahlo, Joan Crawford, Marlene Dietrich, Brooke Shields o, recientemente, Cara Delevingne. ¿Qué tienen en común todas estas mujeres? Que deben su fama, y tal vez su fortuna, a una determinada parte de su rostro: las cejas, yo diría que la zona de la cara que más pistas da acerca de la personalidad del individuo o de que pie cojea. La monoceja de Frida, por no hablar de su bigote, nos apuntaba que la pintora fue una mujer independiente, que desafío los cánones de la época y que, a pesar de sus muchas limitaciones, en parte físicas debido a un grave accidente que rompió su columna vertebral, supo florecer y mostrar al mundo su valor en su breve existencia. Las cejas espesas que enmarcaban los ojos saltones de Joan Crawford, nos prevenían que era una mujer a la que convenía tener por amiga, ya que podía convertirse en tu peor pesadilla. Madre autoritaria y aterradora, según cuenta su hija adoptiva, Christine Crawford, en Queridísima mama (1978), una venganza literaria publicada un año después de la muerte de la actriz, en la que su retoño, o mejor dicho víctima, se despachaba a gusto recreando un retrato de su madre adoptiva como el de una alcohólica y neurótica, obsesionada con la limpieza y la pulcritud y con una cierta inclinación al sadismo, y no precisamente en el terreno sexual. Mientras las cejas espesas, infantiles y con pequeños remolinos de Brooke Shields o Cara Delevingne delatan a mujeres hermosas con una pequeña tendencia a la rebeldía.

Esta capacidad de las cejas para proporcionar al rostro expresión y carácter cuenta con la ventaja de que, al contrario de la forma de la nariz, los ojos o los labios, los marcos de los ojos pueden modificarse sin tener que pasar necesariamente por el quirófano. Las cejas pueden depilarse o teñirse con excelentes resultados que pueden realzar o iluminar la mirada, equilibrar las facciones, dar simetría al rostro, suavizarlo o endurecerlo, proporcionar un aspecto más natural o sofisticado y añadir juventud.

Las modas han afectado mucho a esta parte del rostro, desde las cejas ultrafinas de los años 40, que volvieron luego en los 70, a las gruesas que se llevaron en los 80 y que Delevingne ha vuelto a resucitar: espesas, rotundas, mucho más oscuras que el color de pelo y que enmarcan unos ojos de gato. Es lo que muchas pedirían a los reyes magos de la belleza. Sin embargo, seguir las modas en este tema no es lo más aconsejable. Según Lorena Lablack, que cuenta con un atelier de diseño de cejas en Madrid, “no hay reglas fijas y lo primero que hago con cada clienta es un estudio de su cara, su pelo y su estructura ósea para ver qué tipo de ceja es la que más le conviene, porque aunque ahora se llevan más pobladas y naturales, no a todo le mundo le quedan bien”.

“Si queremos que las cejas nos ayuden a sacarnos algunos años tenemos que huir de las excesivamente perfectas y delineadas”, cuenta Lorena, “ya que nos harán parecer mayores y nos restarán naturalidad. Soy partidaria de mantener los remolinos porque dan un aire más infantil, aunque si los pelos sobresalen mucho hay que cortarlos. En el diseño de cejas lo importante es saber dónde hay que sacar pelo y dónde dejarlo o añadirlo. Ocurre también que mujeres que han tenido unas cejas pobladas y maravillosas en su juventud, cosa de la que se sienten orgullosas, intentan seguir manteniendo esta forma con los años. No es acertado, porque la ceja poblada con la edad puede resaltar el párpado caído, mientras que si se depila un poco en su parte externa contribuye a crear un efecto lifting. Es el caso de Broke Shields, que en su juventud tuvo unas cejas preciosas, una de sus señas de identidad, pero si viniera ahora a mi atelier le quitaría algo de pelo y se vería mejor”, comenta esta profesional de la estética.
 

Brooke Shields y Cara Delevingne, dos mujeres que han hecho de sus cejas rebeldes su seña de identidad.

Corbis/ Getty

Sobre el color todos coinciden en que las cejas nunca deben ser más claras que el tono del pelo porque en este caso el rostro pierde carácter, pero esto es algo que raramente ocurre naturalmente, y se da cuando una es rubia y se tiñe de un tono oscuro. Entonces es importante decolorar también la ceja. Lo que se puede empezar a hacer en caso de que aparezcan canas.

Cómo remediar las calvas

Con los años, la densidad de la ceja es cada vez menor, por no hablar de las pequeñas calvas que pueden aparecer, o que incluso muchas mujeres jóvenes tienen debido a cicatrices. Antiguamente se rellenaba la ceja con lápiz pero últimamente la industria cosmética posee todo un arsenal de productos para esta parte del rostro con la importante misión de enmarcar la mirada. Existen acondicionadores para cejas, como Revitabrow, que además es hipoalergénico y no irrita y la marca Benefit cuenta con una línea para esta importante parte del rostro. Brow Zings es una cera y polvo que se mezclan y se utilizan para peinar la ceja, darle espesor, unificar y estructurar. High Brow, también de Benefit, es un lápiz efecto lifting que se aplica por debajo del pelo y que da luminosidad y amplia la mirada. Pero seguramente el más utilizado y practico es Gimme Brow, de la misma marca, cuya misión es rellenar los huecos que la edad o las cicatrices han dejado en nuestras cejas. Su formato es similar a una máscara de pestañas pero contiene microfibras de nailon que se adhieren al pelo dando más volumen a la ceja y unificándola. Además es waterproof, con lo que puede utilizarse en la playa o la piscina, escenario peligroso que deja al descubierto los defectos más evidentes, que generalmente el maquillaje se encarga de enmascarar.

Sandra Constanzo, directora de la boutique Benefit en Madrid, donde se hacen diseño de cejas, además de en las tiendas de Sephora y El Corte Inglés, cree que este producto es el más adecuado para el problema de falta de pelo que llega, generalmente con los años. “Nuestras madres recurrían al lápiz de cejas para pintárselas, lo que quedaba muy artificial, luego llegó la micropigmentación, que pintaba la ceja pelo a pelo y en principio daba un aspecto mucho más natural, pero yo no soy muy partidaria de esta técnica porque, al fin de al cabo, es un tatuaje y con los años, por muy bien que se haga, el color se va perdiendo. He tenido clientas que se han hecho esto y tras varios años llegan con la ceja de un color que tira al rosa o al azul. Yo optaría por el Gimme Brow, un producto que no es permanente y que siempre se puede retirar”, comenta Sandra.

Joan Crawford y Frida Kahlo.

Corbis/Getty

Implantar pelo

La alternativa definitiva al anterior problema y que daría un aspecto más natural sería la implantación de pelo en la ceja, pero todavía no está muy perfeccionada. Según el cirujano plástico, Javier de Benito, del Instituto Javier de Benito, en Barcelona, “los injertos de pelo en esta zona son muy complicados, porque hay que sacar pelo del cuero cabelludo e implantarlo, que vaya en una determinada dirección y crear una ceja estéticamente bonita. De momento, no han dado muy buenos resultados”. Cuando el diseño no es suficiente para convertir una casa vieja en una con carácter, muchas recurren a la cirugía o a determinadas sustancias milagrosas para revitalizar esta importante parte del rostro. Según este cirujano, “se empieza con botox, que se inyecta en la parte exterior de la ceja para subirla un poco, porque con los años las cejas tienden a bajar y dar un aspecto triste a la mirada –si se le pide a un niño que dibuje a alguien que no es feliz, pintará una cara con unas cejas hacia abajo-. Para las mujeres que no responden al botox se les pone Silhouette Soft, unos hilos tensores con conos de ácido poliláctico, que elevan el párpado. Y luego para mujeres más mayores existe siempre la alternativa de la cirugía. La que nosotros practicamos es mini invasiva, sus efectos secundarios son menores y la recuperación es mucho más rápida”, comenta de Benito.

La ecuación: cumplir años = tener la mirada cada vez más afilada hasta convertirse en Cruella de Vil o el mismísimo Lucifer, no es sino el producto del mal gusto y del afán por verse más joven a cualquier precio. “Es un grave error, pero muchas mujeres identifican juventud con cejas muy altas. No siempre es así, ya que hay muchas chicas jóvenes que las tienen bajas”, apunta este cirujano plástico.

Existen productos que ayudan a mantener las cejas sanas y pobladas y a evitar la caída del pelo en esa zona. Lorena Lablack recomienda el Eyebrow Renewing Serúm, de M2 Beauté, mientras Sandra Constanzo apunta como muchas de sus clientas dicen usar aceite de ricino con muy buenos resultados. “Si queremos que nuestras cejas se mantengan bonitas” apunta Lorena, “hay que evitar andar todo el día con la pinza, ya que así siempre estará sucia. Hay que depilarse y respetar el ciclo de crecimiento de la ceja, que es de 21 a 28 días, aunque con la edad se va ralentizando”. Constanzo insiste en “no quitarse los pelos mirando la tele con un mini espejo, porque perdemos la perspectiva general del rostro y puede que quitemos más pelo del necesario y no queden ambas cejas iguales. Hay que hacerlo con un espejo grande en el que nos veamos toda la cara”.

Y por último un consejo a los caballeros. Está bien que las arreglen y corten los pelos largos que sobresalen, pero de eso a emular a Marlene Dietrich hay un amplio margen. Si hay que elegir, es mucho mejor parecerse a Groucho Marx que a los metrosexuales concursantes de Mujeres y Hombres y Viceversa.

Marlene Dietrich y sus cejas insignia.

Getty

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_