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Tratamientos cosméticos efectivos… pero poco apetecibles

No todas las terapias de belleza son tan placenteras como las pintan.

Tratamientos

Ictioterapia. El año pasado si no juntaban en comunión las durezas de tus pies con los pececillos Garra Rufa no eran nadie. Pero ¿alguien quería realmente hacerlo y sufrir de las más espantosas cosquillas? Hoy, con la tendencia ya en declive, el Reino Unido ha comenzado a decir que esos peces pueden transportar infecciones de unos pies a otros. Una razón más para librarse de morir (aunque sea de risa) durante la pedicura.

Después de ver los efectos del botox en Meg Ryan no apetece mucho utilizarlo.

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Toxina botulínica. A pesar de que no solo se aplica en intervenciones estéticas, se ha hecho famosa a través de esa vía. Fue así como vimos en algunas de sus embajadoras, como Nicole Kidman o Meg Ryan, cómo el abuso podía lograr los efectos contrarios de lo deseado. El hecho de que se inyecte con agujas tampoco ayudará a convertirla en el superventas de cualquier balneario, ¿verdad?

Parece indoloro… pero el láser duele.

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Depilación láser. Hablemos claro de una vez por todas: el láser (diodo, alejandrita…) duele muchísimo más que una depilación tradicional. Quien diga que solo es un pequeño escozor es que no lo ha probado. Eso sí: queda en vuestra mano elegir si queréis pasar alrededor de ocho/diez jornadas durísimas o enésimas sesiones de cera o pasta de azúcar con muchísimo menos dolor… Y también un consejo de madre preocupada: si elegís la opción de muerte súbita, es preciso que optéis por un centro de trayectoria avalada. En algunas ocasiones se han dado casos de quemaduras graves por mala praxis.

No se ve muy agradable el envolverse en lodo por muy beneficioso que sea.

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Baños de lodo. Piénsalo detenidamente… ¿qué tendrían que prometernos, en saludo o estética, para que nos quisiéramos meter de lleno en el barro? Una cosa es una mascarilla, pero sumergirse en arenisca emulando a Cleopatra en leche de burra son palabras mayores. Muchas son las personas que, sin embargo, parecen no haberse preocupado nunca por eso y van en peregrinación buscando los lodos más oscuros. Que la suerte les acompañe.

A Valentino no le han sentado muy bien los rayos UV.

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Rayos UVA. "Ah, ¿es bronceado? Creí que te habían atacado un montón de subrayadores naranja" decía un grupo de Facebook (con 83.395 seguidores). Una de las mejores formas de convertirse en ese individuo naranja à la Giorgio Armani es a través de los Rayos UVA. El procedimiento en sí no es doloroso: vuelta y vuelta en una cabina de luz. Pero uno se lleva a casa (junto al tono anaranjado) el también maravilloso envejecimiento cutáneo y la posibilidad de desarrollar cáncer de piel. Un planazo.

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