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Sérum, crema hidratante, fotoprotección… ¿en qué orden debo aplicar las cremas que me pongo?

Practiques o no la rutina de belleza coreana, un buen cuidado facial pasa por aplicar unos cuantos productos, este es el orden en el que debes hacerlo.

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Getty (Getty Images/Tetra images RF)

Quizá no llegues al extremo de la rutina de belleza coreana, que incluye 10 pasos diarios para lucir una piel de porcelana, pero tus cuidados faciales deberían incorporar al menos tres o cuatro productos para hacerla realmente efectiva. Una colección de cosméticos que para las no iniciadas en este mundillo puede resultar algo confuso. A la limpiadora de cara habitual, se le suma un serum o un aceite, una crema hidratante y un fotoprotector porque, como ya sabrás, aplicar protección solar es algo que deberías hacer todos los días del año, independientemente de si está nublado o de si vas a ir a la playa o la piscina. De esta manera nos encontramos con un repertorio de productos que no siempre tenemos claro cómo debemos aplicar y en qué orden. Esto último influye, y mucho, tal y como nos explica Ana Puelles Lostao, directora del centro de estética Lostao, por tres motivos: “por la función que van a desempeñar, por la capacidad de vehiculización -porque no todos los productos tienen la misma- y porque puede perder efectividad”.

Para salir de dudas, empecemos por el final: el paso que siempre debe ser el último en tu rutina de cuidado facial de día es el de aplicar el protector solar, “ya que con la crema solar, sellas todos los beneficios de los productos anteriores y al mismo tiempo añades una base de antioxidantes que es clave para neutralizar el efecto negativo de las radiaciones solares”, afirma Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. ¿Y si nos maquillamos? “Si nos maquillamos, se aplica primero la crema solar y después el maquillaje. No hay que preocuparse porque el fotoprotector no perderá eficacia, ya sean filtros físicos o químicos. Es más, aplicando maquillaje después de la crema solar, su protección se refuerza porque el maquillaje de por sí, gracias a los pigmentos, ya protege”, responde Paola Gugliotta, fundadora de Sepai y APoEM, master en Dermocosmética y postgrado en Genética e Inmunología por Harvard. Actuará como una especie de “booster o refuerzo contra los rayos UV al ejercer como una barrera física contra los mismos”, añade Pedro Catalá de Twelve Beauty.

Así,  el orden que deberíamos seguir es, según la facialista Yvette Pons, al frente del instituto estético que lleva su nombre, es el siguiente: primero aplicar un producto de limpieza que respete la barrera hidrolipidica de protección que tiene la piel y la libere de todos los componentes que se acumulan en su superficie y que pueden obstruir los poros e interferir en  la óptima penetración de los principios activos. Posteriormente, tonificarla adecuadamente para equilibrar su PH y activar la micro circulación para que los cosméticos continuos lleguen a su destino en mayor proporción y más fácilmente. Seguir con la fase activa, el sérum, que va a actuar directamente en el foco de cualquier alteración,  desequilibrio o falta de nutrientes que podamos tener. Seguidamente un contorno para la piel de los ojos. Después la crema facial que por su peso molecular ha de estar en último lugar. Como producto de tratamiento ésta siempre es más multifuncional pero es imprescindible para tratar y proteger las capas más superficiales de la piel.  Para finalizar el protocolo deberíamos aplicarnos la pantalla solar. Está en último lugar porque tal y como su nombre indica, es una “pantalla”, que protege a la piel de los rayos UV. Si quisiéramos maquillarnos lo podríamos hacer después de la protección solar y pasados unos minutos.

Una cantidad de productos que pueden parecerte excesivos durante el verano y con las temperaturas tan elevadas que estamos teniendo en estas semanas. En este caso, la fundadora de Sepai y APoEM sí recomienda adaptar la rutina de belleza en verano, “todo en lo que se refiere a la hidratante, porque su acción en la piel depende del clima. Cuanto más frío, más hidratante necesita la piel y cuanto más calor, más suda la piel y menos tolera las cremas hidratantes. Siempre es bueno ajustar cuando hay un cambio de temperatura, a una crema hidratante que se ajuste mejor a las necesidades de la piel. Y aunque la piel acepte la textura, se puede comportar de manera diferente, apareciendo granitos o sequedad con la misma hidratante, dependiendo de la temporada”, nos explica. Para Pedro Catalá la clave está en no ahorrar pasos durante esta estación ya que “las altas temperaturas asociadas a esta época del año aumentan el riesgo de la temida perdida de agua transepidérmica. Un fenómeno imperceptible al ojo humano, pero que hace que nuestra piel pierda contenido en agua” y si nos maquillamos, “dirigir nuestra atención  a maquillajes más ligeros como una BB Cream o un autobronceador con efecto buena cara, de lo contrario corremos el riesgo de saturar nuestra piel debido a que muchas de las formulaciones utilizadas, son emulsiones agua en aceite y la sensación es demasiado oleosa si añadimos demasiadas capas”.

En definitiva, el orden de los factores sí altera el resultado final en cuestión de belleza y también es clave no renunciar a ninguno de los pasos esenciales de nuestro cuidado facial diario en el que, durante el verano, la protección solar es el último paso y el imprescindible.

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