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Seis claves para acabar con las ojeras

Mala alimentación, insomnio, cambios hormonales, estrés y contaminación. Todo se traduce en bolsas, sobre todo en primavera. Tratarlas o disimularlas parece más posible que nunca.

Ojeras

1. OJO CLÍNICO

Las ojeras y bolsas se deben a dos causas: una genética y otra relacionada con el estilo de vida. «La primera es de difícil solución; la segunda se puede resolver con activos como el aloe vera, el ácido hialurónico y las vitaminas», explica Antonio Serrano, maquillador de Shiseido. Hay que realizar un examen de la dermis (en los corners de Shiseido de El Corte Inglés; Elcorteingles.es). «La tecnología mide la hidratación, la pigmentación y la circulación existentes y permite personalizar el tratamiento», añade el profesional.

2. TODO A SU TIEMPO

El resultado final depende del primer gesto. Preparar bien el lienzo es fundamental. «Sugiero emplear serums específicos para esta área, con cafeína o ruscus, una planta capaz de activar la circulación», explica Gemma Prudencio, farmacéutica. Otros aliados son las prebases nutritivas con efecto desintoxificante y con SPF.

3. DÉFICIT CROMÁTICO

La tonalidad oscura de la zona se debe a la falta de dos pigmentos en la dermis: el rojo y el amarillo. «Los correctores en pincel suelen incluir tonos naranjas y resuelven bien esa carencia. Las rojeces se disimulan mejor con sticks verdes», explica Serrano. La mayoría de los nuevos correctores incluye un SPF de protección solar. Es decir, no solo unifica el tono, sino que también protege del sol.

Getty Images

4. ¿BOLSA U OJERA?

La retención de líquidos y lípidos –y no una falta de pigmentos– provoca las bolsas, por lo que este problema es más complejo de disimular. Los profesionales nos dan la clave: «Se debe prescindir del iluminador y apostar por correctores en crema», detalla Serrano. Si coexisten los dos defectos, se empieza con la ojera y luego se difumina la bolsa. 

5. BAJO CONTROL 

«La piel de debajo de los ojos es la más fina del rostro y la más delicada», informa la farmacéutica Gemma Prudencio. La razón: se trata de un área donde la hidratación es menor, porque la barrera hidrolífica es más débil. Para activar la microcirculación sanguínea se puede recurrir a geles y ampollas de colágeno capaces de corregir este problema. 

6. ADIÓS "OSO PANDA"

Uno de los errores más comunes en maquillaje es abusar del corrector y del iluminador. Muchas mujeres emplean una base más oscura de estos dos productos y el resultado es el efecto conocido como oso panda. La solución es sencilla: el corrector debe ser solo un tono más claro que el fondo. «A la hora de elegir el producto, debemos tener en cuenta la estación, si es invierno se debe apostar por emulsiones más grasas, que combatan el frío. En verano deben ser más ligeras y con menos pigmentos», señala Prudencio.

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