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Por qué las manos delatan la edad y hasta dónde ha llegado la cosmética para impedirlo

Hay menos demanda que para otras partes del cuerpo, pero la medicina y la cirugía estética también se ocupan de las manos. Lo más importante, aun así, es la prevención.

Las manos, grandes delatoras de la edad.
Las manos, grandes delatoras de la edad.Getty (Getty Images)

Como bien sabía Fedora, la protagonista de aquella inolvidable película de Billy Wilder, quien jamás se exponía al escrutinio público sin unos guantes de diva puestos,  las manos delatan la edad como casi ninguna otra parte del cuerpo puede hacer. Sin embargo, son grandes olvidados y muchas veces complicadas de tratar. Al igual que en imágenes creadas por Inteligencia Artificial las manos de las personas “fotografiadas” son las que delatan el artificio (suele haber dedos de más y posiciones anatómicamente imposibles), muchas veces nuestras caras y nuestras manos dicen cosas distintas sobre la edad que tenemos. Limpiezas, tónicos, sérums, fotoprotectores, cremas hidratantes… La cara es la que se lleva casi todos los esfuerzos de cuidado de la piel, mientras que las manos, expuestas también al sol y en contacto frecuente con agentes irritantes como los productos de limpieza, tienen suerte si nos acordamos de aplicarles de vez en cuando alguna crema hidratante.

“Lo que pasa es que se nos olvidan, no es lo primero que nos vemos y se nos olvida”, explica la Ruth García, médico estético y vocal de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). El paso del tiempo deja su huella en las manos en forma sobre todo de manchas solares en la piel y de una pérdida de turgencia. “Se suelen marcar los tendones, los huesos, la mano se esqueletiza”, indica la cirujana plástica Concepción Lorca, vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).

Sabemos de sobra que quien no se sienta a gusto con cómo van envejeciendo su cara y su cuerpo puede desembolsar una cantidad determinada de euros, someterse a todo tipo de tratamientos estéticos e incluso pasar por quirófano, pero ¿hay algo también para las manos? “A la hora de tratar las manos, los tratamientos estéticos son los mismos que hacemos en el resto del cuerpo y de la cara”, señala Ruth García. “Las manchas se pueden corregir con peelings, con IPL intensas y con láseres. Y luego podemos nutrir esa piel con mesoterapia, es decir, inyecciones muy superficiales de vitaminas, minerales, ácido hialurónico…”, indica. Todo esto son técnicas de medicina estética que se realizan en consulta y que no requieren pasar por quirófano.

Devolver volumen a la mano

El otro tema, el de la esqueletización, se puede solucionar también en consulta mediante rellenos con ácido hialurónico y otros estimulantes de colágeno. “Lo que conseguimos es aumentar un poquito el volumen y a la vez estimular para que se fabrique colágeno propio”, explica la vocal de la SEME. Para esta cuestión, además, existe también una cirugía: se trata también de un relleno, pero con grasa propia.

“El relleno de manos con grasa propia sí es un procedimiento quirúrgico”, explica Concepción Lorca. Al igual que los rellenos con estimulantes de colágeno, su objetivo es recuperar ese volumen perdido. “Se hace una liposucción pequeñita en una zona donde la paciente tenga algún acúmulo, se procesa la grasa y se infiltra con cánulas muy finitas en el dorso de la mano”, expone la cirujana. “La ventaja de este tratamiento es que es más definitivo; los otros rellenos se acaban reabsorbiendo y hay que ir poniendo más con el tiempo, duran unos cuatro o seis meses”, explica.

En cuanto a qué técnica es más recomendable para dar volumen a las manos, la cirujana indica que depende, en primer lugar, de si la paciente tiene o no zona donante para poder hacer el relleno de grasa propia. “Si está muy delgada, hay que ir directamente al ácido hialurónico”, indica. Si puede optar a ambas técnicas, suele depender de la preferencia de cada persona. “Hay quien no quiere entrar en quirófano y prefiere el tratamiento en consulta, aunque tenga que repetírselo. El efecto que se consigue es bastante similar, solo que uno se reabsorbe y se va y el otro es más duradero”, explica. El procedimiento es rápido (unos 40 minutos) y se hace en una única sesión. “Como en toda cirugía”, puede haber riesgo de infección o hematoma, pero la cirujana indica que es raro que ocurra. Además, “no suele ser muy doloroso ni tiene complicaciones importantes”, indica. Un análisis de más de cuarenta estudios sobre las principales técnicas de rejuvenecimiento de manos publicado en 2021 en Archives of Aesthetic Plastic Surgery le da la razón.

Para rellenos no quirúrgicos, además del ácido hialurónico, hay otros estimulantes de colágeno como la policaprolactona o la hidroxiapatita cálcica. ¿Cuándo uno y cuándo otro? Ruth García, de la SEME, explica que el hialurónico tiene una ventaja sobre el resto: hay una hialuronidasa, es decir, una enzima que descompone el hialurónico y que se puede utilizar en casos de excesos o complicaciones. Al margen de esto, suele depender de la preferencia y experiencia de uso de cada médico estético. “Cada maestrillo tiene su librillo”, indica García. “Los estimulantes de colágeno son todo un mundo, pero el mecanismo de acción, aunque sean diferentes partículas, es muy similar”, señala.

Para las venas muy visibles, además, existe también la escleroterapia, un procedimiento quirúrgico que consiste en inyectar una solución en la vena que hace que esta cicatrice y acabe desapareciendo (la sangre se encamina por otras venas), pero Concepción Lorca, en principio, no lo recomienda, ya que con los rellenos se consigue también que las venas se vean menos.

¿Son más difíciles todos estos procedimientos estéticos en la mano que en otras zonas del cuerpo como la cara? Concepción Lorca cree que no, siempre que el procedimiento o la cirugía te lo realice un médico especializado. “Hay que conocer la anatomía y saber dónde infiltrar”, indica.

Casi siempre mujeres

En las salas de espera de las clínicas de medicina y cirugía estética no suele haber demasiadas personas que acudan con la intención de tratar las manos, algo que Concepción Lorca atribuye a que, por un lado, no es una posibilidad que muchas personas conozcan y, por otro, a que “las manos no es algo a lo que le demos tanta importancia como a la cara”. En cuanto al perfil del paciente que sí busca rejuvenecer sus manos, suelen ser personas de a partir de 50 o 55 años, casi siempre mujeres, que tienden además a ser delgadas, lo que obliga en el caso de los rellenos a recurrir al ácido hialurónico.

Por su parte, Ruth García indica que, aunque en los últimos años los hombres ya han entrado en todo en la medicina estética, en manos todavía no ha tenido ningún caso, posiblemente porque en general de momento es algo con poca demanda. Lo que sí ha tenido es algún caso de alguna paciente algo más joven, que por genética ya a los cuarenta y algo tenía las manos “muy esqueletizadas”. De todas formas, explica que lo habitual es que los primeros tratamientos que se hagan en las manos sean por alguna mancha o para darles luminosidad; los rellenos suelen llegar más adelante.

Como en todo tratamiento médico, es importante revisar bien la historia clínica en cada caso por si existiese alguna contraindicación, insiste Ruth García, además de hablar con los pacientes para “acordar las expectativas, que tengan claro qué podemos conseguir y qué no”. Como en el resto de los tratamientos de medicina estética, no se trata tanto de intentar parecer que tienes 20 años si tienes 50, sino de tener “buen aspecto, pero dentro de tu edad”, reflexiona la doctora. “Que tengas sensación de sano, que te veas bien. Eso al final también es salud”, añade.

Antes de llegar a todo esto, sin embargo, lo más básico es la prevención, coinciden todas las expertas. “Las manos delatan la edad, hay que cuidarlas y básicamente protegerlas del sol y aplicarles mucha hidratación. Pienso que eso es lo más importante para que unas manos parezcan jóvenes, que no haya manchas y que no estén resecas”, indica Isabel Moreno, presidenta de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP). Por último, a quien quiera realizarse cualquiera de estos tratamientos para rejuvenecer el aspecto de las manos, recomienda elegir bien dónde se hace. “Como decimos siempre, realizado por profesiones competentes y formados, no hay ningún riesgo”, señala.

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