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Me estoy quedando sin cejas, ¿qué puedo hacer?

Si se depilan mucho, ¿es cierto que perdemos pelo? Respondemos a todas las dudas sobre una caída de vello que no tiene por qué estar afectada en casos de alopecia androgénica.

cejas
Getty (Getty Images)

Cuando se piensa el cuidado de nuestro pelo, se tiende a pensar en el cabello, pero lo cierto es que hay otras zonas con pelo en nuestro cuerpo que también pueden verse afectadas por problemas de salud, repercutiendo asimismo en una cuestión estética. Es el caso de las cejas.

Como explica la dermatóloga Mayte Truchuelo, del Hospital Vithas Nuestra Señora de América “el pelo de las cejas tiene un ritmo de crecimiento distinto al del resto del cuerpo y sobre todo se caracteriza por la distribución oblicua del mismo”. En este sentido, la experta insiste en que aunque este pelo “no se ve afectado por la caída asociada a la alopecia androgénica, que es una de las más frecuentes en el cuero cabelludo”, sí que es posible perder pelo de las cejas, por lo que “es importante cuidarlas, pues si dañamos el folículo puede ser difícil de recuperar”.

¿Se pueden perder las cejas por depilarlas?

Todas hemos tenido esa tía lejana que de pequeñas nos llamaba la atención porque no tenía cejas, sino que se las pintaba. Y no siempre iguales. En muchos casos nuestra madre nos decía que era por culpa de depilárselas mucho, pero ¿era eso realmente cierto?

A este respecto, David Saceda, del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, aporta que “existen diferentes motivos por los que se pueden perder las cejas. Algunos son muy frecuentes, otros muy raros, pero todos hay que tenerlos en cuenta para llegar a un diagnóstico correcto y poder poner solución a este problema”.

Así, el experto confirma que una depilación agresiva y en exceso sí que puede ser un motivo para perder las cejas. Para evitarlo, el dermatólogo explica que la depilación debe hacerse  “eliminando sólo los pelos que nacen fuera del contorno de la ceja”, de forma que “si algún cabello nace dentro de la ceja y sobresale del perfil es mejor cortarlo o rasurarlo”. La consecuencia de no seguir estas pautas es que “puede producirse un adelgazamiento de la ceja y la desaparición de algunas zonas permanente”.

Si bien depilarse las cejas con cuidado depende más de la maña de cada una, o de ponerse en manos expertas, hay otros motivos que pueden llevar a la pérdida de las cejas que pueden ser más complejos.

Es el caso de que la persona padezca de dermatitis seborreica o psoriasis, ya que según Saceda “es frecuente la aparición de brotes en el cuero cabelludo y también en las cejas, incluso en el entrecejo.” En estos casos, “la caída del pelo puede ser muy llamativa, abundante y acompañarse de descamación o caspa gruesa, pero una vez que se frene el brote el pelo renacerá con completa normalidad”.

El principal problema es que el brote provoque rascados en exceso que generen heridas, o por otras causas, como una caída o golpe, en la zona se acabe generando una cicatriz. En este caso, el experto alerta de que “las cicatrices destruyen la raíz del pelo de forma permanente”, por lo que “para recuperar el pelo en estas zonas se puede plantear un trasplante capilar reconstructivo”.

También son posibles los casos de alopecia. En concreto, se podría tratar de una alopecia frontal fibrosante, “un problema cada vez más extendido en nuestro entorno que afecta principalmente a mujeres después de la menopausia”. Se caracteriza porque “el pelo se sustituye por una cicatriz, por lo que no vuelve a crecer”. Asimismo puede tratarse de una alopecia areata, “una enfermedad inmunológica en la que las defensas de nuestro organismo atacan de forma directa a la raíz del pelo haciendo que se caiga”.

Prevenir la caída

Precisamente en el caso de la alopecia areata, ante los primeros síntomas, existen tratamientos preventivos, como “infiltraciones locales con antinflamatorios, que pueden frenar la enfermedad y hacer crecer el pelo de nuevo”. Pero no en todos los casos se podrá actuar de la misma manera, por ello es importante ponerse en manos de un dermatólogo especialista en tricología.

Sobre esto, Saceda añade que “el análisis con un tricoscopio digital es esencial en mucho de los casos, ya que permite estudiar la raíz capilar a gran aumento. También se debe completar el estudio con una analítica sanguínea básica que detecte alteraciones del metabolismo u hormonales”.

A este respecto, Mayte Truchuelo argumenta que si bien hay casos como la dermatitis seborreica que son más difíciles de prevenir, sí que es posible tomar medidas como “evitar tratamientos que sean muy agresivos o quemaduras” en la zona de las cejas, por lo que “tanto para depilación como para tinte se recomienda escoger productos suaves”.

Obviamente también habrá que evitar costumbres o manías como rascarse en exceso o incluso tratar casos como la tricotilomanía, en la que la persona tiene tendencia a arrancarse el pelo compulsivamente.

Posibles tratamientos

Como informan en el Instituto Médico Dermatológico si ya se ha producido la pérdida de parte del pelo, una de las soluciones “más sencillas y recurrentes es la micropigmentación en las cejas”. La cuestión es que este tipo de tratamientos no se basa en recuperar pelo, sino que simplemente trata de “camuflar pequeñas zonas donde lo hayamos perdido”.

En este sentido añaden que este sistema, similar a un tatuaje, “puede ser más o menos permanente, pero que necesita de un mantenimiento regular para que luzca realista”. De esta forma “es la solución más barata y menos intrusiva, pero también la que da unos resultados menos naturales”.

Así, en los casos en los que la caída no es en una zona concreta, sino que ha afectado a gran parte de la misma o es muy visible, la recomendación pasa por optar por “el injerto de cabello” gracias al cual además se podrá conseguir una sensación de ceja más poblada. Desde el Instituto Médico Dermatológico insisten en que “como cualquier otro trasplante, se utiliza el vello de otras zonas de nuestro cuerpo, en concreto de la nuca y en algunas ocasiones el de detrás de las orejas”.

Se trata de una intervención que se realiza con anestesia local, en la que “se trabaja con mucho cuidado el respetar la ondulación y la línea de crecimiento de la ceja”, sobre todo teniendo en cuenta que “el aspecto tan particular del pelo de las cejas”.

A este respecto, Mayte Truchuelo apunta que esta opción será viable “siempre que no haya inflamación activa y la enfermedad de base esté ya estabilizada”. Además, “en aquellos casos donde haya caída definitiva de las mismas, o también en aquellos donde se pierde densidad (pero no hay inflamación activa, esto es importante porque podría empeorar dicha inflamación), se puede igualmente optar por el tatuaje” o la ya citada micropigmentación.

Por otra parte, mientras se trabaja en su recuperación con un dermatólogo, hay ciertos remedios caseros y soluciones para disimular la caída o los huecos que se hayan generado. En este sentido, Mayte Truchuelo recuerda en primer lugar que “hay técnicas de maquillaje corrector mediante las cuales, con un pincel corrector y una buena técnica de pintado de la ceja, se disimula muy bien”.

Para casos más complejos, existen incluso “postizos de cejas con pegamentos”, aunque la experta aconseja “evitar aquellos que sean muy agresivos o en casos de inflamación activa”.

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