¿Qué son los champús antipolución y cuándo deberíamos usarlos?

Vivimos en plena era detox: del organismo, de la piel e incluso digital. Hasta ahora no se nos había ocurrido pensar en el pelo, pero los expertos aseguran que tanto a la fibra como al cuero cabelludo también les afecta la contaminación, el humo del tabaco e incluso de las cocinas. Adolfo Remartínez, creador de Nuggela&Sule, explica que “los tóxicos, residuos y partículas en suspensión a los que estamos sometidos a diario se van depositando en las fibras de queratina, originando poros en la composición de la estructura del cabello”. Este se vuelve opaco, dañado y sin vida.

Lo confirma la dra. Cristina García-Millán, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén: “Existen tres mecanismos que están siendo investigados mediante los cuales la polución causa daños en la piel y el cuero cabelludo: la activación del receptor aril hidrocarburo, presente en células cutáneas como queratinocitos, fibroblastos, melanocitos o células de Langerhans, la generación de radicales libres y la inflamación y deterioro de la barrera cutánea. Sabemos que el cabello está formado por queratina, y que el proceso de queratinización está regulado por hormonas, vitaminas, factores genéticos y metabólicos; las alteraciones en el metabolismo producidas por los radicales libres y agentes nocivos puede provocar una queratinización anormal, y defectos estructurales en el tallo”, aporta la experta. Y también un cuero cabelludo sensible, irritado, asfixiado y con posibles picores, aclara Leonor Greyl, presidenta de la firma capilar.

Ahora que lo sabemos, vamos a ponerle remedio echando mano de las novedades cosméticas: aguas micelares que capturan impurezas dejando la superficie nutrida a la vez que limpia, activos como la menta acuática que han demostrado descontaminar la naturaleza (según un estudio de la Universidad de Tsinghua junto a Klorane), mascarillas con antioxidantes como la vitamina E y el extracto de naranja, aceites calmantes y equilibrantes. ¿Y cómo lo aplicamos? Hemos reunido los consejos de los expertos, y esto es lo que nos han contado:

Evita champús con tensioactivos

“Es muy importante que las líneas cosméticas sean respetuosas con el cabello al igual que con la piel, evita aquellos que los contengan y dañen la fibra y los conservantes que puedan ocasionar dermatitis de contacto”, dice la Dra. García-Millán, que recomienda productos con antioxidantes. Una pista: si tienen tensioactivos suelen hacer espuma y aparecen en la etiqueta con los términos sodium lauryl sulphate S(LS), sodium laureth sulphate (SLES), etc.

Alterna con los micelares

Si ya eres adicta al agua micelar para limpiar el rostro por lo cómoda que resulta y lo hidratada que deja la piel, espera a probar los champús: están libres de siliconas, limpian en profundidad y aportan nutrientes respetando la salud de pelo y cuero cabelludo.

Utiliza mascarillas prechampú

Eliminan la suciedad y los residuos de polvo, polución y productos de styling del cuero cabelludo y no apelmazan, al aplicarse antes del lavado. Desde Phyto añaden que permiten al cuero cabelludo “respirar”, y que la melena gana cuerpo y volumen.

Utiliza mascarillas ‘repelentes’

Busca las fórmulas capaces de reducir la adhesión de las partículas contaminantes, con activos que ejerzan una acción protectora.

Cuidado con las dietas estrictas

Las deficiencias, habituales en las dietas de adelgazamiento no supervisadas, ocasionan alteraciones en la síntesis de colesterol y de ácidos grasos, y en la queratinización del pelo, explica la dermatóloga.

A continuación, nuestra lista de recomendaciones:

Mascarilla Purificante Pre-champú de Phyto con aceite esencial de eucalipto, (19,90€).

Champú Micelar de Pantene con complejo antioxidante para combatir la polución (2,90€).

Champú Micelar Detox de Yves Rocher con semillas de moringa antioxidantes (3,95€).

Champú Epigenético Pieles Sensibles de Nuggela&Sulé (19,90€).