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Ni californiano ni ‘balayage’, ahora el rubio que se lleva es el mostaza

El color de moda en las redes sociales es llamativo, pero difícil de llevar, según los expertos. Te presentamos el mustard yellow en 6 claves.

missy_theige Instagram
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Si el año pasado el rubio imperante era el beige discreto en convivencia con el platino, esta temporada la nueva y sorprendente tendencia entre influencers es el mostaza, a medio camino entre el amarillo y el naranja y de todo menos discreto. Si te animas a probarlo, anota los puntos a tener en cuenta:

Apto para Instagram. Según el estilista Eduardo Sánchez, “es un tono muy llamativo visualmente, pero difícil de llevar en la vida real más allá de las redes sociales, o de contextos muy concretos como el de las celebrities que quieran transmitir una imagen muy transgresora y rompedora”. Para el experto, esta moda entendida como total look es más de fuera, porque las españolas “rechazan especialmente el amarillo y los dorados”, dice.

Solo en mechas. Aunque los looks que vemos en Instagram suelen elegir el mostaza en toda la melena, Nadia Barrientos, directora de The MadRoom, recomienda realizarlo en “mechas progresivamente hasta alcanzar el color completo. De esta manera nos identificaremos más con este tipo de tonalidades, las cuales suelen aportar reflejos muy dorados que aportan mucha luz pero no favorecen a todo tipo de pieles”. ¿Las favoritas? Las más claras. Lorena Martínez, estilista de Divinité Salón, apuesta por este color combinado con notas amarronadas y tonos jengibre para que sienten mejor a cualquier tono de piel: “Si no te atreves con el mostaza integral puedes probar con algunos reflejos o mechas en las puntas, como si fueran unas bonitas californianas”.

El riesgo de los tintes fantasía. “Está en el proceso para alcanzar el tono, porque habría que decolorar el cabello y matizar con productos de fijación profunda”, cuentan desde The MadRoom. Como sucede con cualquier tinte fantasía, la melena sufre mucho, “porque para conseguirlo además de la decoloración previa hay que extender una mezcla de tintes puros amarillos y verdes”, añade Eduardo Sánchez. Podemos imaginar la de cuidados de mantenimiento que necesita por tanto, y que no es apto para pelo frágil o especialmente fino.

Cuidados específicos. El consejo de Nadia Barrientos es huir de productos demasiado cosméticos para no saturar el cabello. “Escoge tratamientos hidratantes y reavivadores del color”, añade Lorena Martínez, tanto en casa como en el salón.

Que no se oxide. Sí, el pelo oxidado tira a naranja o amarillo, pero no queremos eso, lo que buscamos es mantener exactamente el moustard perfecto que nos han dejado en el salón. Para ello es importante lavar con productos sin sal (que resecan la fibra), ser fieles al acondicionador (capaz de sellar la cutícula tras el champú) y realizar el último aclarado con agua fría para preservar el color, como cuenta Valeria Costa, de Aquarela Peluqueros.

Cuidado con el sol. Mario Anes, director artístico  de Cotril España, apunta que el peor enemigo de los tintes (y el mostaza es de los más delicados) es el cloro de las piscinas, y “la mejor forma de protegerlo es aplicando un protector que cree una barrera para que no pueda penetrar en el cabello. Además, hay que mantener la hidratación para que esté sano, y para ello aconsejo utilizar pamela, gorro o pañuelo que evite la exposición directa, así como una mascarilla a diario para reponer el agua perdida”. Valeria Costa añade como plus mojar la melena con agua mineral antes de entrar a la piscina para evitar que se absorba el agua clorada.

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