Verde, amarillo, morado… La maquilladora Paula Soroa nos cuenta para qué se utiliza cada uno y cómo acabar con las ojeras, un grano rebelde o cualquier otra imperfección en cuestión de segundos:
1. Soroa saca todo el partido a la paleta Infalible Total Cover de L’Oréal París para tener una cara resplandeciente. Un consejo: si se ha dormido poco, hay que poner el corrector verde bajo los pómulos para disimular el cansancio y el beis claro, en la barbilla para iluminar.
2. El corrector Infalible Total Cover contiene dos ceras muy utilizadas en el mundo de la cosmética: la copernicia cerifera, que aporta protección y resistencia al agua, y la microcristalina, tan flexible, que ayuda a que la piel se sienta cómoda y sin sensación de acartonamiento.
3. Su textura fluida en gel consigue la unificación del color a la medida de la necesidad de cada persona. No solo sirve para cubrir las imperfecciones del rostro y prepararlo para el maquillaje, sino también para las que se encuentran en otras partes del cuerpo, como cicatrices.
4. Las pieles apagadas tienen en el morado un gran aliado. Ojeras ambarinas, tatuajes, venas azuladas… el corrector de este tono devuelve a la piel la luminosidad perdida. Aplicado en la frente y bajo los ojos, hace que las ojeras desaparezcan.
5. El verde complementa al color rojo por lo que es el más indicado a la hora de neutralizar granos, las rojeces situadas en las aletas de la nariz o para camuflar problemas dérmicos (rosácea, dermatitis). Un todoterreno que hay que aplicar antes del fondo de maquillaje.