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Los cuatro elementos

El aire, la tierra, el agua y el fuego inspiran los últimos descubrimientos en cosmética facial.

Maquillaje oro

AIRE: PARA HIDRATAR LAS CÉLULAS

Más allá de la fórmula. Los ingredientes no son lo único fundamental en una crema. La manera en la que se mezclan es vital para que sean efectivas. Uno de los últimos hallazgos a la hora de unir los ingredientes es la tecnología del agua con gas, es decir, la introducción de aire en una fórmula sólida. Esto permite que los activos rodeen las células y que la hidratación llegue a la piel de forma continuada. Otra ventaja: la hidratación dura más. La nanotecnología –es decir, la formulación de activos con unidades microscópicas– también ha mejorado los tratamientos. Esta ciencia aporta una mayor estabilidad frente a la degradación y facilita la penetración de activos. «Estamos trabajando con retinoides nanoencapsulados más estables y menos irritantes, nanopartículas de ácido hialurónico que penetran y consiguen un efecto de relleno mediante aplicación tópica. Otra línea de trabajo es la toxina botulínica nanoencapsulada, que podrá usarse con fines dermocosméticos y se aplicará tópicamente aunque aún quedan cinco años para que se comercialice», afirma la doctora Ana Calpena, miembro del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología de la Universidad de Barcelona.

Sérum ADN Goldâge Élevé Cure de Anne Möller (53,50 €). Jelly Aquarysta Rejuvenating Concentrate de Astalift (92 €). Crema fundente Hydra Sparkling de Givenchy (54 €). 

TIERRA: PLANTAS, FLORES Y PIEDRAS PRECIOSAS

– Cremas con raíces. Las plantas silvestres o cultivadas aportan propiedades antioxidantes, regenerantes, hidratantes o iluminadoras, pero no hay que confundir un producto que incluya ingredientes botánicos con uno biológico. Si es «bio» lleva un sello que garantiza que está fabricado en condiciones que respetan el medio ambiente y que está libre de conservantes y agentes químicos. Volviendo a los cosméticos con vegetales, David Rodríguez, del área de formación de Clarins, explica que algunos, como el tomillo limón o el de banana verde, favorecen la síntesis de proteínas. «Es un paso esencial para que los activos se fijen en las células y actúen», afirma. L’Oréal Paris apuesta por el Pro-xylane. El nombre de esta molécula suena a ciencia ficción, pero en realidad procede de la haya. Germaine de Capuccini combina jalea real con un hongo antiedad llamado poria cocos.

Los extractos se sofistican hasta el límite: si antes oíamos hablar de cremas a base de ginseng, ahora se incorpora el kombucha, otro hongo de origen chino que se prepara en forma de té fermentado y posee grandes propiedades iluminadoras; la baya de acai, repleta de antioxidantes; el esterol de granada, que ayuda a fortalecer la barrera de la piel; la semilla de castaña, regenerante; o la lenteja verde, que favorece la renovación celular.

– De las plantas a las células madre de las flores. «Las células madre de la rosa estimulan las células madre dérmicas», explica Véronique Delvigne, directora científica de Lancôme. La marca ha empleado las rosas de los castillos de Loira (Francia) para su nueva crema antiedad, Absolue L’Extrait. Otro activo poderoso son las piedras preciosas. «El diamante potencia la reflexión de la luz, la amatista neutraliza los tonos apagados y el zafiro, los azulados», detallan desde Sensilis.

01. Concentrado Global Perfecto Pore Minimizer de Sisley (148 €). 02. Idéalia de Vichy (26 €). 03. Revitalizante Confort Extremo de Be+ (26,75 €). 04. Absolue L’Extrait de Lancôme (358 €). 05. Multi-Régenérante Jour de Clarins (55 €). 06. Royal Jelly de Germaine de Capuccini (30,20 €). 07. Idyllic Stem Cells Antiaging Global Treatment de Sensilis (120 €). 08. TimeWise Night Restore & Recover Complex de Mary Kay (50 €).

AGUA: CAVIAR, ALGAS Y PLANCTON

– Hidratar y restaurar. El agua no es solo importante en la dieta, también lo es para la piel; supone el 70% de la misma. «Para que una crema sea buena debe ser hidratante. La hidratación restaura la elasticidad y aporta suavidad y luminosidad», asegura Onofre Sanmartín, profesor de Dermatología de la Universidad Católica de Valencia.

Los laboratorios de Biotherm han cuantificado recientemente cuánto de una piel envejecida se debe a factores internos. Al parecer, solo el 20%. «El otro 80% se debe, sobre todo, a la radiación ultravioleta», afirma Christian Marcos, director de la marca. La buena noticia es que estos daños se pueden reparar en parte. La solución se encuentra en el fondo del mar. «Hemos dado con tres ingredientes acuáticos procedentes de tres zonas distintas: una microalga verde de 3.500 millones de años de Oregón (EE UU), un alga dorada del mar Céltico y plancton termal puro, de las aguas termales de los Pirineos franceses», detalla Marcos.

– Más queratina. El cóctel creado por Biotherm estimula la filagrina, una proteína esencial en la formación de queratina de la epidermis, que estudian hoy muchos científicos. Los tratamientos más vanguardistas ya la estimulan. Otra línea de investigación son las acuaporinas, su misión es regular el paso del agua a través de la membrana celular. Para que funcionen bien y mantengan el nivel de agua en la dermis, se deben proteger desde el interior. «Hemos creado el hidraflux, un activo que interviene sobre la acuaporina AQP3. Este activo potencia el transporte de agua de dentro hacia fuera y viceversa, sobre todo cuando la piel se siente agredida», cuenta Maialen Elizari, responsable de Desarrollo de Laboratorios Cinfa.

En el mar, el ingrediente de lujo por excelencia es el caviar. Es un potente reafirmante. La Prairie lo saca de los esturiones Baerii, que cultiva en sus piscifactorías para respetar el medio ambiente.

01. Serum Blue Therapy de Biotherm (79 €). 02. Suractif Volume Contour Firming Day Cream de Lancaster (74,95 €). 03. Contorno de ojos Aqua Sensation de Nivea Visage (9,29 €). 04. Skin Caviar Liquid Lift de La Prairie (395 €).

FUEGO: 'PEELING' ABRASADOR

– Un tratamiento regenerador. El verano hace estragos en la piel: la exposición al sol la reseca, le resta luminosidad, marca las arrugas y crea manchas faciales. Para reparar los daños es importante renovar las células, se debe exfoliar. La clave es pelarla con un peeling (peel significa pelar en inglés). Existen dos tipos: o con partículas físicas, que arrastran las células muertas, o a base de un agente químico (ácido glicólico, láctico, salicílico, etc.), que «abrasa» parcialmente la epidermis. En este segundo caso, las capas acaban siendo reemplazadas por otras nuevas. Desde la Academia Española de Dermatología recomiendan consultar al dermatólogo antes de usar un producto abrasivo, sobre todo si se tiene la piel reactiva. A pesar de que la concentración para cosméticos de uso casero es baja, los expertos sugieren aplicarlo una vez por semana en pieles secas; entre una y dos en las mixtas; y con más frecuencia en las grasas. 

Adiós manchas. Una abrasión limitada y continuada ayuda a controlar las manchas. Esa es la conclusión a la que ha llegado Shiseido después de años de investigación. La marca japonesa ha inventado una fórmula que estimula la producción de proteínas necesarias para crear un entorno favorable para la renovación celular en las áreas pigmentadas. «Ahora sabemos que hay que completar la recuperación de un ciclo de renovación celular en el tratamiento de las manchas oscuras», explica Consuelo Mohedano, directora de formación de Shiseido.

Máscara facial Visible Difference Peel and Reveal Revitalizing de Elizabeth Arden (35 €). Serum Intensive White Lucent Antispot
de Shiseido (102,50 €).

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