Dice Chanel en su página web que «el accesorio más deseado dentro un bolso es una crema de manos». Pocas veces un eslogan publicitario cala con tanta fuerza casi sin pretenderlo. El furor que el bolso pouch de Bottega Veneta despierta esta temporada en la comunidad digital (y fuera de ella) ha contribuido al encumbramiento de esta crema como la predilecta de Instagram, aunque ya llevaba tiempo dejándose ver en tocadores y bodegones varios.
Su ubicuidad se multiplicó cuando a la directora de moda de Le Monde y estilista para firmas como Givenchy, Suzanne Koller, se le ocurrió meter unos zapatos dentro del citado bolso de Bottega Veneta y colgar la foto acompañada del hashtag #myhandbagatemyshoes (mi bolso se comió mis zapatos). Numerosas prescriptoras e influencers le siguieron el juego fotografiando sus pouch con zapatos incluidos y la tendencia fue evolucionando hacia otras variantes. Aquellas que poseen el codiciado accesorio aprovechan su fotogenia para inmortalizarlo en sus perfiles de la misma forma: abierto y repleto de objetos de cuiadada estética como cosméticos, perfumes (los de Byredo son los más repetidos) o monederos de lujosas marcas. Y entre ellos hay uno que se repite sin parar: la ‘crème main’ de la firma francesa.
Coco Chanel ideó este producto en 1927 preocupada por mantener sus manos jóvenes e hidratadas y 92 años después de aquello se ha convertido en uno de los más populares. Su precio (49 euros) no es precisamente barato para tratarse de una crema hidratante, pero sí para llevar estampado el logo de Chanel. Tanto para quienes no pueden permitirse los bolsos y prendas de la maison como para los que sí, el envase ovalado se ha convertido en un símbolo de estatus. Una forma de identificarse con el universo del lujo (y de mostrarlo al mundo) por una centésima parte de lo que cuesta el clásico bolso 2.55.
La crema está disponible en dos texturas (la más ligera y cremosa, para pieles secas) y también cuenta con una nueva versión de color negro: Le lift, una variante antiedad con concentrado botánico de alfalfa que, según explican, aumenta la síntesis de colágeno y mejora la renovación de la epidermis. Las tres aparecen no solo en las cuentas de belleza con más predicamento de Instagram, también en las de moda. La danesa Pernille Teisbaek, las españolas Paula Ordovás y Gigi Vives, por poner algunos ejemplos, son algunas de las fashionistas que la han inmortalizado en sus cuentas. Y también celebridades como la modelo Rosie Huntington-Whiteley. Por supuesto también protagoniza mucha de las instantáneas de @newbottega, el perfil que rinde homenaje a todo lo que lanza Daniel Lee para la firma italiana.
El producto se ha convertido así en un accesorio de moda en sí mismo como pueden ser unas gafas de sol o una funda para el móvil logomaniaca. «El frasco está diseñado para no deformarse y mantener la fórmula intacta y para llevarlo tanto en el bolso como en el bolsillo», dicen en la descripción corporativa de la crema. La realidad es que su diseño es tan cuqui como millennial, dos ingredientes imprescindibles para lograr likes. Y la crema de manos de Chanel está acumulando unos cuantos.
