El ‘nail art’ extremo, la tendencia en uñas de la temporada

Hace escasamente un mes la publicación Refinery29 sentenciaba: “Rihanna acaba de marcar el comienzo de la tendencia de nail-art más potente del verano”, en alusión a la manicura de efecto marmóreo que la cantante y empresaria exhibió en una de sus últimas apariciones y que, según los expertos, reemplazará a la clásica manicura francesa. Y es que Pinterest ha dejado huella en esto de catalogar lo que es más trendy. En su inabarcable plataforma vemos expertos ejemplos de veteados marmóreos en tonos lavados o estriados que simulan las agrestes caras de las piedras preciosas, otra de las grandes tendencias, que parecen haber aparcado los elixires para equilibrar los chakras para saltar a la mesa de pigmentos de las nail artist más avezadas.

Efecto jade, turquesa, cuarzo rosa o incluso ejemplares más rebuscados, como la labradorita y su tornasolado destello hipnotizante. No hay límites a la hora de estampar sobre este lienzo de moda –la uña– cualquier motivo por complejo que parezca. Puede que Rihanna (el rey Midas de las tendencias, lo que toca, lo convierte en oro) haya sido el detonante de una corriente que parece despertar del letargo gracias al patrocinio de las famosas seguido por el buzzing en redes sociales y la extensa cobertura en medios. Ahora las uñas son el nuevo fetiche, una declaración de intenciones, una forma de mostrar, igual que antaño se usaban corsés, crinolinas y guardainfantes para hacer patente la alta cuna, el empoderamiento femenino.

Kim Kardashian o Jennifer Lopez son otros dos buenos ejemplos de divas del nail art. La alfombra roja de la gala MET fue una buena muestra. Pero sin salir de nuestras fronteras, si podemos atribuir el apogeo de esta técnica que ya vivió hace unos años su momento de gloria a alguien, es a la cantante Rosalía. No en vano, su último videoclip, Aute Cuture, gira en torno a la manicura: “Uñas de divine, ya me las han copiao, que te las clavo, niño, ten cuidao”, una frase en la que la joven promesa saca las garras para elevar a la enésima potencia el arte en esta prolija zona de la anatomía. El artífice, Juan Alvear, desde su cuenta de Instagram @nailsbyjuan.nyc, muestra el proyecto que desarrolló para la cantante con sus innumerables diseños de base puntiaguda de oro rosa con filigranas y apliques de piedras y flores, como extraídos de una obra prerrafaelita o un film de ciencia ficción.

Pero esto, como otras grandes ideas de la moda, se ve fetén en el papel cuché o el plasma de la gran pantalla. No es fácil imaginar escribir unas líneas en el teclado, mandar un whatsapp o simplemente subirse las medias con esas afiladas esculturas en las uñas. Las tendencias se han de adaptar. Por eso Google ha determinado que la compra de press-on nails (digamos que son ejemplares  prêt-à-porter con el diseño ya realizado para llegar y pegar, sticks de usar y cambiar que facilitan mucho la tarea) será una tendencia al alza no solo por la presión de las redes sociales, sino por un cambio en los gustos del consumidor. El gigante de Internet piensa que a medida que las celebrities vayan exhibiendo más ejemplares, más adaptaciones a pie de calle habrá de esta reluciente tendencia. Ya veremos cómo evoluciona…