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La verdad sobre el mito de las canas: ¿salen once cuando te arrancas una?

A nadie sorprende ya el derribo de esta leyenda urbana… pero quizá sí el nefasto resultado que genera arrancar las canas. Varios expertos nos cuentan todo sobre el mito.

La Reina Letizia es una de las últimas figuras públicas que luce sus canas sin pudor.
La Reina Letizia es una de las últimas figuras públicas que luce sus canas sin pudor.© Getty Images (Getty Images)
Eva Armas Gil

Tengo 30 años y hace tiempo que me obsesiona la cantidad de canas que va apareciendo en mi cabeza. Tengo suerte porque salen de forma aleatoria y dispersa, y no concentradas en la raíz… lo que hace mucho más fácil poder evitar las frecuentes visitas a la peluquería o el tinte. Sin embargo, es casi imposible acercarme a un espejo (con la luz del ascensor de mi casa el drama es doble) y no intentar sujetar alguna -con cuidado de agarrarla a ella sola y no llevarme ningún pelo más por el camino- con el objetivo de arrancarla y hacerla desaparecer. En el momento, alivia; pero lo cierto es que es un remedio a muy corto plazo.

Lo hemos oído una y otra vez hasta la saciedad: “no te arranques las canas, que te saldrán más”. Se ha dicho toda la vida y estoy segura de que la mayoría nos lo hemos creído al observar los resultados, porque lo cierto es que, en el tema de las canas, cuando haces pop, ya no hay stop -si se me permite la expresión-. Pero la verdad es que no sucede tal cosa: lo confirman los expertos. Entonces, ¿por qué el mito se mantiene? ¿Qué pasa realmente cuando nos arrancamos canas? ¿Por qué las tenemos en mayor o menor medida y por qué nos salen? ¿Tiene solución? Hablamos con varios expertos en dermatología y peluquería que nos desvelan todas las claves.

“Nos encontramos ante un auténtico mito que nos persigue a los estilistas desde siempre: el mito de que, si arrancamos una cana, están proliferan más en el cabello. Consideramos que lo que puede pasar es que una vez nos fijamos en alguna de las canas que empiezan a aparecer, estamos más pendientes de ellas y empezamos a ver más, fijando la atención en este aspecto”, nos cuenta Quique Sánchez, director creativo de Espacio Q (en Madrid). En psicología, esta distorsión se llama sesgo de confirmación y se trata de uno de los muchos sesgos cognitivos que podemos padecer. En este caso, «se tiende a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas», ciñéndonos a la definición de Wikipedia. 

Apoya su testimonio la doctora Cristina Paradelo, dermatóloga y miembro de Top Doctors, y aporta explicación científica: “No es cierto: por arrancar una cana no te salen más.  Lo que ocurre es que el folículo que ha perdido la capacidad para fabricar melanina y transferirla al tallo piloso no es capaz de recuperarla. Por ello, cuando tras arrancar ese pelo blanco el mismo folículo forme uno nuevo, será blanco igual. Pero como cada folículo tiene sus propios melanocitos (las células que fabrican el pigmento), el arrancamiento de la cana no influye de ninguna forma en los folículos vecinos. La arranquemos o no, con la edad los melanocitos van disminuyendo su actividad, tanto en la piel como en el pelo, y de forma gradual aparecerán más canas alrededor de las que hayamos visto en primer lugar”, confirma a S Moda.

¿Qué sucede (en realidad) cuando te arrancas una cana?

A pesar de haber desmontado el mito, los expertos coinciden en que arrancar las canas nunca es recomendable: «Cuando arrancas un pelo (sea una cana o un pelo con pigmento), puedes dañar de forma parcial o completa el folículo (la estructura que lo fabrica), lo que hará que se forme un pelo más fino o de peor calidad (daño parcial) o incluso que no se fabrique un nuevo pelo (daño completo). La probabilidad de que se produzca este daño aumenta con el número de veces que lo arranques, por lo que mejor dejar la cana en su sitio», advierte la Dra. Paradelo. Además, Daureo confirma lo que ya habíamos experimentado: «Si las arrancamos, salen de punta como un ‘alambre’ y lleva a que cada vez las arranques más porque no te gusta su aspecto… Al final lo que consigues es debilitar el folículo. Es contraproducente». 

Así que hacerlo a menudo y repetidamente no hará más que llegar a esa fase de daño completo: «La tracción continuada del pelo, bien sea mediante peinados tensos o extensiones con peso o por arrancamiento, produce daños que, cuando se generan de forma habitual, acaban llevando a la destrucción del folículo y su sustitución por tejido cicatrizal. Llegada esta fase, la pérdida de esos pelos es ya definitiva», añade la Dra. Paradelo.

¿Cómo y por qué salen canas? ¿Se pueden evitar?

Otros diversos mitos de toda índole circulan por ahí justificando la aparición de más o menos canas más tarde o más temprano. Pero otra vez nos encontramos ante lo que son tan solo creencias populares. Tenemos o no canas, principalmente y en origen, por genética: Es imposible evitar o retrasar su aparición, no hay modo de conseguirlo. El cabello, al igual que nuestro cuerpo, envejece y la genética es el factor principal de su aparición”, nos confirma la estilista Diana Daureo. Confirma la Dra. Paradelo: La edad de debut y el ritmo de aparición de las canas está condicionada por factores hereditarios como el fototipo y los antecedentes familiares: por ejemplo, aparecen de forma más precoz en pelirrojos y en aquellas personas de piel blanca con poca capacidad para broncearse”.

Añadido a esto, y también como nuestro cuerpo o nuestra piel, su aspecto y ritmo de aparición pueden verse afectados por algunos factores externos: “A pesar del peso de la genética, podemos intentar controlar algunos de los factores ambientales y de exposición (el denominado exposoma) para modular en parte el ritmo de aparición de las canas. Entre los factores externos que se han visto relacionados con una aparición más rápida o más precoz de canas encontramos el estrés, el tabaco y los déficits nutricionales, por lo que parece razonable pensar que tener una dieta sana, variada, rica en antioxidantes, evitar tóxicos (tabaco y otros) y una buena gestión del estrés ayudarán al menos a no acelerar el ritmo de su aparición”, puntualiza la Dra. Paradelo.

Las canas son tendencia

Andie MacDowell, la Reina Letizia, Ángela Molina o Carolina de Mónaco entre un sinfín de mujeres anónimas más, han demostrado en los últimos años que lucir canas en vez de taparlas o quererlas disimular es un gesto definitivamente elegante. “De un tiempo hacía aquí podemos observar que hay cierta tendencia a lucir las canas, incluso en melenas largas que era algo menos habitual. Rostros muy conocidos están apostando por lucir sus canas en cabellos más largos… Se están rompiendo estereotipos al respecto y creemos que es algo maravilloso. Siempre y cuando el cabello se luzca sano, con brillo, hidratado, la melena con canas se verá maravillosa”, Cuenta Quique Sánchez a S Moda. 

Para disimularlas, si es lo que se quiere: siempre visita al salón para empezar y contar con el consejo y buen hacer de un profesional. Si se quiere hacer algo en casa, siempre con cuidado: «podemos disimularlas con coloraciones sin oxidación, de esta manera no afectará a futuras coloraciones en el salón», indica Diana Daureo. «Si no queremos recurrir al tinte, podemos optar por hacer mechas para aclarar el cabello o bien aplicar un baño de color de nuestro tono, lo que hará será que la cana se enmascare ligeramente, sin cubrirla totalmente», añade Quique Sánchez.

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Sobre la firma

Eva Armas Gil
Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Comunicación Editorial por la Universidad Carlos III de Madrid, ha dedicado su carrera a medios digitales especializados en belleza, moda y estilo de vida. Ha escrito en las ediciones españolas de AD, Glamour, Grazia y Harper’s Bazaar y, ahora, hace lo propio en EL PAÍS y S Moda.

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