_
_
_
_
_

Esto es lo que debes hacer antes y después de un tratamiento láser para evitar lesiones

La mala experiencia de Carola Baleztena tras un protocolo facial ha generado controversia y preocupación. Tres expertas aconsejan cómo prepararse antes y después de meterse en cabina

Conviene tener en cuenta ciertos aspectos antes de someterse a un tratamiento estético con láser.
Conviene tener en cuenta ciertos aspectos antes de someterse a un tratamiento estético con láser.Getty
Javier Caballero

Este fin de semana, la actriz Carola Baleztena compartió en sus redes sociales el resultado tras un tratamiento láser al que un centro estético le invitó. En el vídeo, mostraba en primer plano marcas por todo el rostro y quemaduras en el pómulo derecho resultado del proceso. También, se quejaba de que pidió que se parase, porque notaba un exceso de dolor e incluso olía a quemado, pero que la persona encargada se negó y le aseguró que se trataba de algo normal. La clínica se apresuró a desmentir las palabras de la intérprete y acusó a la paciente de los efectos secundarios. Según el grupo, no habría seguido las recomendaciones postratamiento indicadas por el profesional responsable.

Polémicas aparte, este caso ha levantado revuelo mediático y cierta preocupación entre las potenciales usuarias de estos protocolos. El miedo a sufrir este tipo de efectos secundarios les hace replantearse si merecen la pena estos tratamientos. En estas fechas, cuando la demanda de procedimientos para mejorar la piel aumentan, la controversia se abre camino. Tres expertas nos cuentan cómo se debe preparar la usuaria antes de entrar en cabina y cómo recuperarse correctamente después.

Las semanas previas

Cuando se determina el protocolo a seguir, resulta fundamental la información que recibe la paciente. «Debe conocer cómo va a procederse y qué consecuencias va a tener para que no se alarme», considera Leticia Carrera, del centro Felicidad Carrera. «Algunas rojeces y pequeñas costras son normales. Las primeras desaparecen en dos días, aunque según la intensidad requerida pueden durar más; las segundas, en una semana más o menos».

«Durante la semana previa a la cita, se debe prescindir de exfoliaciones químicas y de ácidos como el glicólico o el salicílico y el retinoico, que producen una exfoliación suave», añade Carrera. «Este tipo de sustancias sensibilizan la piel, y el láser, un tratamiento microdermoabrasivo, podría provocar quemadura».

La paciente también debe rehuir del sol. «Recomendamos su realización durante los meses de menor exposición solar», aconseja el doctor José María Ricart, director médico del Instituto Médico Ricart. Que el moreno haya remitido se vuelve esencial. «Lo más importante es evitar el sol un mes antes, porque estimula los melanocitos, por lo que se pueden quemar», recomienda la doctora Paloma Borregón, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

Si la paciente se encuentra bajo un tratamiento médico, debe informar al profesional para que le indica cómo actuar. «Algunos antibióticos, en especial antiinflamatorios, vuelven a la piel delicada frente al calor, y habría que dejar de consumirlos un tiempo antes», señala la doctora Borregón. Y considera que se debe acudir a la cita con la piel limpia. «Con un agua micelar bastaría».

Durante y después

Aunque una vez en el centro la responsabilidad depende del profesional, la doctora Borregón advierte: «Algunos establecimientos se guían por el dolor para regular el tratamiento láser. Se trata de un error, pues cada persona tiene un umbral distinto. Se puede estar causando un daño sin saberlo porque el paciente no lo sufre».

El después también importa. Como sucede con el antes, se deben evitar tanto las sustancias que producen una exfoliación durante al menos una semana, como el sol durante el mes siguiente. «Existe la tentación de exfoliarse la piel para librarse de las costritas, pero acabamos arrancando más piel de la necesaria», señala Carrera. La dermoabrasión se acentuaría en estos casos.

Para calmar sus resultados, se deben usar productos adecuados. En los centros Felicidad Carrera recomiendan un sérum regenerador. «Que no sea muy untuoso, mejor ligera», puntualiza Carrera. Borregón se decanta por cremas con zinc. «Cicalfate o Neobiderm servirían para el láser no ablativo; en caso de ablativos habría que acudir a los antibióticos». Y lo más importante: hidratar y el fotoprotector. «Se debe utilizar un factor 50 o superior, no bastaría con el 30 durante el siguiente mes», apuntan los expertos consultados.

Con estos consejos y en manos de un buen profesional, no deberían producirse efectos no deseados. Como señala Carrera: «Ni el láser ni la luz pulsada deberían causar ningún problema».

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_