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El pelo también envejece: cómo cuidar la melena para que se mantenga joven y brillante

Si cuidamos la piel del rostro con cremas y tratamientos específicos, ¿por qué no hacemos lo mismo con el cabello?

Sarah Harris en la London Fashion Week.
Sarah Harris en la London Fashion Week.Getty Images (Getty Images)

Recuerdo en una ocasión oír a un famoso peluquero decir que las españolas no envejecen sino que se hacen rubias. Afortunadamente, desde hace unos años vivimos en la edad de oro de la cana, en la que ya no se la relaciona necesariamente con la vejez y en la que, de hecho, el cabello gris se ha comenzado a realzar como un rasgo de belleza. Pero cuánta actitud hay todavía detrás de una mujer que decide pasar de la coloración una vez cumplidos los 30 y lucir una melena plateada. Sea como fuere, lo cierto es que el tema de la cana ha puesto el foco sobre los cambios que experimenta el pelo según cumplimos años y atravesamos períodos de alteraciones hormonales o situaciones de estrés. Hemos consultado la opinión de varios expertos sobre cómo envejece el pelo según nos hacemos mayores y cómo cuidarlo para que tenga un aspecto brillante y juvenil.

¿Qué les pasa al cuero cabelludo y al pelo según envejecemos?

Es así: con el paso del tiempo hay una mayor caída y un crecimiento más lento del cabello, más encrespamiento y sequedad, menos volumen y aparece pérdida de pigmentación. “Al igual que la piel, el pelo y el cuero cabelludo cambian con el paso de los años, sobre todo después de un embarazo o la menopausia. Algunos cabellos rizados tienden a volverse lisos y por el contrario los cabellos lisos pueden volverse rizados o encrespados”, comienza Quique Sánchez, director creativo de Espacio Q en Madrid. Con la menopausia (que generalmente sucede entre los 45 y los 55 años), los cambios hormonales pueden afectar la producción de sebo, lo que puede provocar una mayor sequedad del cuero cabelludo y la fragilidad del cabello, y un aumento potencial de la sensibilidad a la DHT (dihidrotestosterona), que puede estar relacionada con el adelgazamiento y la caída del cabello a medida que disminuyen los niveles de estrógeno. “En muchas ocasiones el cabello se vuelve fino, está más seco, encrespado y puede romperse con facilidad. También tiende a perder densidad, pero todo esto depende de cada persona”, confirma este estilista. Influyen, además, “el estilo de vida y la alimentación”.

¿Qué podemos hacer para ganar fuerza?

“La fuerza del cabello se puede mejorar sobre todo teniendo una buena hidratación, para que el cabello (especialmente si es fino) no se enrede o se rompa”, explica Quique Sánchez, así que el uso de champús hidratantes es un buen comienzo para conseguir un pelo más joven. Esto es especialmente importante una vez que comienzan a aparecer las canas: los cabellos blancos tienen más espacio en las cutículas y, debido a esto, las moléculas del producto que utilicemos para lavar el pelo penetrarán más rápidamente y en mayor cantidad. “Es cierto que los cabellos con canas son más gruesos, por ello recomendamos que cuanto mayor porcentaje de cana tengamos, utilicemos un champú hidratante acorde a ello. A mayor porcentaje de cana, mayor hidratación”, recomienda Quique Sánchez. Y añade: “Los champús violetas no tienen el poder de hidratación ni de reparación, por lo que recomendamos utilizarlo una vez por semana y complementar nuestra rutina un champú hidratante en cada lavado, sobre todo en los cabellos muy porosos. También recomendamos utilizar acondicionador y mascarilla, una vez por semana”. En nuestra rutina, podemos incluir “un aporte vitamínico o realizar un tratamiento anticaída una vez al año”, sugiere Quique Sánchez, para lograr un pelo más joven.

Si te ves el pelo envejecido, plantéate dejar el tinte

La transición a un cabello canoso, sobre todo cuando se plantea siendo joven, es un proceso complicado: no estamos acostumbradas a ver a mujeres canosas, salvo ancianas. Afortunadamente hoy contamos con referentes como Sarah Harris, la estilosísima editora del Vogue británico que presume de una melena blanca tan larga y tan bonita que haría replantearse las cosas a la más devota del tinte. Porque a veces, la coloración puede convertirse en trampa: ni siempre cuida el cabello (¿cómo podría hacerlo el amoniaco?) ni a una le hace sentir tan libre (la visita obligada para tapar la raíz cada tres semanas es innegociable). Los expertos coinciden en que hay muchos beneficios en aceptar las canas y poner el foco en mejorar el pelo que tenemos de manera natural: los tintes químicos hacen que el cabello sea más frágil y propenso a quebrarse, por lo que dejarlo natural ayudará a retener la longitud y el grosor mientras se mantiene un cuero cabelludo más sano.

Los ingredientes que nunca debería contener tu champú

“Un factor importante en el que no reparamos es en el uso diario de ingredientes dañinos. Hablo, por ejemplo, de los parabenos como el metilparabeno o el propilparabeno o el glicol de polietileno que, además, unidos a factores medioambientales como la contaminación pueden contribuír a la caída del cabello” explica Gema Cabañero, fundadora y directora de la clínica de antiaging y estética que lleva su nombre en Madrid. Somos conscientes de mantener una buena alimentación para cuidar nuestro cuerpo y piel, pero no le prestamos la misma importancia cuando tiene que ver con nuestra fibra capilar. “Una dieta rica en proteínas, vitaminas del grupo B, aminoácidos y magnesio pueden disminuir la pérdida del cabello ya que son nutrientes que ayudan a fortalecer nuestro folículo piloso y ayudan a estabilizar las membranas celulares frente a distintas agresiones, como el estrés oxidativo” concluye Gema Cabañero.

Si notas que tu cabello está empezando a envejecer prematuramente por el mal uso de cosméticos, Xevi Jubany, director técnico de la marca de cosmética capilar KIN Cosmetics, propone lo siguiente: “Sin duda echar mano de un tratamiento de recuperación capilar es lo más recomendable para reestructurar y restaurar la fibra capilar. Buscar en la composición ingredientes naturales como los extractos botánicos ricos en proteínas vegetales (quinoa, baobab, guisante, macadamia, moringa…), reparan en profundidad la fibra capilar y restauran la salud, la fuerza y la belleza del cabello”.

Si la situación es más avanzada y ves que has comenzado a perder mucha densidad, existen protocolos para el cuero cabelludo como el Tratamiento Symmed Total Hair de Gema Cabañero: a través de una tecnología llamada Symmed Total Hair, se combina la radiofrecuencia capacitiva destinada a intervenir en las capas más superficiales de la piel para restablecer el equilibrio capilar y «descongestionarlo» con la radiofrecuencia resistiva indicada para llegar a las capas más profundas y los tejidos pobres en agua para crear un efecto de relajación muscular. Este tratamiento para la melena, aseguran en la clínica, es capaz de promover el flujo sanguíneo y la neovascularización, oxigenar y nutrir las células de la base del folículo piloso fomentando que se multipliquen, deteniendo de esta forma la caída y aumentando la densidad del cabello.

Los 5 mandamientos del cuidado diario en casa

Desde la firma vegana, sin sulfatos y sin parabenos, María Nila lo resumen así: “El envejecimiento capilar se debe a que con la edad la circulación sanguínea se ve disminuida en el cuero cabelludo, por lo que muchas vitaminas y nutrientes necesarios para el pelo llegan en menor cantidad. Por todo esto el cabello se ve más apagado, se vuelve más fino, crece menos, se seca más y se debilita en general”. Y proponen cinco rutinas sencillas para evitar llegar a esa situación:

1. Cepilla el cabello a diario: Cepillar el cabello estimula la circulación del cuero cabelludo, además el cepillar el pelo todos los días ayuda a eliminar las células y el cabello muerto, que solo estropea el sano.

2. Utiliza productos sin siliconas ni sulfatos: “Los sulfatos y siliconas causan irritaciones en el cuero cabelludo, provocando así caspa y sequedad. Además, utilizar una rutina que aporte hidratación y volumen al cabello será esencial para el buen mantenimiento del cabello, ya que el pelo con el paso de los años se vuelve más fino y pierde volumen”. Y ponen dos ejemplos entre los productos de su firma, como Pure Volume Shampoo y Conditioner, ambos con vitamina B5 que aporta gran hidratación.

3. Aplica hidratación extra al cabello: Una mascarilla dos veces por semana aportará un plus de hidratación que mejorará el cepillado y evitará la rotura de las fibras. También es buena idea aplicar un poco de aceite de argán, con propiedades hidratantes y suavizantes.

4. Masajea el cabello al lavarlo: La temperatura ideal del agua tiene mucho de mito (“La temperatura ideal es caliente, pero siempre en el grado que resulte cómodo para cada una”, nos dice Quique Sánchez), y en María Nila recomiendan activar la circulación del riego sanguíneo capilar. ¿Cómo? Masajeando el cuero cabelludo cada vez que aplicas el champú.

5. Aplica el protector térmico:
“Antes de aplicar calor al cabello será de vital importancia usar un protector térmico ya que este hará que el cabello no se debilite por el calor y reducirá los daños que producen las herramientas de calor que llegan a deshidratar el cabello”.

Qué hacer a los 20, 30, 40 y 50

El estilista Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez de Madrid, desvelaba cinco claves para cuidar la melena en cada década y mantenerla radiante, sana y cuidada, “tengas los años que tengas”. Estas son sus conclusiones:

A los 20: más vale prevenir.

Así es el cabello: “Melenas despampanantes llenas de cuerpo y vitalidad. El problema a estas edades es que, al verse bien el cabello, muchas se olvidan de seguir los pasos básicos para un buen mantenimiento”.

Consejos para mimarlo:
– “Ha llegado el momento para hacer una correcta elección de la cosmética capilar. Con el pelo sucede como con la piel, cuanto antes empecemos a cuidarla, mejor afrontará el paso de los años”.
– “Utilizar siempre los tres productos básicos de cuidado capilar, según el tipo de cabello: champú, acondicionador y, una vez por semana, mascarilla”.
– “Dejar actuar la mascarilla durante 15 minutos”.
– “Es el momento de ponerse en manos de un buen profesional que sepa dar con el corte que más te favorezca y enseñarte a manejarlo”.
– “Pero también de atreverse con todo: flequillos, nucas cortas, cortes de tendencia…”
– “Sí, es una década de experimentación y muchas veces se produce un abuso de las herramientas de styling, por lo que el uso de protectores térmicos es obligatorio”.

A los 30: ahorra tiempo y céntrate en los cuidados esenciales.

Así es el cabello: “Encrespamiento, falta de brillo, deshidratación… a esta edad el cabello necesita un extra de ayuda para afrontar largas jornadas laborales, reuniones, vida social, familiar… ¡Ellas necesitan un pelo todoterreno!”

Consejos para mimarlo:
– “Empezar a acudir al salón a realizarse tratamientos profesionales que mimen el cabello en profundidad”.
– “Apostar por cortes fáciles de mantener y que no necesiten muchos retoques”.
– “Si aún no se necesita cubrir muchas canas, es mejor decantarse por tintes vegetales o semi-vegetales, ya que necesitan menos retoques que la coloración tradicional y permiten espaciar las visitas al colorista”.
– “La hidratación es clave y hay que utilizar productos para las puntas que empiezan a debilitarse”.
– “Proteger el cabello del sol empieza a ser un paso obligatorio”.

A los 40: a por más cuerpo y más volumen.

Así es el cabello: “A los 40 el cabello pierde densidad y la melena ya no tiene el volumen que solía lucir en la juventud. El pelo se ve más fino y con menos vigor”.

Consejos para mimarlo:
– “Apostar por melenas ligeramente más cortas y atreverse con el flequillo, que rejuvenece enormemente”.
– “Utilizar productos voluminizadores, que engrosen el cabello, tanto en el lavado como en el styling”.
– “A partir de los 40 años el color debería ser más claro, pues es cuando la piel comienza a mostrar líneas y signos de expresión. Suavizar los rasgos con reflejos y mechas más claros es un gran acierto”.
– “Todas las técnicas que parten del contouring también favorecen especialmente. Y en cuanto a los tonos, los que más rejuvenecen son los reflejos miel, los dorados, los rubios y los castaños cobrizos, que dulcifican y quitan dureza a los rasgos”.
– “Cada cambio de estación conviene realizar un tratamiento revitalizante, especialmente en primavera y otoño, estimulando siempre el cuero cabelludo con un masaje”.
– “A la vez que se realiza el tratamiento revitalizante tópico, se puede complementar con nutricosmética que mejore el estado del cabello desde el interior”.
– “Elegir un producto de styling que se adapte a estas necesidades de cada cabello”.

A partir de los 50: definición y ganar brillo.

Así es el cabello: “Con el paso del tiempo, la pérdida de materia no solo hace que el cabello sea visiblemente más fino y crespo, sino que también afecta a los rizos y ondas naturales desestructurándolos y alterando su forma natural. Como consecuencia de los tintes y decoloraciones, también suele perder su brillo natural, volviéndose apagado”.

Consejos para mimarlo:
– “A partir de los 50 años, conviene huir de las melenas largas y optar por melenas cortas o a la altura de los hombros”.
– “En esta década el color es una herramienta fundamental para restar años: los reflejos ayudan a proporcionar luz el rostro  y potencian el corte”.
– “Después de cada coloración, conviene aplicar un baño de brillo”.
– “Realizar un tratamiento de colágeno una vez al mes. En una sola sesión devuelve al cabello su elasticidad, cuerpo, volumen y resistencia, devolviendo la ondulación, forma y brillo natural”.
– “Cuidar el cabello en casa con productos antioxidantes”.

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