_
_
_
_
_

¿Dejar de lavarse el pelo hace que luego lo tengas más limpio?

Hablamos con expertos y descubrimos toda la verdad sobre el método No Poo y los numerosos mitos sobre el lavado del cabello.

pelo2
© Getty Images
Eva Armas Gil

En abril de 2015 se hizo viral el caso de una mujer británica que llevaba tres años sin lavarse el pelo. Contó su experiencia en numerosas entrevistas, creó una web para compartir su método e incluso escribió un libro que describió como “la guía definitiva para dejar el champú”. Lo hizo, según contó, para simplificar su vida, ahorrar dinero y reducir la cantidad de químicos que utilizaba en su cuerpo. Debió de haber mucha gente a la que convenció su filosofía, porque en enero de 2016, el concepto “no poo” (‘sin champú’) registró un gran pico de interés según Google Trends. Volvió a suceder -nada sorprendente- en abril de 2020: justo cuando todos estábamos encerrados en casa y contemplábamos esos meses de encierro como el mejor momento para hacer experimentos de belleza con nuestro cabello.

«El método no poo consiste en no lavar el cuero cabelludo con champú, sino utilizando métodos alternativos. Con esto se busca demostrar que, al renunciar al champú o productos saponinos (con propiedades semejantes a las del jabón), se eliminan sustancias peligrosas para la salud y medio ambiente. Los defensores de este método recomiendan solo agua, agua con vinagre o agua con bicarbonato», describe a S Moda la Doctora Teresa Meyer, cirujana capilar y miembro de Top Doctors. Está más que claro por qué triunfa esa tendencia justificada a través de la ética y el compromiso con el medioambiente, pero lo cierto es que puede resultar contraproducente en lo que respecta al cuidado del cabello: «No es recomendable, ya que puede suponer un peligro para el cuero cabelludo porque aumenta el riesgo de infecciones en caso de dermatitis seborreica, al no arrastrar bien la grasa», añade la Dra. Meyer. Parece mentira que el método no parezca absurdo: «Solamente con agua en realidad no estamos limpiando el cabello, únicamente lo estamos mojando», puntualiza Quique Sánchez, director creativo de Espacio Q, a S Moda. Además, existen buenas alternativas: «Si lo que queremos es no hacer uso excesivo del agua, podemos optar por el champú en seco», añade Sánchez.

Han alertado a la población también los expertos de la Asociación Española de Dermatología. Ya en noviembre de 2013, la Doctora Lola Conejo-Mir, dermatóloga y miembro de la AEDV, desmontaba sus bases: «Los seguidores de este método mantienen que, al no usar champú, el pelo produciría menos grasa y por tanto se mantendría limpio durante más tiempo. Desde el punto de vista dermatológico, se pueden realizar varios comentarios a esta afirmación: en primer lugar, el champú elimina la grasa producida por las glándulas sebáceas, donde quedan atrapadas las células muertas del cuero cabelludo, la suciedad, o las sustancias que nos apliquemos en él, como lacas, gominas, etc. En segundo lugar, esta grasa o sebo debe eliminarse periódicamente por razones que van más allá de lo meramente estético, ya que supone una importante fuente de microorganismos que pueden favorecer las infecciones».

¿Método útil o leyenda urbana?

«Al principio fue duro. Pasé por tres meses de pelo horrible, seguidos de dos meses más de pelo regular. Pero ahora tengo un pelo maravilloso», confesaba Lucy AitkenRead (la británica viral por defender el método «No Poo»), a BBC. No sabemos cómo lo consiguió ni si ese resultado final fue fruto de no lavarse el pelo o si duró para siempre… Pero la respuesta unánime entre los expertos consultados no deja lugar a dudas: nos encontramos ante un verdadero mito sobre el cabello que llevan años desmintiendo y desmontando. «El cabello que no se lava con tensoactivos, seguirá produciendo grasa. Y el agua sola no puede arrastrar la grasa», sentencia rotunda la Dra. Meyer a S Moda. Y podría ser peor: «Tras varias semanas sin lavados, el exceso de grasa habrá encapsulado las células muertas generando picazón, mal olor y un caldo de cultivo de bacterias. Además, pasados los varios meses, los folículos pilosos podrían obstruirse impidiendo que el cabello crezca y ocasionando que se vuelva débil y quebradizo», añaden los expertos de la Clínica Mayo.

Así es que, llegados a este punto, hacemos frente a la eterna pregunta: ¿cuál sería la frecuencia ideal para lavar el cabello? De nuevo, la respuesta es unánime: depende del tipo de pelo. «Un día sí y un día no suele ser la rutina ideal. Pero, c

omo indicábamos, se trata de un tema bastante personal, en el que cada uno sabe y entiende las necesidades de su cabello. Lo importante es recordar que el champú es el elemento que hará que podamos limpiar tanto cabello como cuero cabelludo», aconseja Quique Sánchez. La Doctora Meyer aporta más detalle para, también, saber elegir el champú más adecuado: «

Habrá quien necesite lavarlo días alternos y quien pueda lavarlo una vez a la semana en caso de cueros cabelludos muy resecos. Lo importante es utilizar un champú adecuado a cada necesidad.

En cuanto al pH, lo ideal es que oscile entre 4.5 y 5.5, para adaptarse al de un cuero cabelludo sano.

Pero los champús de pH neutro, es decir, con pH 7.00, tampoco son agresivos. Los cabellos muy grasos o quienes sufren de dermatitis seborreica pueden necesitar usar productos específicos, que a veces tendrán un pH más elevado».

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Eva Armas Gil
Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Comunicación Editorial por la Universidad Carlos III de Madrid, ha dedicado su carrera a medios digitales especializados en belleza, moda y estilo de vida. Ha escrito en las ediciones españolas de AD, Glamour, Grazia y Harper’s Bazaar y, ahora, hace lo propio en EL PAÍS y S Moda.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_