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¿De verdad el agua micelar limpia el rostro?

La respuesta es sí, aunque solo cuando la aplicamos adecuadamente. Su secreto son las micelas que actúan cómo un imán para retirar la suciedad.

agua micelar
Cordon Press

Después de las épocas álgidas de las leches desmaquilladoras y las espumas o geles de limpieza, ahora estamos en plena era del agua micelar. Quizá por su fórmula acuosa, hay muchas despistadas que no terminan de entender cómo funciona.

¿Es un limpiado o un tónico? ¿Desmaquilla o refresca?

En realidad, se trata de uno de esos productos todoterreno, con una acción 3 en 1: Limpia, tonifica e hidrata la piel, la mantiene cómoda y elástica, sin dejarla seca ni untuosa. Así que es perfecta para las más perezosas a la hora de quitarse el maquillaje o cualquier residuo del rostro.

¿Cuándo y cómo se usa?

Es muy fácil, solo hay que empapar un disco de algodón y pasarlo por el rostro con pequeños toquecitos evitando arrastrar. “La recomendación es utilizarla por la mañana al despertar, para retirar los excesos de sebo que la piel genera por las noches; y antes de ir a dormir para retirar la suciedad acumulada durante el día y el maquillaje”, apunta Bet Blanco, responsable de Formación de Bioderma. Además, puede usarse también durante el día para refrescar el rostro, después de una sesión en el gimnasio, de un día de playa o cuando notes el rostro cargado, porque consigue una sensación refrescante. Y después no hay que aclarar, así que con un solo paso habrás conseguido desmaquillar y tonificar, con lo que el ritual de limpieza queda reducido a uno solo paso.

Marisa Crespo, responsable de I+D Cosmética de los Laboratorios Alter, que comercializan Básicos Germinal Agua Micelar, explica que este cosmético “elimina del rostro “suciedad” oleosoluble como por ejemplo lápiz de labios, o máscara waterproof e incluso exceso de secreción sebácea. Y por otra parte elimina también “suciedad” hidrosoluble, como puede ser maquillaje facial e incluso exceso de secreción sudorípara”.

Aguas micelares de Bioderma, Uriage y Básicos Germinal.

¿Cuál es su secreto?

El secreto de su éxito es su formulación a base de micelas, un conjunto de moléculas que son capaces de atraer la suciedad y el sebo del rostro, aislarlos y transportarlos a través del agua para eliminar la suciedad de la piel. “Las micelas tienen una estructura bipolar: por un lado atraen el agua y por otro la repelen, dice Aurora Barranger, dermoexperta de Laboratorios Uriage. Esto les permite atraer las partículas de grasa como un imán y retirarlas por la acción repelente. Del mismo modo, eliminan todos los residuos que puedan quedar en el rostro como la contaminación ambiental o el maquillaje que se acumula.”

¿Por qué puede funcionar mejor que otros limpiadores?

Haciendo un repaso a los métodos habituales de limpieza, el agua del grifo por sí sola no se lleva la suciedad oleosoluble del rostro (el sebo). Por su parte, los jabones dejan un residuo alcalino, es decir con un pH muy superior al fisiológico de la piel, lo que no es muy aconsejable. En cuanto a las leches limpiadoras, si bien muchas de ellas arrastran todo tipo de suciedad, dejan un residuo ligeramente graso que dificulta la penetración del siguiente cosmético. Por último, los geles suelen llevar tensioactivos que resecan la piel, lo que no es recomendable cuando tratamos con pieles secas o sensibles.

¿Con qué tipo de pieles la podemos utilizar?

Como su fórmula es suave, el agua micelar es apta para todo tipo de pieles, incluso las más delicadas. “Pero resulta especialmente interesante para las mixtas, grasas o sensibles, puesto que elimina el sebo acumulado en el rostro sin agredirlo. La ausencia de alcohol y parabenos y su sistema de limpieza a base de micelas le confiere una alta tolerancia cutánea”, añade Barranger.

¿Por qué es importante no arrastrar el algodón?

En teoría el agua micelar limpia tanto como cualquier otro producto y es apta para eliminar suciedad y maquillaje, incluso el waterproof. Sin embargo, es habitual escuchar a mujeres que la utilizan decir que les da la impresión de que no consigue una limpieza muy intensa. “Uno de los motivos por los que muchas usuarias se quejan de que no limpia por completo es porque la usan de forma menos efectiva: Impregnan el disco desmaquillante y después lo pasan por el rostro arrastrando la suciedad, cuando la forma correcta es aplicarla con pequeños toquecitos y retirando suavemente, de esta forma las micelas “se abren” y “absorben” la suciedad”, concluye Bet Blanco.

Aguas micelares de Avène, La Roche-Posay y Orlane.

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