La cosmética sólida se impone: el retorno imparable del jabón en pastilla

Combatir el exceso de grasa con arcillas, de Olimed. Una buena limpieza es la base para regular la producción de sebo de la piel. Ayuda a calmarla antes de tratar la inflamación producida por los brotes de acné. Este jabón cuenta con tres tipos de arcillas (blanca, verde y roja) que aportan multitud de beneficios purificantes a nuestra piel. “Gracias a sus propiedades desinfectantes y antimicrobianas, desintoxican la piel y ayudan a eliminar impurezas. Además, son revitalizantes; es decir, regeneran, calman e iluminan la piel”, señala Magdalena Salazar, responsable de calidad de Olimed. Cómo usarlo: Frotar con las manos limpiar creando una generosa espuma y extender por la zona. Puedes usarlo a diario pero conviene no hacerlo durante un brote activo de acné.

Todo en uno (jabón y champú) con aceite de oliva y coco, de Essabó. La marca de cosmética ecológica de la mítica casa Jabones Beltrán –que data de 1922– limpia tu piel mientras cuidas el planeta. Sin plásticos, ligeros y envueltos por un sencillo estuche de cartón, estos jabones ecoartesanos se amasan en esta empresa familiar de Castellón y cuentan con aceite de oliva para nutrir y suavizar las pieles más sensibles. Enriquecido con acondicionadores naturales como el aceite de jojoba, el argán, la miel, la leche y el aloe vera, limpia suavemente de pies a cabeza dejando un campestre aroma a su paso. Cómo usarlo: Se definen como jabones multifuncionales. No solo son un limpiador corporal y de rostro o un eficaz desinfectante de manos; también sirven como limpieza en profundidad antes de un tratamiento estético, para tratar el acné y los brillos en la piel, cuidar la barba o limpiar el cabello prescindiendo del champú convencional.

Proteger la piel con aceite de comino negro, de Ringana. Este ingrediente aromático tiene el poder de equilibrar la calidad de la piel al reafirmar su estructura. Su alto contenido en aceites (aloe vera y almendra) ayuda a mantener la piel hidratada y favorece la creación de una barrera protectora que impide que el agua se evapore. Bautizado como Fresh Soap, está elaborado a mano y tiene el Sello Ambiental Austríaco –el primer producto de cosmética para consumo final en conseguirlo– al contar con un envoltorio que sustituye el plástico por una toalla de algodón ecológico y que sirve como toalla de mano. Cómo usarlo: Crea una generosa espuma y aplícala por todo el cuerpo, incluido el rostro, a modo de limpiador facial.

Un ritual asiático con proteína de arroz, de Orris Paris. Durante siglos, el agua postbiótica fermentada de arroz se ha usado como ingrediente tradicional de la belleza en Japón. Con este proceso químico las proteínas del cereal se convierten en aminoácidos y vitaminas B y E, un poderoso cóctel con el que alimentar las pieles más apagadas y sensibles. En este jabón–joya libre de perfumes de la marca francesa se enriquece con mantecas de cacao y de karité y aceites de oliva, coco y ricino, para estimular en la ducha cada poro de nuestro cuerpo. Cómo usarlo: Sobre rostro y cuerpo generar una suave espuma y realizar un masaje circular. Eliminar el jabón con agua y secar.

Exfoliante con ceniza, de Ashes to Life. Este residuo candente conquista la cosmética. Si lo aplicas a la limpieza del cuerpo, contiene propiedades antioxidantes que devuelven a la piel su luminosidad natural. Unido a las pequeñas partículas de hueso de aceituna que alberga este jabón saponificado en frío se convierte en un potente exfoliante con el que eliminar las células muertas de la piel y favorecer su regeneración. Ideal para pieles estresadas o dañadas por el sol, cuenta además con aceite vegetales ecológicos de oliva y coco (la ceniza que contiene pertenece a la cáscara de este fruto) que suavizan la piel. Cómo usarlo: Sobre la piel húmeda, realiza un suave masaje para eliminar las impurezas y estimular la circulación. Deja actuar unos segundos y después aclara con abundante agua.

Para regenerar la piel dañada con pepitas de uva y agua de iceberg, de Inuit. Si notamos la piel especialmente débil es el momento de añadir un cuidado extra para recuperar su esplendor natural. Este jabón hecho a mano y sin parabenos actuará como un botiquín de primeros auxilios, gracias al ácido linoleico y los flavonoides que contienen el aceite de pepita de uva, que ayuda a regenerar los tejidos dañados. Enriquecido con aceites de oliva y babassú obtenidos por presión en frío para preservar su propiedades y respetar la naturaleza. Cómo usarlo: Coge un poco de agua tibia entre tus manos (la caliente dilata el poro) y humedece el cubo de jabón hasta crear una espuma con la que rociar rostro y cuerpo. Evita el contorno de ojos.

Un piel lisa con semillas de amapola, de Boi Thermal. En ocasiones, la exfoliación del rostro puede resultar más contraproducente que beneficiosa si el grano que contiene es demasiado grueso. Las semillas de amapola ejercen una suave presión que deja la piel lisa y suave sin dañarla mientras fomenta la renovación cutánea. Este jabón contiene además manteca de karité y aceites de coco y oliva para hidratarla en profundidad. Cómo usarlo: Sobre la piel húmeda realiza un suave masaje y aclara con abundante agua. Hidratar la piel tras la ducha.

Purificar cuerpo y rostro con argán y hierba de limón, de Rowse. Sus jabones botánicos están destinados a estimular nuestro cuerpo a través de aceites vegetales, plagados de aromas y nutrientes que se mantienen como el primer día gracias al proceso suave a baja velocidad del prensado en frío. De su extensa gama, también aplicable al rostro, destaca esta pastilla color-block que limpia la piel sin resecarla, con el añadido de los beneficios purificadores que aporta la citronela –y su fresco aroma cítrico– a nuestra piel. Cómo usarlo: Con las manos limpias moja el jabón y haz espuma durante unos segundos. Aplica este burbujeo por las zonas que elijas realizando un suave masaje en círculo. Enjuaga y cuélgalo para que se seque fácilmente.

Nutritivo y dermatológico con aceite de camelina, de Nuxe Bio. Su textura cremosa resulta adictiva y está indicada para todo tipo de pieles, incluso, las más sensibles. El aceite de camelina bio, conocido como el ‘oro del placer’, que contiene esta pastilla artesanal fabricada por maestros jaboneros de la Provenza, elimina de forma eficaz tanto los restos de maquillaje como las impurezas, por lo que puede usarse también para el rostro. La flor de azahar que lo completa te envolverá con su aroma calmante desde el primer momento del día. Cómo usarlo: Crea una espuma untuosa entre las manos y masajea suavemente por toda la piel evitando el contorno de los ojos.

Para tratar la celulitis con fibra de lufa, de Ayuna. Entre otros usos, porque el jabón-mascarilla Spirulite no solo limpia, sino que renueva y trata la sequedad de la piel, además de la mala circulación o la descamación que podemos sufrir por el frío, una reacción alérgica o el sol. El secreto de esta pastilla multifuncional reside en la fibra natural de lufa de su interior ,que lo convierte en un potente exfoliante con el que mejorar la calidad de la piel en todos los sentidos. Enriquecido con extracto de caléndula y espirulina frena la celulitis y la sequedad con un delicioso aroma a aceite esenciales que harán que alargues indefinidamente la ducha. Cómo usarlo: A diario o como mascarilla una vez por semana, aplícalo sobre el cuerpo con movimientos circulares grandes en vientre y glúteos. Se recomienda insistir en zonas problemáticas como rodillas y codos. Si tu piel es sensible es mejor humedecerla previamente.

Estimular los sentidos con frutos del bosque, de Beoxy. En este ‘boom’ de la cosmética holística que vivimos un limpiador corporal no solo debería enriquecer nuestro cuerpo sino también estimular la mente cuando lo usemos. Este jabón artesanal con base de aceite de coco, está enriquecido con frutos de bosque que convierten la limpieza diaria en un deleite para los sentidos, además de aportar beneficios hidratantes y nutritivos a todo tipo de pieles. Cómo usarlo: Aplica en cara y cuerpo tras frotarlo entre las manos y crear una ligera espuma en la que zambullirte.

El fin de los poros sucios con canela y café, de La cosmética de María. El ‘oro negro’ no solo ejerce de infalible despertador de cada mañana. En este jabón de la marca creada por las hermanas Gómez Iribarnegaray en Bibao cumple una función microexfoliante al eliminar las células muertas y estimular la renovación celular de la piel. Por ello, está indicado para prevenir los pelos enquistados tras la depilación. La canela y su poder de antiglicación combate los síntomas del envejecimiento cutáneo mientras que el aceite esencial de naranja aporta ese chute de energía que nos brinda la ducha matutina. Cómo usarlo: Moja la pastilla y realiza suaves movimientos circulares por las zonas del cuerpo a tratar. Se recomienda su uso una o dos veces por semana.

Elimina las manchas de la piel con rosa mosqueta y lavanda, de Münnah. El uso continuado de este jabón ecológico, explican en la marca creada por la farmacéutica Nuria Téllez, contribuye a afinar el poro y mejorar el aspecto natural de la piel. Esa dosis de luminosidad que nos pide la piel a gritos tras los abusos de sol y el mar del verano, formulados con aceites vegetales saponificados en frío para mantener intactas sus vitaminas y propiedades. Cómo usarlo: Indicado tanto en rostro como para el cuerpo, es ideal para limpiar y desmaquillar la piel sustituyendo a la leche limpiadora y el tónico.

Acondicionador con aceite de coco, de Valquer. Conocidos por sus champús sólidos, estos laboratorios de Toledo acaban de añadir una pequeña gama de geles corporales en pastilla, veganos y con dulces aromas. Su barra Summer conseguirá que alargues un poco más los días de estío con su delicioso olor a coco, que no solo limpia, sino que acondiciona, hidrata y protege manteniendo el equilibrio de humedad en la piel. Cómo usarlo: Moja la pastilla frotándola directamente sobre el cuerpo hasta obtener la espuma deseada. Se recomienda conservar el jabón en un lugar seco.

Un detox nocturno con carbón activo, de Nusa. Su nombre Midnight Sky (cielo de medianoche) hace honor al color azabache y a su fórmula enriquecida con carbón activo, semillas de amapola y café que dejará nuestra piel libre de toxinas antes de irnos a la cama. Estos agentes naturales ayudan a eliminar la piel muerta dejándola renovada y suave, además de prevenir la aparición de granitos. Vegano y cubierto solo por un sobre de papel, es el hermano mayor de Black Moon, el exfoliante de esta revolucionaria marca de cosmética sólida que alberga también desodorantes, sérums y desmaquillantes. Cómo usarlo: Aplica directamente sobre la piel húmeda incidiendo en las zonas más afectadas. Aclarar con agua.