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Así se realiza de forma infalible la doble limpieza, según las expertas

Sin ella, los tratamientos pierden su eficacia. Para que funcione, se necesitan dos productos bien diferenciados y un trabajo minucioso.

Una limpieza simple no elimina por completo los residuos de maquillaje.
Una limpieza simple no elimina por completo los residuos de maquillaje.antártica
Javier Caballero

Paso imprescindible en la ya no tan vanagloriada rutina de belleza coreana, la doble limpieza se ha instaurado en los hábitos cosméticos de las usuarias y en las recomendaciones de los profesionales. «Si la realizamos en un solo paso, podemos dejar restos de maquillaje, sudor o agentes contaminantes por mucho que nos esmeremos», considera la doctora Carmen Galera, con clínica propia en Talavera de la Reina, Toledo. La facialista Biri Murias, con centro en Gijón, añade: «Esos residuos actuarían de barrera para los cosméticos. Dificultarían la penetración de los activos tratantes, perderían eficacia».

Vivió su pico de popularidad en 2017, cuando, impulsada por la fiebre de los diez pasos coreanos, sus búsquedas en Google se multiplicaron casi por ocho. El interés en la plataforma se ha mantenido estable desde entonces. Para más inri, muchas son las celebridades que han compartido públicamente su fidelidad a este paso doble. Un año atrás lo hizo la joven congresista Alexandra Ocasio Cortez a través de su Instagram. Meghan Markle también se ha reconocido fanática. Y todos los gurús del sector se inclinan por ella.

Cuándo y con qué realizarla

Si bien resulta imprescindible retirar los residuos mañana y noche, las expertas apuestan por realizar esta doble limpieza antes de irse a la cama. «Así eliminamos los restos de maquillaje y los filtros solares», explica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y cofundadora de Laghum Cosmetics. «También disponemos de más tiempo, y mientras dormimos nuestra piel se regenera. Es muy importante que los activos lleguen a capas más profundas e impulsen la renovación celular correctamente». Por la mañana, bastaría con una simple. Eso sí, no solo con el líquido elemento. «El agua sola no elimina las toxinas, el sudor ni los restos de cosmético, se requiere un limpiador», advierte Escalante.

Los productos para cada uno de los pasos también deben diferenciarse. Para la primera fase, se requieren limpiadores con base oleosa o un agua micelar. «Disuelven mejor los cosméticos aplicados», indica Murias desde Gijón. Escalante destaca su adecuación para todo tipo de pieles. «Las usuarias temen que engrase, y de verdad no sucede: su textura es agradable y mejoran la eficacia de la rutina nocturna». Para la segunda parte, entran en juego los artículos de base acuosa: leche, gel o espuma. La farmacéutica desgrana qué residuos se llevan consigo: «Eliminan el sudor, la polución, las toxinas que la piel genera y los restos del aceite desmaquillante aplicado previamente».

Los ingredientes específicos de los cosméticos elegidos dependerán del tipo de piel. «Se deben adecuar a pieles sensibles o a las patologías propias de la usuaria», aclara Escalante. La textura, dice la experta, dependerá de las preferencias personales. «Importa que nos sintamos a gusto con lo que usemos, se debe disfrutar de esa parte sensorial que nos invite a utilizarlos».

El método, paso a paso

La asturiana Murias nos introduce en esta rutina. «Con la piel seca, aplicaríamos el agua micelar o el aceite en un algodón previamente humedecido en agua tibia. Lo extendemos por todo nuestro rostro, incluidos labios y ojos, en movimientos suaves y circulares. Finalmente se aclara con agua». Para retirar el producto, por su parte, Escalante recomienda un disco de algodón o una muselina humedecidos, en función del gusto.

Después, se pasaría al limpiador de base acuosa. «Lo masajeamos con las manos por toda la cara, insistiendo en la zona T. Luego, retiramos con agua o con algodón o toalla», continúa Murias. Escalante da consejos sobre la temperatura del agua durante todo el proceso. «Si está muy caliente, reseca, y la muy fría afecta a las pieles sensibles. Mejor, tibia». Tras acabar este proceso, ambas expertas recomiendan aplicar un tónico, que equilibra el pH afectado por la limpieza. «Así se prepara la piel para los tratamientos», afirma Escalante.

La doctora Galera pone la nota discordante al proceso. «Yo no empiezo por las bases oleosas, que suelen retirarse sin agua». Para la profesional, se podría considerar doble limpieza al uso de un producto jabonoso primero y un tónico después. «Después de retirar el primero con agua, se pone el tónico con discos de algodón para ayudar a eliminar los restos de suciedad». Elegir una de las dos opciones depende de la usuaria.

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