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Cómo eliminar (mediante cosmética) una mirada triste

Los usuarios buscan acabar con un párpado caído, una ceja descendente o tener ojeras o bolsas. Estas son las soluciones que ofrece el mercado estético.

coverojo
Getty

Una mirada transmite mucho sin necesidad de articular palabra. En una era en la que los filtros faciales de Instagram han moldeado el imaginario sobre el supuesto rostro perfecto y los han cyborgizado –si atenemos a los más solicitado en EEUU, según desvela The New Yorker, esta es «una mirada alargada a lo cat eye con pestañas de dibujo animado»–, las técnicas de cirugía y medicina estética han desarrollado tratamientos para consumidores que, frente al evenjecimiento natural del rostro, dicen estar aquejados de ‘mirada triste’. Estas son las técnicas del mercado que tienen disponibles.

Toxina botulínica

Con la edad, la ceja tiende a caer. Unos pinchazos estratégicos abren el ojo para ‘espabilar la mirada’. “El bótox es la técnica ideal para levantar la mirada. Ahora bien, es imprescindible ponerse en manos de un profesional que analice las características faciales del paciente antes de pinchar, y que domine la anatomía, la dosis y los puntos de infiltración”, advierte la doctora Mar Lázaro. Un mal pinchazo o un exceso de dosis puede provocar el temido efecto Mefisto (las cejas hacia arriba). Los efectos no duran más allá de 4-6 meses (desde 150 euros).

Hilos PDO

En rostros no demasiado envejecidos y con una piel no muy fina, poner hilos de polidioxanona en la parte exterior del párpado superior contribuye a abrir la mirada. Se insertan en la cara externa del contorno y están indicados cuando hay una laxitud moderada de piel, porque estimulan la producción de nuevo colágeno de manera natural. A diferencia de otras zonas del rostro donde los hilos duran más, el constante movimiento al reír o parpadear reduce su tiempo de actuación a unos seis meses (desde 200 euros).

Plasmaterapia

Cuando uno siente que su párpado, bien por flacidez o por exceso de grasa, acentúa el aspecto de cansancio. “Antes de llegar a la cirugía, se puede tratar con láser plasma. Mediante pequeñas descargas de electrones y sin apenas tocar la piel, logramos retraer su exceso y eliminarlo sin dañarla. También da muy buenos resultados en las patas de gallo”. Cuidado con hacerlo la víspera de un evento importante: la zona tratada se llena de pequeñas costras que desaparecerán al cabo de una semana aproximadamente (250 euros).

 Ultherapy

Veinte minutos bastan para que los ultrasonidos de Ultherapy eleven la ceja y redibujen el arco al gusto del paciente. De esta forma se moldea la forma de la ceja para que se adapte al rostro de cada persona sin pasar por quirófano. “Basta una sesión al año, sin pinchazos ni hematomas. Te permite reinconporarte a tu vida normal tras el tratamiento. Además, los resultados son progresivos y muy naturales. No cambia la expresión tanto como el bótox”, declara la doctora Beatriz Beltrán.

 Carboxiterapia

Ojeras: aparecen a cualquier edad y pueden deberse a problemas circulatorios (ojeras moradas) o, sencillamente, por genética (ojeras marrones). Para las primeras, en Instituto Médico Láser se deposita gas CO2 en la unión dermoepidérmica mediante ocho micropunciones. El gas estimula el flujo sanguíneo y se reoxigena la zona. Nada más salir notarás cierto edema, que desaparece en 24 horas (85 euros, 3-4 sesiones).

Láser CO2

En el caso de que las ojeras sean marrones, el origen está en una acumulación de melanina. Para borrarla se recurre al láser CO2 en el modo ablativo y fraccional, aplicado con baja energía y alta densidad de pulsos. Viene a ser como decapar la parte superficial de la epidermis, cargada de melanina, para  abrir paso a una piel nueva y menos pigmentada (900 euros, sesión única).

Técnica Atenea

Uno de los tratamientos más demandados en la consulta de la doctora Natalia Ribé es su Técnica Atenea. Consiste en infiltrar una combinación de colágeno y ácido hialurónico en la ojera para rellenarla. El precio es a partir de 500 euros. No apto para personas con pavor a las agujas porque los pinchazos se hacen a lo vivo justo bajo el ojo.

Thermage

Cuando hay arrugas (desde patas de gallo a pliegues en el párpado), falta de firmeza, bolsas y un párpado caída libre, una de las técnicas no quirúrgicas más eficaces es la radiofrecuencia. Esta máquina genera un calor en las capas más profundas de la piel para que se produzca más colágeno. A la vez, se compacta la grasa, clave para suavizar las bolsas, otro signo que solemos asociar a haber llorado. El oftalmólogo Alfonso Grijalbo lo aplica en una sola sesión. “Hay un efecto lifting inmediato que irá a más en los seis meses siguientes, momento en que se alcanza el pico máximo en la producción de colágeno”. Los resultados duran hasta dos años y su precio oscila entre 1.000 y 1.500 euros.

Drenaje Iridium

Para quienes no soportan ni máquinas, ni descargas ni agujas, los masajes drenantes son una buena alternativa. Carmen Navarro recomienda el Iridium. “Es una presoterapia diseñada especialmente para la mirada. Drenamos las bolsas, mejoramos la microcirculación sanguínea en la zona periocular y, a la vez, aliviamos la tensión muscular de la frente y el contorno de ojos” (130 euros).

Alternativas en quirófano

Aunque la aparatología y los inyectables logran resultados cada vez más duraderos, en ocasiones, la gravedad del caso sugiere pasar a mayores y tratar con bisturí. La doctora Conchita Pinilla, cirujana plástica, apuesta por la blefaroplastia para eliminar las bolsas, paliar el descolgamiento de la glándula lagrimal o corregir el exceso de piel del párpado superior o inferior. “Podemos operar los párpados superiores, inferiores o ambos”. La cirugía dura una hora y se realiza con anestesia local y sedación. A los seis días se sretiran las suturas, pero hasta pasados 1 días puede haber hematomas (desde 2.000 euros). En caso de que el problema sea una inclinación excesiva del extremo exterior del ojo (mirada de tristeza) o un ojo demasiado redondo (mirada de desprotección, como la que fingía el Gato con Botas de Schrek), la cirugía adecuada es la cantopexia. “Logramos ojos más almendrados y alegres modificando la inserción del tendón cantal externo en el hueso de la órbita o tensando el ligamento”. El tiempo de quirófano y post operatorio es similar a la blefaroplastia (desde 2.000 euros).

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