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S MODA + Zespri
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Cinco formas de entrenar (y recuperar) tu vitalidad

Recobrar la energía que nos roba el día a día es sencillo si seguimos los consejos de los expertos de Espacio Vitalidad, la plataforma de hábitos saludables de Zespri

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La sociedad del cansancio. Con estas palabras tan certeras el filósofo Byung-Chul Hanel introducía cómo nos hemos convertido en víctimas de la autoexigencia y la obsesión por el rendimiento. O si no párate un momento a pensar, cuántas veces habrás pronunciado (o escuchado a tu alrededor) que no puedes con todo. Que las tareas pendientes se acumulan y las obligaciones nos restan energía. El diagnóstico es claro: nos falta vitalidad. La buena noticia es que esa fuerza, que nos permite conseguir nuestros propios retos y llevar una vida plena, se puede entrenar. La firma de kiwis Zespri ha lanzado el Espacio Vitalidad, una plataforma diseñada por expertos en nutrición, ejercicio físico, psicología y comunicación personal, con las herramientas para potenciarla. El primer paso es conocer nuestro nivel de vitalidad, respondiendo un test muy sencillo, y a partir de ahí seguir los tips para mejorarla. Pasos tan simples como estos que te proponemos.

Que tu desayuno sea la envidia de Instagram.

El reloj aún no marca las siete de la mañana y sin embargo ya nos invade la sensación de que estamos llegando tarde a algo. En esta espiral de ducha rápida y café para llevar, hemos olvidado que el desayuno no es solo la comida más importante del día sino un momento de deliciosa paz para empezar el día con buen pie. Según el último estudio de vitalidad publicado por Zespri, solo 1 de 4 españoles toma algo sólido antes de comer. Parece que lo más cerca que estamos de un almuerzo nutritivo es ese bodegón lleno de color y manjares perfectamente ordenado que alguien ha colgado en las redes sociales. La buena noticia es que el tiempo que invertimos en hacer scroll en Instagram podemos dedicarlo a crear un desayuno que sea la envidia de la plataforma. Porque la vitalidad se alimenta a primera hora de la mañana con nutrientes de calidad. La fruta fresca, según datos arrojados en el estudio, es la que más aporta. Sobre todo, los cítricos y los kiwis, una fuente de vitamina C tan importante para el buen funcionamiento del sistema inmune como para reducir el cansancio y la fatiga.

Practica la comunicación analógica.

¿Has calculado la cantidad de mensajes que cruzas a lo largo del día con tus amigas? Las mismas que están en la misma ciudad que tú pero con las que resulta imposible encajar horarios. Las relaciones personales son un motor de vitalidad y mejoran sustancialmente sin aparatos electrónicos de por medio. Aprovecha para visitar una exposición con esa amiga a la que hace tiempo que no ves, como la retrospectiva del pintor Ceesepe en La Casa Encendida o las fotografías callejeras de William Klein en el Espacio Telefónica. O queda para ir de compras con esa compañera que tiene un evento y no sabe que ponerse. Un momento perfecto para trabajar vuestra relación y llenaros de energía pasando un día alegre y divertido.

No le pongas excusas al deporte.

Puede resultar irónico. Si apenas tenemos fuerzas para afrontar el día, cómo vamos a gastar la energía que nos queda haciendo deporte. El efecto, sin embargo, es el contrario. Según los expertos, las personas que empiezan a practicar ejercicio son mucho más activas que las que hallan en el sofá el escenario perfecto para quejarse de su fatiga. Moverse es sinónimo de salud y la actividad física diaria aumenta nuestra fuerza y nos proporciona bienestar y autoestima. Basta con conocer nuestro cuerpo y encontrar el deporte adecuado a nuestras circunstancias. El yoga proporciona el equilibrio entre cuerpo y mente que tanto anhelamos, la zumba puede ser la alternativa divertida para aquellos que reniegan del deporte y la natación es perfecta para sacudir el calor en esta época del año.

No te lleves el trabajo a casa.

La oficina es prácticamente nuestra segunda casa, por eso nuestro trabajo influye de forma directa en nuestra vitalidad. Y viceversa. Según el estudio elaborado por Zespri, el 71% consideraba que tener vitalidad les permitía concentrarse mejor en sus tareas y aprovechar más el tiempo. Es más, muchos reconocían que el buen humor les hacía tomar mejor decisiones. Por eso es importante desconectar en cuanto cruzamos los tornos del edificio (y eso incluye también el email del trabajo, aunque responder solo nos lleve unos segundos) y saber decir ‘no’ a esas tareas que nos sobrepasan. Otra técnica para afrontar la vorágine del día a día y llenarnos de vitalidad es practicar el mindfulness. Con este ejercicio de meditación aprenderás a controlar las emociones y a enfocar tu atención en lo que estás haciendo en ese momento.

Conecta contigo mismo y con la naturaleza. 

En la era de la conectividad y el exceso de información, aprender a estar solos es tan necesario como liberador. Está demostrado que la creatividad aflora en el silencio y que fortalecemos nuestra confianza y vitalidad cuando pasamos (y disfrutamos) un rato en soledad. Aprovecha el buen tiempo para disfrutar de la lectura en un parque o realizar una escapada a la playa o la montaña. Porque el clima influye también en nuestro estado de ánimo. Según el estudio realizado por Zespri, el 42% afirmaba sentirse mejor en verano. En gran medida porque invita a realizar actividades al aire libre, disfrutar del sol  y volver a conectar con la naturaleza. Hacerlo solo depende de nosotros.

Si quieres conocer más ideas, consejos y recetas para entrenar tu vitalidad y la de los que te rodean, entra en Espacio Vitalidad de Kiwis Zespri

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