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‘Brinner’, la última tendencia ‘gastro’ consiste en cenar el desayuno

Descubrimos las claves de esta moda y te recomendamos los mejores locales para disfrutar de un bol de cereales y unas tostadas a cualquier hora del día.

pancakes
Corbis

Después del brunch, el slowfood, los cronuts, los cupcakes, la quinoa, el ramen y todas las modas, algunas impronunciables, que alternativamente han ido entrando y saliendo de tu mesa convirtiéndose en fútiles panaceas, imprescindibles del sabor o musts para perfectos anfitriones; atención, ¡llega el brinner!

Brinner consiste, como su propio y acróstico nombre indica, en ‘breakfast for dinner’. Para ser más exacto y, como recoge el Urban Dictionnary es “el desayuno tomado a la hora de la cena”. Pero, antes de que te conviertas en el Sombrero Loco de Alicia en el País de las Maravillas intentando descifrar este desfase horario, vamos a intentar dar las claves de un buen brinner.

¿Cuándo? Aunque no hay unanimidad respecto a la aparición de este neologismo, todo parece indicar que el brinner surge en Estados Unidos, donde entre los neoyorquinos lo de cenar cereales con leche era de lo más habitual. Otros piensan que el origen del brinner es puritita necesidad. Teniendo en cuenta la fiebre por los desayunos que nos ha inundado últimamente (googlead “all day breakfast” y chequead los resultados), había que buscar más horas del día que las mañanas para probar y poner en práctica todas las recetas que se iban acumulando en tus tareas pendientes. Hay otras teorías menos rebuscadas que apuntan a que, simplemente, lo de desayunar en vez de cenar es más viejo que el mundo (¿quién no se ha zampado unos cereales o unos huevos revueltos como todo alimento antes de reunirse con Morfeo?).

¿Cuánto?
No exageramos si decimos que el brinner va a ser la nueva pesadilla gastronómica de este año… Ya hay pinterests dedicados tan sólo a esta nueva moda y los recetarios se van multiplicando…

 

Breakfast for dinner is the way to go. #brinner

Una foto publicada por Chris Cartwright (@christopherscottcartwright) el

¿Cómo? La buena noticia es que cualquiera puede practicar el ‘brinning’. Si llevas décadas desayunando, ¡puedes! Desde pancakes, tortitas, gofres, huevos revueltos, huevos rancheros, cereales, tocino, frutas, pan francés, ¡quinoa! (of course), bacon, tostadas, tostadas francesas, muffins, burritos, pizza, frittata… Las combinaciones son infinitas y van de lo más básico a lo más sofisticado. Depende de ti, pero una vez más queda claro que en esta loca carrera por convertirnos todos en foodies, el desayuno –quizá por ser de todas las comidas la que requiere menos habilidades culinarias y admite más imaginación– es el rey y, a este paso, va camino de colonizar todos los husos horarios…

 

made these eggs benedicts for my friends last night! #brinner #foodporn #chefyamamoto #eggsbenedict credits to @seungee

Una foto publicada por Tafu Yamamoto (@tafuyamamoto) el

¿Dónde? Aunque en España el desayuno sigue acotado a las horas mañaneras (bastante laxas, hay que decir), en algunos países más allá de nuestras fronteras, el brinner ya está algo más institucionalizado. Quizá Londres sea ahora mismo la meca del brinner. En el menú de The Breakfast Club, un apartado reza “Late Late Breakfast, Because it’s always breakfast time somewhere in the world”. Y en el Cereal Killer Café se puede cenar un riquísimo tazón de cereales personalizado al gusto. Si no tienes pensado salir de la Península, no quieres montarte el brinner en casa, y la idea de tomarte esos churros que languidecen en la barra desde las 8 de la mañana no te seduce, en Madrid el Olive ofrece un brunch con crêpes hasta las 23:00 horas, sábados y domingos. Y en el Brunch & Cake (Barcelona), podrás cenar un delicioso (y calórico) brunch hasta las 22:00 horas.

Alan y Gary son los dueños de Cereal Killer Cafe, un local donde puedes degustar un bol de cereales a cualquier hora del día.

Cortesía de Cereal Killer Cafe

¿Por qué? Lo primero que cualquiera pensaría es que los motivos para ingerir un desayuno a la hora de la cena son de cualquier tipo salvo relacionados con la salud… Si el desayuno es –como nos han repetido hasta dejarnos sordos– la comida más importante del día ya que te da la energía necesaria para empezar bien la jornada, no parece que ingerir toda esa energía para ir a contar ovejitas sea la mejor de las opciones. Eso no es del todo cierto. Desde luego, el brinner no ofrece beneficios adicionales para la salud; pero, como en todo, en el brinner, la dosis es la clave… Y es que un desayuno basado en bacon y bollería azucarada no es la mejor opción ni a la mañana, ni a la noche. Así que lo de siempre: comidas equilibradas y porciones ajustadas…

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