_
_
_
_
_

Victoria Martín y Carolina Iglesias (Estirando el Chicle): «Necesitamos vida contemplativa y no hacer absolutamente nada»

Queremos saber cómo mujeres influyentes a las que admiramos dejan de lado el trabajo y desconectan. Saber parar, decir que no y apagar las notificaciones de WhatsApp también son parte del éxito porque como bien sabemos «la vida no puede ser trabajar toda la semana e ir el sábado al supermercado».

ESTIRANDO-EL-CHICLE

En uno de los últimos episodios del podcast de humor Estirando el Chicle, de Victoria Martín y Carolina Iglesias, la invitada preguntaba a las también conocidas como Tronchi y Monchi por qué no pensaban celebrar más shows en directo, tras una gira en 2022 cuyo último espectáculo en el Wizink Center había agotado todas las entradas en menos de 24 horas. Carolina contestaba: “Hay que no estirar el chicle y cuidarnos”.

Lo que surgió como un programa lanzado desde casa a raíz del confinamiento en 2020 se ha consolidado como uno de los podcasts más escuchados mensualmente en España y les ha valido para ganar dos premios Ondas. En este espacio, “rajan” sobre todas las cosas que les indignan y charlan con invitadas como Chelo García Cortés, Mónica Naranjo, Abril Zamora o Elvira Lindo acerca del amor, el poderío, la gestión del fracaso o la infancia.

Las cómicas aborrecen las notificaciones del móvil avisando del tiempo consumido en el teléfono, abogan por excluir de WhatsApp las conversaciones laborales y defienden que el ser humano no está hecho para trabajar. Tras un mes de marzo sin días de vacaciones, las creadoras de Estirando el Chicle comenzaron a darle valor a decir “no” y a rascar ratos de calidad entre bolo y bolo.

Carol y Vicky reflexionan sobre el descanso, los trucos que les ayudan a desconectar y la importancia de darse un respiro.

–Entendiendo el descanso

 Carolina: Hasta que no llegas a un límite grande de estrés no valoras tanto lo que es el descanso. Se junta el descanso a nivel dormir y el de conseguir desconectar del trabajo. Pocas veces se da esa ocasión, pero es lo que ansiamos de cara a estas vacaciones y lo que comporta un descanso real, sin responsabilidades laborales. No tendremos que estar pendientes del teléfono para trabajar, solo para sacarnos fotos en sitios bonitos.

Victoria: Sí, yo me voy a dedicar a la vida contemplativa y a no hacer absolutamente nada. Vivimos en una sociedad donde todo el rato estamos haciendo cosas y produciendo sin parar. No podemos dedicar nuestra vida al trabajo, lo más importante en la vida es sentarse al sol y no pensar. Los humanos estamos hechos para no trabajar, ¡hay que abolir el trabajo! 

–Leer, ver sica o Química por enésima vez o evitar los comentarios en redes

 Victoria: A mí leer me ayuda mucho más a desconectar que mirar el teléfono. A veces también está bien no leer, no ver nada y estar contigo mismo sentado en una silla, pero son esos momentos de 23:00 h a 00:30 h cuando leo. Eso es así, todos los días. Me acuesto más tarde, pero me he obligado.

 Carolina: Para mí cuidarme es no ver comentarios de YouTube, ni de redes, ni de Twitter, ni de nada a partir de las diez de la noche, porque puede aparecer cualquier comentario que no te deje dormir. Hay que protegerse también de eso. He perdido el hábito de leer porque tengo la cabeza a mil y cuando leo me veo a mí misma pensando en otras cosas, pero sí que me ayuda ver series que ya he visto y enseñárselas a alguien nuevo; ver qué caras pone me produce bastante gustito. Algunas de adolescencia, como sica o Química o Compañeros. También cuando me agobio mucho veo Toy Story, Primos y festivales de Eurovisión.

Sobre salir del bucle y darse un respiro (y dárselo también a Rosalía y las Kardashian)

 Carolina: Es complicado. Antes teníamos nuestro trabajo, de lo que sea, de lunes a viernes, pero ahora hacemos bolos fuera de casa los fines de semana, en el momento que se supone que es para descansar. Entre ir al fisio y a la psicóloga y sacar tiempo para ver a mi gente, es cuando más consigo desconectar.

 Victoria: Buscar tiempo de calidad es disidencia ahora mismo. Al final, quedas con tus amigos y estás pensando en el trabajo o lo que tienes que hacer al día siguiente. Es importante enfocarse en el aquí y el ahora. Eso lo trabajo mucho en terapia. No se puede estar todo el día produciendo. Además, en el plano artístico tampoco funciona. Si lo haces, las cosas que produces no son de calidad. Como consumimos todo tan rápido, la gente (y yo misma, como público) pide más. Me veo las Kardashian y quiero otra temporada. Las Kardashian tendrán que vivir para que les pasen otras cosas. Rosalía saca su disco y quieres más. Bueno, vamos a dejar a Rosalía que reconecte un poco que ya nos ha dado de su Bizcochito. [Risas]

 –Contra la culpabilidad de estar tumbada en el sofá

Victoria: Me siento superculpable de eso y es una cosa que hay que gestionar. Es importante estar sin culpabilidad tirada en el sofá y a mí me ha costado mucho estar un domingo por la tarde que tengo libre y no abrir el ordenador pensando: “Joder, es que el lunes voy a tener mucho que hacer”. No adelantes, que esa gente puede esperar. WhatsApp ha hecho mucho mal, porque muchas veces la gente te habla sobre trabajo y, además, sobre cosas que no son urgentes. Yo no contesto a ningún WhatsApp de trabajo a partir de las 19:30 h. A mis amigas les pasa igual dedicándose a otras cosas. Me dicen: “Me está escribiendo mi jefe a las doce de la noche”. Son cosas que no pueden ser.

Carolina: Sí, los horarios han quedado difusos. Parece que si estás en casa estás disponible. Al final, estar en casa y trabajar es lo mismo que trabajar en una oficina. Tienes que tener tus horarios. Es verdad que, con que hemos llegado a unos puntos muy extremos de curro, las veces que me he quedado en casa he conseguido más de una vez no sentirme mal…

Victoria: ¡Porque te has dormio’!

Carolina: Claro, porque me he tomado un Diazepam y me he dormido. Tengo que estar con un volumen muy grande de cansancio y trabajo para estar una tarde en casa, que además seguro que acabo cogiendo el ordenador o tumbada con el móvil gestionando algo. Estar tumbada y con la tele de fondo me vale como un poco de descanso.

Victoria: Yo también hago un poco de microteatro, como dice Carol. Hace poco fuimos a un bolo a Peñíscola, y en el trayecto en coche voy mirando al mar y me imagino que estoy de vacaciones; me tomo ese tiempo de meditación. Además, en los bolos siempre tratamos de buscar un ratito para hacer algo de ocio, como tomarnos una cerveza al lado del mar.

Carolina: Sí, nos vamos a restaurantes buenos para disfrutar por lo menos de una comida rica y sentirnos mínimamente de vacaciones un rato.

 –Aprender a decir “no”

Victoria: Nosotras hemos dicho que no a muchas cosas. Hay otra gente que habría dicho que sí, porque eran buenas oportunidades o más dinero. En marzo nos dimos cuenta de que esto no podía seguir así, porque trabajamos todos los días de la semana. Yo esta carga de trabajo que llevo este año, nunca más en mi vida, pero a nosotras nos vino todo encima de repente. Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido.

Carolina: Es importante tener momentos para ti. Es algo que entendimos a partir de marzo. Esto nos sirve y nos va a servir para aplicar al resto de cosas que hagamos y para conocernos mejor a nosotras mismas y entre nosotras. Al final, todas las decisiones que tomemos son para cuidarnos a nosotras y para cuidar el podcast. Por eso, decidimos dejar de hacer bolos a partir de septiembre. Terminamos en el Wizink Center y no nos ha ido mal, hemos vendido todas las entradas, pero a lo mejor compaginar todo era demasiado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_