Seis rutas para iniciarse en los ‘baños de bosque’, la técnica más fácil y económica para mejorar nuestra salud

Caminar despacio, tocar los árboles, escuchar el canto de los pájaros y del caudal del río o sentarnos a la orilla de un arroyo, olvidándonos de cualquier problema externo para centrarnos solo en nuestros sentidos… En los últimos cinco años, los conocidos como ‘baños de bosque’ se han convertido en una actividad con cada vez mayor predicamento en nuestro país. Término adaptado del japonés shinrin-yoku, cuya traducción literal sería “tomar la atmósfera al bosque”, esta técnica es capaz de mejorar nuestra salud y bienestar de una forma tan sencilla como económica: poniéndonos en contacto con la naturaleza en itinerarios que, por lo general, no superan los dos kilómetros. “Es una práctica que busca una conexión sensorial con el entorno en el que estás, en este caso un entorno de bosque –también los urbanos– y con trayectos no muy largos”, afirma Álex Gesse, coautor junto a Gorka Altuna de la primera guía de viajes relacionada con la experiencia, Baños de Bosque. 50 rutas para sentir la naturaleza (Alhenamedia), que acaba de llegar a las librerías.

Desde que el país nipón comenzara a probar científicamente los beneficios terapéuticos de esta técnica, cada vez son más los profesionales que buscan formación y los clientes que apuestan por probarla. El contexto actual de crisis sanitaria, cuyos efectos ya causan estragos en la salud mental de millones de personas, la convierten en una opción incluso más valiosa para conseguir mejorar nuestro bienestar. “Hay estudios que corroboran que equilibra la tensión arterial, mejora el sistema cardiovascular, impulsa el sistema inmunológico y disminuye la presencia de cortisol, la hormona del estrés”, sostiene Gesse, director del Forest Therapy Institute, guía y formador, que confirma sus esfuerzos para que estos baños pasen a ser considerados una práctica de salud verde. “Igual que nos dicen que hagamos deporte o comamos saludables, pretendemos que sea una prescripción complementaria. Que un médico pueda prescribirla junto a la receta habitual para una dolencia como se está haciendo en países como Escocia, Nueva Zelanda o algunas zonas de Estados Unidos”, apunta. Con la ayuda de Gesse y su equipo de expertos, recomendamos seis itinerarios para todos aquellos que estén deseosos de fundirse con su entorno y darle una oportunidad a esta actividad.

Campo del Moro (Comunidad de Madrid)

Distancia del recorrido: 2200 metros.

Época recomendada: Primavera y otoño.

“En el corazón de Madrid, rodeado de asfalto, se encuentra un lugar donde puedes oír el sonido de los pavos reales mientras paseas por interminables senderos rodeados de una riquísima vegetación. Situado a los pies del Palacio real, el Campo del Moro es un remanso de tranquilidad, estimulante para los sentidos y lleno de espacios donde la contemplación será lo que nuestro cuerpo nos permita. Es un lugar que nos traslada a otros tiempos y lugares. Envueltos por calles atestadas de coches y peatones, atravesar sus puertas nos adentra en un remanso de tranquilidad que nos permite desconectar. Merece la pena disfrutarlo con calma”. (Paco García)

Font Groga. Parque Natural de la Serra de Collserola (Cataluña)

Distancia del recorrido: 1600 metros. Itinerario circular.

Época recomendada: Todo el año.

“El Parque Natural de la Sierra de Collserola en Sant Cugat del Vallès es un hábitat fácilmente accesible desde las zonas urbanas que lo rodean, por lo que ofrece un espacio donde la población puede restaurar su bienestar y la salud, contrapuesto a las infraestructuras de salud azul que suponen las costas del área metropolitana. Es un bosque con un encinar húmedo mediterráneo impresionante, muy bien conservado. Un paraje con una identidad única alimentada por el agua dulce y salada, el llano y la sierra, en una simbiosis de culturas abiertas al intercambio y la tolerancia, muestra de lo que significa ser un pueblo mediterráneo”. (Álex Gesse)

Bosque de Los Tilos. Parque Natural de las Nieves (Islas Canarias)

Distancia del recorrido: 700 metros.

Época recomendada: Todo el año, preferiblemente en primavera.

“En el archipiélago canario, en concreto en la Isla de la Palma, encontramos la ruta de la cascada de los Tilos, dentro de uno de los pocos bosques de laurisilva que quedan. Recorrer este sendero nos permite adentrarnos en un ecosistema único, en su día fue la primera reserva de la biosfera de la isla, que nos llevará a hacernos una idea de las formaciones vegetales que cubrían gran parte de los trópicos de la Tierra en la era terciaria. Es un recorrido fácil por el que podremos pasear con calma y dejarnos sorprender inmersos nuestros sentidos en una selva húmeda con paredes cubiertas de enredaderas, helechos gigantes, laureles, tilos, y otras especies las cuales nos irán guiando rematando la experiencia con la visión, al final, de una cascada de película”. (Claudia Tolosa)

Cabo Home. Península del Morrazo (Galicia)

Distancia del recorrido: 1300 metros.

Época recomendada: Todo el año, especialmente en primavera.

“Todos los bosques gallegos tienen algo especial, pero lo que hace único a Cabo Home, en Pontevedra, es la combinación de bosque y mar que no deja indiferente a nadie. La contemplación desde el pinar mirando al océano es hipnótica y proporciona una paz que en pocos lugares se puede encontrar. La historia, la biodiversidad y la belleza del paisaje de la zona del Cabo Home es lo que la hacen idónea para una inmersión en la naturaleza”. (Anna Vidal)

Sa Cometa des Morts. Paraje Natural de la Serra de Tramuntana (Islas Baleares)

Distancia del recorrido: 3000 metros (ida y vuelta).

Época recomendada: Todo el año, pero especialmente en primavera.

“El municipio de Escorca, que guarda vestigios de la presencia humana de las edades del Bronce y de Hierro, acoge el santuario de Santa María de Lluc. Esa relación entre naturaleza, hombre, identidad y espiritualidad, y las tradiciones que las engloban, moldean también el sendero de Sa Cometa des Morts. Es un encinar mezclado con piedra impresionante en el que el camino cruza por un sitio de enterramientos de la edad de bronce y hierro. Un sendero apto solo para aquellos viajeros que abracen con un profundo respeto la espiritualidad que emana de este lugar, de estas montañas. No hablamos de religión, sino de espiritualidad, una sensación que penetra por los sentidos”. (Álex Gesse)

Puente del Retamar. Parque Curso Medio del Río Guadarrama (Comunidad de Madrid)

Distancia del recorrido: 2000 metros en una ruta circular.

Época recomendada: Todo el año, preferiblemente en primavera.

“En el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama destacan tres paisajes principales: el bosque mediterráneo de encinas, los cultivos y el bosque de ribera. La senda en la que el viajero se adentrará parte del área recreativa y se encuadra en el paisaje que define el parque: el bosque de ribera. En un territorio modelado por la naturaleza y la mano del hombre durante milenios, este bosque compuesto por chopos, fresnos y álamos (entre otras especies arbóreas) cobra una especial importancia como corredor natural para la fauna y para los habitantes de la capital y áreas circundantes de Madrid”. (Álex Gesse)