‘Jobbymoon’: por qué deberías coger vacaciones entre dos trabajos

Hacer un kit kat entre dos periodos laborales se ha puesto de moda. Hay quien elige un hotelazo para liberarse del estrés, cargar pilas y resetearse, quien prefiere perderse en un refugio de montaña o quedarse en casa: el caso es desconectar para reconectar, hacer una pausa y tomarse unas vacaciones. ¿El tiempo? El que se tenga en función de los compromisos laborales. Te contamos 8 razones por las que practicar una jobbymoon según los expertos:

Centrarnos en el ahora

“Parar la actividad habitual en nuestra mente, pasar de estar aferrados a nuestros objetivos y planes y abrirnos a un dejar ir, a lo que vaya sucediendo. Con la pausa interrumpimos la presión, nos centramos en el momento presente”, explica Elena Antón, psicoterapeuta de la Clínica Deva. Ganaremos claridad mental de cara a la nueva etapa.

Reducir el estrés y mejorar el sistema inmune

Según un estudio de la Universidad de Harvard, el efecto vacaciones reduce el estrés y refuerza las defensas. Cuenta Benjamin Blasco, el fundador de la App de meditación Petit BamBou que si le añadimos 10 minutos al día de meditación, los beneficios perduran más tiempo: comenzaremos el nuevo trabajo con mejor salud, física y mental.

Romper la rueda de hámster

Elena Antón explica que somos adictos a la multitarea, “sobre todo a planear, ordenar, agendar y realizar; al cumplir el objetivo, automáticamente buscamos otro nuevo, necesitando seguir en la rueda, como un hámster. Romperla con unas vacaciones requiere compromiso y aporta mucho bienestar”.

Disfrutar de la no acción

Arianna Calcaterra, directora de marketing en The Ritz-Carlton, Abama, un destino habitual de las jobbymoons, apunta lo importante que resulta escoger un lugar donde “no hacer”. “Quienes se apuntan a este respiro laboral quieren desconectarse y relajarse, hacer lo menos posible: buscan desde un servicio personalizado con recomendaciones de lugares que visitar o donde comer bien, a diferentes opciones de relajación: vistas al océano, un río, lago o a la montaña, menús saludables (incluso hacer una cura detox) y un spa donde disfrutar de buenos masajes”.

No verlo como un lujo, sino como un derecho que nos asegura una mejor decisión

Lo que en España, al parecer, vemos como algo exótico e inalcanzable, en otros países está normalizado: disfrutar de un tiempo, incluso un año sabático, para decidir el rumbo profesional. “Aquí solemos estudiar y trabajar de corrido y ver la pausa ya no como un lujo, sino como un tiempo perdido. Pero es habitual encontrarme en la clínica personas desde los veinte hasta cerca de los sesenta que se preguntan porqué han elegido ese camino, con cierto arrepentimiento por no haberse tomado la calma necesaria para llevarlo a cabo con consciencia”, cuenta la psicoterapeuta, que suele recomendarles hacer el camino de Santiago, meditar, irse a un hotel, apuntarse a un voluntariado o cualquier forma de estar en comunión con uno mismo. En The Ritz-Carlton, Abama, añade Calcaterra, es habitual ver “personas que llegan de transición entre trabajos o aquellos que se toman un año sabático para descubrir el  mundo, o a sí mismos”.

Ayuda a ser conscientes de las limitaciones

Elena Antón recomienda hacer un análisis de lo aprendido en el trabajo previo y de lo que a nivel personal se puede mejorar en el siguiente, y para ello, el parón vacacional puede ser una buena oportunidad.

Mejora el sueño para disminuir la ansiedad

El estrés laboral sumado a problemas de sueño triplica el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, asegura una investigación reciente publicada en el European Journal of Preventive Cardiology. Y en vacaciones, el sueño mejora. “Uno de los principales motivos de insomnio es rumiar las preocupaciones, recordando cosas o imaginando situaciones que nos podrían alterar”,  explica Antonio Gallego, experto en mindfulness, mentor de emprendimiento y colaborador de Petit BamBou, app que cuenta con el programa Sueño Sereno. Y antes de comenzar una nueva aventura laboral, la ansiedad puede estar al acecho. El experto propone tips para mejorar nuestro sueño: Llevar la atención a las sensaciones corporales para evitar el parloteo mental y relajar el cuerpo, no excederse con las siestas ni trasnochar en exceso o apuntarse al mindful eating o alimentación consciente para disfrutar de cada bocado y evitar el atracón, enemigo del sueño.

Practicar unas vacaciones tecno-detox

El 95% percibe que su estado de ánimo mejora si guarda el móvil unas horas, pero el 70% lo consulta nada más levantarse, no digamos en época laboral. Para pasar del FOMO (Fear of Missing Out o miedo a perderse) al detox tecnológico en tu jobbymoon Antonio Gallego propone desactivar las notificaciones, configurar el no molestar para que se active automáticamente de noche, no llevar el móvil a la playa o la piscina y recrearse en el paisaje con los ojos en lugar de a través de una pantalla.