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8 motivos para salir de fiesta este fin de semana

No pienses en la resaca, piensa en mejorar nuestras relaciones, aliviar tu estrés y en quemar algunas calorías.

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Cordon Press

Uno sabe cuando llega el fin de semana viendo los estados de Facebook de nuestros amigos. De pronto, todo ese decaimiento general a lo largo de la semana se convierte en frases positivas, en imágenes divertidas y en selfies de momentos de relax, que reconozcámoslo, nos dan mucha envidia. O quizás muchas ideas. Durante el fin de semana uno cambia sus prioridades, dejando las responsabilidades en un segundo plano y convirtiendo el ocio en nuestro principal objetivo. Y en ese ocio, una de nuestras principales actividades es salir de fiesta.

'Salir de fiesta' es un concepto que cambia según la edad. Si bien, cuando éramos más jóvenes era algo habitual y asociado al desfase, con los años, se convierte en una actividad menos corriente, y por eso mismo, mucho más deseada. Ya no caemos tanto en los excesos, porque hemos aprendido que la calidad es mucho mejor que la cantidad. Por eso, quizás no aguantemos hasta alta horas de la mañana, ni nos pasemos de copas, pero apreciamos tomar un buen gin tonic que se aleje del garrafón, o pasar unas horas, aunque sean pocas, entre esos buenos amigos que ahora se cuentan con los dedos de una mano. Precisamente gracias a esos cambios, logramos convertir esa actividad en algo mucho más satisfactorio en muchos sentidos. Tanto, que incluso puede tener curiosos beneficios para nuestro bienestar:

Romper con la monotonía:

Hay pocas cosas que distingan un martes de un miércoles, pero desde luego hay muchas que distinguen a un lunes de un sábado. Es el día que solemos dedicar a hacer cosas diferentes. “Saber salir de tu propia monotonía del día a día es clave para contribuir a encontrar momentos de felicidad, algo que parece que siempre andemos buscando”, explica la psicóloga y coach Raquel Gargallo. Insiste en que salir nos ayuda a salir del tedio del día a día, que no de la rutina, “que es algo diferente”. Según matiza, “en nuestra vida de trabajo, pareja, o relaciones las rutinas son fantásticas para crear vínculos y conexiones fuertes, además de ayudarnos mentalmente a tener una seguridad propia de saber qué es lo que vamos a hacer, con quien y a qué nos enfrentamos”. Por eso es importante diferenciar entre ambos conceptos.

Dedicarse tiempo a uno mismo:

Hacer algo que nos gusta, que nos apetece, que está dedicado a que nos lo pasemos bien, y a pensar un rato, si no en nada, sí en nosotros mismos. Salir esta noche supone también todo eso. “Muchas personas que acuden a mi despacho a las sesiones indican que no tienen tiempo para hacer todo lo que deben y menos para despejarse o salir, y trabajando con ellos resulta que no es cuestión de tiempo, es cuestión de prioridades”, relata la psicóloga. Para dejar claro que esto no debe ser así, reflexiona que si bien “hoy por hoy todos necesitamos un trabajo con el que vivir, muchas veces lo que hacemos con él es sobrevivir”, por eso, tener otras actividades que nos ayuden a dedicarnos espacios personales, nos ayudará también a disfrutar más de los laborales, o de otro tipo de responsabilidades personales.

Ser más optimistas:

Está claro que cuando alguien sale mejora su humor, y se toma las tareas de la mañana siguiente, como las de hacer la compra o poner al día la casa, de otra manera. Eso siempre que haya salido con moderación y no padezca de una terrible resaca, claro está. “La gente activa, que busca divertirse, pasárselo bien de una manera sana, se decanta por ser más optimista y positiva. Sin embargo la gente que no cultiva ese espacio de ocio suele tender a la negatividad y a la queja”, vuelve a recalcar la coach.

Eliminar estrés:

Además de optimistas, muchas veces después de una buena noche con nuestros amigos o pareja, nos encontramos mucho más relajados y menos preocupados. Y podemos sentir, salvo por el dolor en los pies de los tacones, el cuerpo más liviano, después de habernos pegado unos buenos bailes. El especialista en rendimiento deportivo de SanusVitae, Rubén Gadea, cree que una sesión “sana” de fiesta “nos ayudará a desconectar del estrés laboral, del nerviosismo, de la tensión diaria y poder relajarnos y disfrutar del día con otra energía, también a nivel físico”. Cuerpo y mente están más relacionados de lo que parece.

Mejorar nuestras relaciones:

A veces las mayores confesiones se hacen tras unas cañas, y los compañeros de trabajo, que pasan a ser amigos, lo son porque hemos compartido momentos con ellos fuera de las cuatro paredes de la oficina. Por todo ello, es indudable que salir crea nuevos lazos o refuerza los ya existentes. “Nuestras relaciones mejoran tanto en el trabajo como con los amigos o nuestra familia (¿quién no ha salido alguna vez de fiesta con sus hermanos o primos?) tenemos anécdotas que contar, cosas que compartir o secretos que guardar, con cierta complicidad con alguien”, apunta de nuevo Raquel Gargallo.

Subirse la autoestima:

Si salir ayuda a mejorar las relaciones con los demás, otra relación importante, que muchas veces nos olvidamos de mimar, es la que tenemos con nosotros mismos. “Arreglarnos para salir de fiesta, cuidar nuestro aspecto, atraer miradas, divertirse ie intentar estar atractivo para ti”, todas esas ideas son las que, según la psicóloga, ayudan indudablemente a reforzar nuestra autoestima. “Arreglarse implica mirarse al espejo, juzgarnos, y aunque la mayoría de veces que lo hagamos (sobre todo la mayoría de las mujeres) lo hacemos negativamente, cuando hay un motivo de celebración, un día de fiesta extra, o un acontecimiento, buscas estar guapo, tienes otra actitud y te ves bien, te sientes sexy, por lo que tu seguridad y confianza en ti tienen un subidón”. Habrá que aprovecharlo, ¿no?

Quemar calorías:

Este sábado puede que no vayas al gimnasio, pero eso no quiere decir que no puedas hacer ejercicio de otra manera. “No relacionemos ejercicio y actividad física con esfuerzo, sacrificio, sufrimiento y dolor. Tenemos un gran número de actividades que podemos realizar y seguro que alguna se adapta a nuestros gustos, entre ellas, el baile”, aporta Rubén Gadea, que insiste en que “ir a clases de baile o salir a un local a movernos y bailar nos ayudará a aumentar nuestro gasto calórico y mantenernos en forma”.

Reforzar tu relación de pareja:

Puede que relacionemos el salir de fiesta con nuestros compañeros y amigos, ¿pero por qué no hacerlo, al menos de cuando en cuando, también en pareja? “Muchas parejas que trato me repiten que viven el Día de la marmota y que han olvidado reírse juntos”, dice Gargallo. Por eso, buscar formas de ocio que vuelvan a conectarnos, nos ayudará a salir reforzados, y a encontrar una desconexión de los problemas de la casa, además de la risa conjunta. “Cuando algo es sólo de dos se crea una conexión especial, y por ello en la pareja también que buscar ese tiempo de juego, de creatividad, de salir de la monotonía y de hacer cosas nuevas, solos o con más gente, todo es muy positivo”.

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