El día que probé el ‘sugaring’ y me depilé con azúcar en casa

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La cera caliente, las bandas de cera fría, la cuchilla, las cremas depilatorias, la depilación con hilo, el láser, la luz pulsada, las pinzas, las maquinitas depilatorias, etc. Creo que los he probado todos. Pero depilarme con azúcar, nunca… hasta este momento, y todo por amor a ustedes, queridos lectores.

Resulta que lo del sufrimiento de quitarse los pelos no es cosa del mundo contemporáneo y que nuestros antepasados allá por el 1900 antes de Cristo, en Egipto, también se apuntaban a la tortura. Pero ellos utilizaban el azúcar y la tradición ha seguido a lo largo de los años en algunos puntos de Oriente y, últimamente, incluso en salones de belleza, para quitar el vello facial y corporal.

Leona

Leo que el sugaring  es una alternativa a la cera caliente pero con una fórmula relativamente barata y perfecta para esto del DIY, ideal para pieles sensibles y como que me voy animando. Si lo hacían en la época de los faraones, cómo no voy a hacerlo yo, con lo bien que manejo la Thermomix. Total, que me pongo manos a la obra y busco la receta:

-1 limón exprimido (justo tengo uno en casa, menos mal)
-2 tazas de azúcar (también tengo)
-Un poco de agua por si acaso (ok)

“Más natural imposible”, pienso yo, con inclinación a las ilusiones. Sigo leyendo.

-Se coloca el azúcar en un cazo y se vierte encima el zumo del limón (fácil).
-El zumo tiene que cubrir totalmente el azúcar y, si no llega, se completa con un poco de agua (mal vamos, porque a mí con un zumo no me cubre absolutamente nada… así que completo con agua).
-Se calienta la mezcla hasta la ebullición, mezclando bien, y luego se baja la temperatura del fuego y se cocina durante unos diez minutos, hasta que espese y se quede de color miel (¿Hola? ¿Dónde me he perdido? Aquello no espesa en ningún momento y se queda más bien amarillo claro y totalmente líquido. Creo que he puesto demasiada agua… ¡¡¡Tengo que volver a empezar!!!)
(Pero ya será mañana si eso, que resulta que no tengo más limones y ya han cerrado las tiendas).
Al día siguiente consigo la mezcla un poco más digna. Se queda como una cera convencional de depilación, pero un poco más líquida. Hay que esperar a que se enfríe porque hay que usarla a temperatura ambiente y además durante ese tiempo se espesa bastante.
Leona

El sugaring se hace sin bandas depilatorias. Con la ayuda de una espátula (cosa que tampoco tengo pero improviso con un instrumento de cocina) se aplica la mezcla en el sentido contrario del crecimiento del vello, para que la pasta penetre bien en el folículo. Luego hay que quitar la cera de azúcar en el mismo sentido en el que crece el pelo. Esto tiene supuestamente la ventaja de que el tirón duele menos (he dicho menos, no que no duela) y además tiene el supuesto valor añadido de exfoliar y llevarse por delante las células muertas.

Sin embargo, queridos lectores, yo no consigo ni pegarme el tirón porque la mezcla no se llega a levantarse de una vez, ya que no es lo suficientemente compacta. Se queda más bien como un gel. Me pongo un poco de polvos de talco para conseguir que se adhiera bien a la piel y pruebo de nuevo… Parece que la cosa funciona y que han salido ¿dos pelos? Como no soy de rendirme a la primera, sigo probando, con bandas de producto algo más anchas, pero no hay manera

Resultado final: Seguramente mi mezcla esté mal hecha y que, alguien que consiga que se le quede con más consistencia, consiga depilar y los resultados no tienen por qué ser diferentes de los de la cera, porque el vello se arranca de raíz. Pero, qué le vamos a hacer, yo soy de las de lo malo conocido (y me he quedado toda pringosa, por no hablar de las superficies que me rodean). Me pongo a escribir esto pensando en que debería pedir una cita para depilarme. Lo del azúcar se lo dejo a Cleopatra.
Leona