El día que intenté comprar ropa por Instagram

Así se ven las notificaciones que llegan al correo tras un 'me gusta' al look deseado.
Así se ven las notificaciones que llegan al correo tras un ‘me gusta’ al look deseado.

Lo reconozco, soy de las que pasan tanto tiempo fichando la ‘última semana’ de Zara o lo ‘nuevo’ de Mango que soy capaz de memorizar el catálogo completo de una tienda online. Si a eso le sumamos la procrastinación en redes sociales, mis días piden a gritos más de 24 horas.

Aunque ahora puede que no tanto. La noticia de que Asos y otras 27 firmas han apostado por Liketoknow.it suena como un motivo de alegría para mi maltrecha batería del móvil, que anda bastante quemada con tanto like y timeline. El proyecto no es ni más ni menos que poder comprar online partiendo de Instagram, así que deseando probar cosas nuevas, me aventuro en esta nueva experiencia 2.0.

Para todos aquellos que uséis Instagram, sabéis de sobra la total ausencia de links (salvo en las ‘bios’) que existen en esta red social, de ahí que emprendiese mi aventura con cierto escepticismo. ¿Cómo me iba a llevar un doble tap (dos toquecitos de pantalla) a llenar un carrito con la ropa que me gustase? Dejando las dudas a un lado, empecé por googlear la página web, donde aparecen unas instrucciones muy claras:

1. Suscribirse con la cuenta de correo electrónico que tenemos vinculada a Instagram y autorizar todos los permisos y condiciones que como siempre (nunca) nos leemos.

2. Elegir la frecuencia con la que queremos que nos lleguen los mails con la ropa que nos ha gustado previamente. Hay varias opciones: a diario, semanalmente o, si estamos muy desesperadas, ASAP (o lo que viene a ser lo más pronto posible en inglés).

3. Una vez ‘logeados’, empezamos a navegar por la plataforma de Instagram hasta las fotos de los looks que nos gusten pero ¡ojo!, porque no todos valen. Para poder llenar tu armario con lo que estás viendo, es necesario que estén etiquetadas con un enlace tipo www.liketk.it. Suelen ser instantáneas con estilismos de blogueras muy reconocidas como Sincerely Jules, por lo que sumas puntos si ya las seguías previamente. Aunque antes de que entren los sofocos, es fácil seguir el rastro de estas fotos por el hashtag, la mayoría están etiquetadas con #liketkit.

Así podemos ver los looks que pueden adquirise gracias a esta herramienta.
Este es el aspecto (con enlace y hashtag incluidos) de los looks que podemos adquirir con esta herramienta.

Con el gatillo en modo ‘asap’, empiezo mi ruta de iniciación. Uy, qué abrigo más mono, este se lleva un doble tap. A ver qué pasa. Espero el mail con más ilusión que un niño en la noche de Reyes Magos. Pero nada, no pasa nada. Bueno, tardará en llegar, voy a seguir con mi doble toque de pantalla. Acabo desenfundando el dedo más rápido que John Wayne, pero aquí no sucede nada, solo esas bolas de las películas de western rodando mentalmente por mi cabeza.

Debo tener una noción bastante equivocada del asap, porque me da tiempo a tomarme un café, viajar hasta el Machu Pichu y volver, que todavía no llega el dichoso mail. A las dos horas, con toda la calma del mundo, recibo una notificación. ¡Por fin! El email deseado. Cuando lo abro, aparece la foto a la que he dado un ‘me gusta’ y debajo, las prendas que completan el look. Et voilà! Solo es necesario pinchar en la prenda que te ha llamado la atención, que redirige directamente a la tienda online en cuestión para poder comprarla. El resto del proceso es similar a cualquier compra realizada desde el ordenador o la tablet.

Con el dedo algo más desgastado y el bolsillo un poco más vacío, me pregunto hasta qué punto esto ha sido una experiencia de compra satisfactoria. Si lo que queremos es inmediatez, desde luego que a día de hoy, comprar a través de Instagram no es el mejor método. Con el tiempo seguro que se convierte en un lucrativo modelo de negocio, pero las prisas son las prisas y la verdad, para este proceso, a mi parecer bastante tedioso, prefiero la eficacia del método online tradicional. Así que querida batería del móvil, por ahora solo te queda callar y aguantar.

OhKanye