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Perderse con el libro perfecto

Un rincón del planeta y una trama con la que abandonarse en él. Es lo que nos han recomendado diversas personas del mundo de la moda, el cine, la escenografía o la literatura.

Libros para perderse
Corbis

Teresa Helbig: Diarios de bicicleta, de David Byrne

«Me gusta Talking Heads y los artistas sacados de contexto hablando de cosas que no sean ‘lo suyo’». Por eso, la diseñadora recomienda la lectura de Diarios de bicicleta, de David Byrne. «Lo leería en el Prater Garten de Berlín, una de las ciudades que David recorre con su bici».

Blanca Li: Las leyes de la frontera, de Javier Cercas

«Y de allí, Villers-sur-Mer (Normandía), una playa preciosa y tranquila donde el mar baja y sube más de cien metros dos veces al día. Me llevaría Las leyes de la frontera, de Javier Cercas, absorbente, brillante y dinámica».

Eduardo Punset: El error de Descartes, de Antonio Damasio

«Salimos de una época en la que se impone el dogma, y El error de Descartes fue creer que el pensamiento bastaba para apuntar a la existencia de Dios. Damasio contesta que hace falta existir biológicamente para poder pensar. El libro entronca con El origen de las especies, y su lectura sería inspiradora tras visitar Down House, la casa de retiro de Darwin en Kent, cerca de Londres».

Portocolom, Mallorca

Corbis

Llucia Ramis: Un paraíso inalcanzable, de John Mortimer

Para la escritora, el momento para bucear en una historia es «después de la ducha, al volver de la playa, en una terraza junto al mar mientras se pone el sol. En la Mallorca de Portocolom leería un libro misterioso, divertido y conmovedor, como Un paraíso inalcanzable (Libros del Asteroide), un retrato de la sociedad inglesa».

Calixto Bieito: El Giro, de Stephen Greenblatt

«El Giro es la sencilla búsqueda de un viejo libro. Un relato conmovedor sobre la naturaleza de las cosas. Un canto al humanismo. Y Ushuaia –destino argentino del director teatral –, el fin del mundo, un lugar donde perderse y saltar a la Antártida. Allí un día vi una ballena…». 

Josep Roca: Los ignorantes, de Étienne Davodeau

«Relato iniciático, refrescante y realista de la mano de Étienne Davodeau, escritor, y Richard Leroy, viticultor. Viñas repletas de sabores y diálogos transversales que leería en la zona del Jura, en los alrededores de Rotalier y Arbois-Pupillin».

Joaquín Piqueras: La Odisea, de Homero

El poeta recomendaría la lectura de La Odisea «porque en las peripecias de Homero veo cifradas las de la vida humana. Y la isla griega de Angistri, desconocida, tiene lo esencial del Mediterráneo: un mar transparente, montes cubiertos de pinos y una paz perfecta para leer a Ulises».

Javier Vallhonrat: Esculpir en el tiempo, de Andrei Tarkovski

«Lo mío es la montaña, el contacto con la naturaleza. Es en lo que llevo trabajando cuatro años», explica el fotógrafo. «Y esta aldea leonesa es especial. Preguntando se sube hasta un refugio de piedra muy pequeño. Está entre la naturaleza más amable y contemplativa. Y frente a ti, los Picos de Europa. Además, para llegar, hay que atravesar un hayedo, en cuyas ramas te vas dejando enredado todo lo que te sobra. Allí me llevaría Esculpir en el tiempo, el diario de trabajo del director Andrei Tarkovski, al que admiro, que habla de tiempo detenido y del deseo de experimentar, con el que me identifico».

París

Corbis

Quim Gutiérrez: Middlesex, de Jeffrey Eugenides

«En París, en una ciudad que puede dar y quitar tanto, es inevitable sentirse solo a ratos. Pero levantas la mirada en una pausa de Middlesex, de Jeffrey Eugenides, te distraes con los destellos del puente de Alejandro III y sientes la fuerza necesaria para cambiar el rumbo de tu historia».

Juan Madrid: El poder en la sombra, de Robert Harris

El escritor, que acaba de publicar Los hombres mojados no temen la lluvia, propone enzarzarse en la lectura de El poder en la sombra, de Robert Harris. Y lo haría en un entorno más que original, rodeado de maravillosos cultivos: «Casa Manolo, un chiringuito en la playa de La Guardia, en Salobreña (Granada). En la sombra, tranquilo, con un tinto de verano con una ramita de hierbabuena en suspensión. Y de vez en cuando bañarme y volver a la lectura». Extraño paisaje para una novela «que aclara las cloacas del poder aquí y ahora».

Amparo Llanos (Dover): Walden, de Henry David Thoreau. 

Perfecto para los individualistas y los amantes de la naturaleza. La ciencia y el mundo moderno de Alfred North Whitehead para quien tenga afición por la filosofía y por las personas adelantadas a su tiempo. Monadología de Gottefried Leibniz. También es filosofía pero además poetica. Lo recomiendo por la enorme admiración que siento por Leibniz.Son libros para vacaciones tranquilas y tirando a solitarias!

Nacho Vigalondo:  "Mecano 82", de Grace Morales.

Una reconstrucción y análisis del primer boom de Mecano, un fenómeno cultural único en la historia de nuestro país, desde un punto de vista bastante poco condescendiente con la supuesta bonanza cultural de la época. Es un libro para leer en cualquier rincón de esa ciudad soñada que es MADRID. Lo leería en Plaza de españa, frente al edificio vacio.

Ushuaia (Argentina)

Corbis

Rosa María Calaf: Q, de Luther Blissett 

El salar de Uyuni (Bolivia), el mayor desierto de sal continuo del mundo fascina a la reportera. «El deshielo cubre los cristales formando un inmenso lago que une cielo y tierra». Allí se llevaría la novela histórica Q, de Luther Blissett (DeBolsillo), «porque solo mirando el pasado podemos entender el presente, y requiere ganas de pensar, tiempo y un entorno tranquilo».

Carmen March: In Defence of Food,  de Michael Pollan

Es un ensayo muy interesante sobre nutrición, escrito desde el sentido común. Desde que fui madre, me interesa especialmente el tema. Quiero enseñarles lo correcto a mis hijos.Y alternarlo con cualquier novela negra del inspector Montalbano, de Andrea Camilleri. Deliciosas.Y si puedes leerlos a la sombra de un pino, con los pies enterrados en arena fresquita y escuchando el mar, bienvenido a la felicidad. Me encantan sus novelas porque llevo años siguiendo la serie, me resulta un personaje muy familiar, veo como ha ido madurando, incluso envejeciendo , y su mezcla de resignación y furia frente a las dificultades de su trabajo me enternece. El lugar sería cualquier playa virgen del norte de Menorca. Las de arena muy oscura.

Zaryn Dentzel, Tuenti: Las buenas ideas: una historia natural de la innovación, de Stephen Johnson

Siempre es buen momento para innovar, pera más ahora, en un momento de crisis como en el que se vive en España. Este libro analiza los factores que fomentan los entornos creativos: las ciudades, los cafés o los arrecifes de coral. Cuenta cómo surgen las ideas de una forma sencilla y a la vez apasionante. Un libro inspirador para renovarse este verano. En el Mediterráneo, se me ocurre Girona, Costa Brava, -Zaryn es miembro del Consejo Asesor de la Fundación Príncipe de Girona-, que es un entorno históricamente vinculado con la creación, cuna de grandes innovadores, artistas, filósofos. En cualquier rincón, en una cala tranquila o navegando, por ejemplo en Menorca donde voy todos los años invitado por mi amigo Martin Varsavsky.

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