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Hollywood, ¿por qué rechazas a Wonder Woman?

Un documental reivindica a la amazona del cómic emblema del feminismo y desvela el sexismo en el mundo de las viñetas a lo largo de la historia.

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Todo empezó en 1999, con una discusión online entre colegas y amantes del cómic. Gail Simone, la actual guionista de DC Comics y redactora de las aventuras de Wonder Woman (Mujer Maravilla), recordó un incidente en el número 54 de Linterna Verde, cuando el héroe se encuentra su novia, Alex De Witt, asesinada dentro del congelador.

El episodio dio pie a enumerar otras heroínas que habían sido asesinadas, agredidas, o desposeídas de sus poderes en el mundo de las viñetas. Lo que comenzó como un anecdotario entre amigos acabó convirtiéndose en 'la lista' titulada Women in Refrigerators (WiR, mujeres en el congelador). Un listado que incluía a heroínas como Catwoman, Batwoman, Elektra o Supergirl y que no paraba de aumentar gracias a cadenas de mails y al intercambio en Internet. Avasallada por detractores de la WiR (que acusaron a la guionista de feminista radical), Simone publicó la lista en una web, la prensa se hizo eco y voilà, nació la etiqueta para designar al sexismo que sufren las féminas en el mundo del cómic: Síndrome de la novia en el congelador.

Ha pasado más de una década desde que la WiR alertase de las vejaciones a los personajes femeninos, y todavía muchos (y muchas) contestan con Spiderman, Batman o Superman cuando son preguntados por su personaje favorito. ¿Por qué las heroínas no sobreviven en la memoria inmediata del gran público? ¿Será porque Hollywood apenas ha ofrecido referentes en sus superproducciones? Esto mismo se preguntó la directora Kristy Guevara-Flanagan, artífice de Wonder Women! The Untold History of American Superheroines, que se proyectó en el festival de cine de SXSW (Austin, Texas), participará el mes que viene en el festival de cine independiente de San Francisco y que cuenta con los testimonios, entre otros, de Gloria Steinem, Kathleen Hanna de Bikini Kill o  dos superheroínas catódicas como Lyndsay Wagner (La mujer biónica) o Lynda Carter (Wonder Woman).

Courtesy Everett Collection

Lynda Carter, que llevó a Wonder Woman a la pequeña pantalla pese las reticencias de algunos directivos, volvió a poner de moda a la amazona entre el gran público.

Cordon Press

El documental sigue la evolución (no exenta del síndrome en ciernes) de esa amazona icono del bondage y nacida en una isla matriarcal que es Wonder Woman, pero también explora la figura de otras heroínas de ficción, evidenciando el sexismo y las reticencias a la liberación femenina que se han dado en la cultura del cómic y el universo audiovisual. 

La Mujer Maravilla, creada en plena Segunda Guerra Mundial para responder a a la necesidad de que las muieres saliesen a la esfera pública para reemplazar a los hombres enviados a combate, abandonó el feminismo y su espíritu guerrero, casualidades del destino, al final de la guerra. En 1947, el cómic se convirtió en un romance y la joven diosa dejó de ser feminista. Después llegaría la publicación de Seduction of the innocent, el libro que culparía a los cómics de la violencia juvenil y que provocó acusaciones de lesbianismo sobre la heroína. 

Recuperada por Gloria Steinem para la portada del primer número de la revista feminista Ms. Magazine a inicios de los 70 en plena segunda ola del feminismo (por aquel entonces la Mujer Maravilla de las viñetas había perdido sus poderes y había abierto una tienda), Wonder Woman recuperó su brío gracias la serie de televisión de los 70. "Costó conseguirlo, los directivos creían que una mujer no podía liderar un show, y se equivocaron. Hicimos mucho dinero para la cadena", asegura Lynda Carter en el film.

¿Por qué si funcionó tan bien la serie, y después de que las 'riot grrrls' (re)adoptasen a la diosa durante los 90 en los inicios del 'girl power', no se recupera a la Mujer Maravilla ahora que la taquilla responde a la fiebre de los superhéroes? Tal y como apuntó Laura Hudson en el artículo Leia it's no sufficient hace unas semanas en la revista Wired, existe "un problema con las mujeres en Hollywood". Sólo un 33% de los personajes que lideraron los taquillazos en 2011 eran femeninos. El Bechdel Test, además, sigue ahí para recordarnos, sin ánimos de convertirse en un indicador feminista, que la mayoría de películas no pasan su único requisito: que dos mujeres mantengan una conversación sin nombrar a un hombre. Prueben en sus casas. Háganlo mientras esperamos a que DC Comics se anime a llevar a Wonder Woman a la gran pantalla y a que J.J. Abrams confirme que Carrie Fisher volverá a participar en la nueva aventura de la Guerra de las Galaxias. Al menos tendremos a Leia.

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