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Estas son las gurús del veganismo en España

No consumir productos que provengan de “la explotación animal” no es tarea fácil. Estas jóvenes bloggers, muy activas en las redes sociales, comparten recetas y dan consejos sobre un estilo de vida en auge

veganismo

Cruceros netamente veganos como los de Vegan Travel donde, comida a parte, “los asientos son sin piel y las almohadas no tienen plumas”.  Zapatos de “poliuretano certificado” como los de By Blanch, que no bajan de 139 euros el par. Pasta de dientes hecha a base de aceite de coco, sodio y menta como la Lamazuna, libre de cualquier testeo animal. Y mucho trampantojo de carne: del chorizo de calabaza de Calabizo a hamburguesas de seitán o falsas salchichas de remolacha. La feria vegana Veggie World estuvo el pasado fin de semana en cartel de la antigua plaza de toros de las Arenas en Barcelona, ahora centro comercial, con más de 70  expositores y conferencias.  El domingo agotó las entradas. Aunque sólo el 7,8% de la población española es veggie según el cálculo optimista del estudio The Green revolution, que mete también en el saco a vegetarianos y a los flexiterianos (los que de forma ocasional comen carne), el movimiento gana adeptos. En la carrera hacia el veganismo, que en un sentido estricto pasa por no consumir nada que provenga de “la  explotación animal”, un grupo de bloggers marca la pauta. Son mujeres por aplastante mayoría, rondan la treintena y no siempre se convirtieron a la causa por activismo ecologista. Inquietud por la nutrición y un estilo de vida saludable les llevó a menudo en primer lugar a compartir recetas, consejos y coloridos platos vegetales en Instagram.

Marta Martínez, Mi dieta vegana

Motivos de salud –sufre síndrome del colon irritable– y sobrepeso llevaron a Marta Martínez a hacerse vegana. Su cuenta de Instagram (76.000 seguidores), comenzó como un ejercicio para que su dietista “supiera lo que comía”, según ella misma explicó este fin de semana. “Soy la vegana gorda. No, no soy la única persona que siendo vegana tiene sobrepeso u obesidad. Pero seguramente soy la instagrammer vegana que poniendo fotos de comida saludable tenga más celulitis y el culo más gordo. Ahora mismo esto es así y no se puede hacer mucho a corto plazo”, zanjó en un post del pasado mes de enero. Unas fotos suyas en bikini publicadas en Instagram provocaron que la acribillaran a comentarios que ponían en duda su veganismo y la acusaban de comer hamburguesas a escondidas. Replicó a los haters sin complejos.

Marta Martínez centró su conferencia en Veggie World en cómo “comer bonito, sano y vegano”.  No sólo por la estética que exigen las redes sociales, sino porque sirve para tomar conciencia de lo que estás comiendo, al igual que sentarse a la mesa. No caer en el hartazgo es uno de los mayores retos de todo veggie, reconoció. En su caso, no le gusta el tofu, lo que le lleva a abusar de los aguacates como fuente de proteínas vegetales. El hambre entra a menudo por los ojos, como con sus falsos huevos revueltos. En realidad llevan tofu sedoso, cúrcuma para darles color y sal negra con un ligero olor a azufre: el truco final para que se haga la boca agua.

Victoria Lozada, Nutrition is the new black

Victoria Lozada, nutricionista, explica que abrazó el veganismo “un poco por probar, pero cuando empiezas a investigar es difícil salirse, también por salud y por ética”. Su blog se basa más en recetas y consejos generales (algunos de sus posts son ¿Vegetarianismo y depresión? O Hambre emocional) que en su experiencia personal. Defiende que la vida social de alguien de su edad –tiene 26 años– es compatible con unos parámetros de alimentación tan estrictos. Puede, por ejemplo, tomar cañas, siempre que no sean Guinness, bromea, ya que la vejiga de pescado forma parte  de los ingredientes. No todos sus amigos son veganos, aclara Lozada, pero el movimiento se está popularizando también en Madrid y “siempre puedes encontrar algún platito vegan friendly”. Donde pone cada cual los límites es “algo muy personal”. Más que el rigor conviene que el veganismo, entendido como minimizar el consumo de productos animales, deje su huella en cuanta más gente mejor.

Míriam Fabà, Veganeando

“¡Hola, lechuguitas!”, saluda Míriam Fabà desde el canal de You Tube Veganeando a sus 6.253 suscriptores antes de dar la receta de la semana. Criminóloga de formación, lo combina con el blog donde también recomienda productos y da ideas de estilo de vida. Iba para funcionaria de prisiones, pero mientras  preparaba las oposiciones puso en marcha Veganeando como hobbie y acabó por convertirlo en una fuente de ingresos, junto con dar talleres y showcookings. Una de las recetas más vistas de su blog ha sido la sobrasada crudivegana, con tomates deshidratados, almendras y abundante pimentón. Una prueba más de que ser vegano no equivale a no añorar el embutido, más bien todo lo contrario.

http://instagr.am/p/BOCNR8Vjnxs/

Arantza Muñoz, Cómo ser vegano sin morir en el intento

Su formación como dietista guió a Arantza Muñoz en su camino “hacia el veganismo y la abolición del especismo”, según ella misma explica en el blog Como ser vegano sin morir en el intento. El cambio de alimentación en su caso sí le ayudó en su lucha contra la obesidad –redujo a menos de la mitad los 110 kilos que pesaba tras hacerse vegetariana–. Con 41.000 seguidores de Instagram, basa su propuesta en detalladas recetas clasificadas por tipos.

Gloria Carrión, La gloria vegana

Otro recetario con platos 100% vegetales de todo tipo a cargo de la cordobesa Gloria Carrión: de torrijas veganas (hechas de espelta), a macarrones a la boloñesa (con soja texturizada) o smoothies de té macha y fresa. Coloridos planos cenitales de sus creaciones le han llevado a los 32,9K de seguidores en Instagram.

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