_
_
_
_
_

En el mundo del diseño, el queso es el rey

Cuantos más agujeros tengan, más apetecibles son para gourmets y arquitectos. Estos lácteos se han convertido en el motivo con el que decorar el interior y las fachadas de los nuevos iconos urbanísticos.

Emmental Stair
D.R.

01/ POR LA VÍA LÁCTEA
Un toque de humor

Al crear la Emmental Stair para una casa en Budapest, la croata Biljana Jovanovic se dejó llevar por una de sus pasiones: el queso suizo. El proyecto fue un encargo de una moderna familia con dos niños, que necesitaba una solución para cambiar la escalera. Querían un diseño que diera paso a los dormitorios pero que no obstruyera la vista. Jovanovic consiguió una estructura con triple función: una escultura, un gran juguete para los pequeños y un acceso utilitario. blacreatifs.blogspot.com.es

Boolean Tetsumon Cafe.

D.R.

02/ SE COME CON LA VISTA
A bocados

La expresión rata de biblioteca, que era peyorativa hasta ahora, fue el punto de partida del estudio Torafu para crear su Boolean Tetsumon Cafe, dentro de la facultad de Medicina de la capital nipona. La inspiración de los arquitectos fue el Edam holandés. Para el diseño de los asientos y para los paneles que dividen los espacios se utilizaron placas de madera con grandes perforaciones que crean efectos de luz y, además, abren el apetito. www.torafu.com

El estudio de arquitectura Spark

D.R.

03/ JUGAR FUERA Y DENTRO
Para los más pequeños

El estudio de arquitectura Spark ha convertido un antiguo edificio en el centro de Bangkok en Fai Fah. Se trata de una deliciosa construcción diseñada para ser el punto de encuentro de los niños y jóvenes de la ciudad. Sus instalaciones están pensadas para albergar talleres que estimulen la creatividad de los menores. Mientras levantaban el edificio, los arquitectos trabajaron con los chicos del barrio, quienes les dieron la idea de la fachada. www.sparkarchitects.com

La Cheese Tower de Dubái.

D.R.

04/ SIN DERRETIR
Oficinas en el desierto

Cuando se comenzaron a mostrar las ventanas de esta torre, los habitantes de Dubái la llamaron cariñosamente la Cheese Tower. Su nombre real es 0-14. Para optimizar el consumo energético, el estudio Reiser & Umemoto, autor del edificio, dejó un espacio entre la fachada y las ventanas que ejerce de ventilador y que permite que el aire corra entre ellos. www.reiser-umemoto.com

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_