_
_
_
_
_

Año bisiesto: cosas que hacer solo cada 4 años

Que 2012 no sea recordado como el año más siniestro sino como la excusa para iniciar algo nuevo.

calendario bisiesto

La verdad es que este 2012 se postula como uno de los años más siniestros vividos hasta la fecha. No solo tiene un final complicado sino que la crisis económica se ha agudizado más que en temporadas anteriores. Encima tiene un día más. ¿Es que no va a terminar nunca este año tan negro?

Siempre nos queda darle la vuelta a la tortilla y buscarle su lado positivo a tanta negatividad. ¿Qué tal aprovechar que 2012 es bisiesto para hacer cosas nuevas que no se pueden -o deben- hacer más que cada 4 años? La excusa para el cambio está servida, aquí tienes nuestras propuestas.

1. Cambiar de peinado

No todo el mundo padece la misma esquizofrenia capilar que padecen algunas como Rihanna o Katy Perry, que cambian radicalmente sus cabelleras casi cada mes. La gente de a pie necesita tiempo para tomar decisiones como animarse con ese rubio más claro, cortar esa melena o atreverse con ese flequillo. Piensa que tienes nada menos que cuatro años para acostumbrarte y nada más que cuatro años para arrepentirte.

2. Hacerte un lifting

Una intervención como un lifting no es algo que se pueda tomar a la ligera dado que es una cirugía en toda regla, así que es una salvajada hacerla muy a menudo. Llegada cierta edad, cuatro años es un tiempo más que prudencial para dejar pasar hasta que se realice de nuevo. No solo lo agresivo del lifting es un motivo para aplazarlo sino su precio. En centros de prestigio como el Instituto Médico Láser (cuando se trata de algo así no se puede escatimar en gastos) esta operación cuesta la friolera de unos 9.800 euros.

3. Iniciar el repaso de la depilación láser

Cuatro años atrás iniciaste ese maravilloso viaje de la no depilación… pero hoy empiezan a salir unos pelitos irreductibles. Es un momento perfecto para contratar unas sesiones más y hacer un pequeño repaso. También, si después de haber probado las bonanzas de esta tecnología en una zona y estás extremadamente satisfecha, te puedes lanzar con otra.

4. Hacerte un tatuaje

El tatuarse es un acto que debe realizarse tras una larga meditación dado que es una muesca que va a quedar en nuestra piel para toda la vida. Sí, existen técnicas para eliminar los tatuajes pero son muy dolorosas y en algunos casos no garantizan éxito total. Así que cuatro añitos para decidir qué grabar sobre nuestro cuerpo es un tiempo más que prudencial. Al fin y al cabo, no a todo el mundo le queda bien el body art masivo

5. Comprarte un traje hecho a medida

¿Puedes ahorrar 60.000 euros en solo cuatro años? Es lo que cuesta hacerse un traje de fiesta de alta costura, cantidad que puede subir a 1 millón si se trata de un vestido de novia. También se puede adquirir algo muchísimo más económico en una horquilla entre 150 y 500 euros. Un capricho más asequible pero que bien merece cuatro años de espera.

6. Iniciar un curso, máster u otra carrera

Ahora que las carreras duran solo cuatro años te puedes plantear completar tu formación en cada vez que hay bisiesto. O utilizar esta excusa para iniciar cualquier otro proceso educativo con el que ocupar tu tiempo libre.

7. Hacer el megaviaje

Basta de cogerte las vacaciones en semanas sueltas y de veranear en trocitos a lo largo de todo el año. ¿Has pensado esta vez en unir todos los días juntos e irte al otro lado del mundo a recorrerlo? O a pasártelos sin hacer absolutamente nada, tanto que hasta se te llegue a olvidar lo que hacías en tu trabajo. Una vez cada cuatro años no hace daño.

8. Terminar y empezar una colección

¿Cuánto se tarda en terminar una colección? No de esas que aparecen cada semana en tu kiosco sino de las otras que comienzas un día y que no sabes cuándo llega su fin como imanes de viajes, postales, servilletas de bares, cajas de cerillas… Cuatro años después puedes darla por finiquitada para iniciar un nuevo reto; cualquier cosa se puede coleccionar, solo tienes que saber cuándo parar.

9. Replantearte tus convicciones políticas

Tienes casi cuatro años para volver a votar, y varias elecciones a tus espaldas para saber si has obrado correctamente o no. Es la ocasión para analizar opciones y ver si te conviene seguir votando a ese partido más veces.

10. Cambiar de pareja

Ahórrate la maldita crisis de los siete años. O la de los cinco. Corta de raíz y vuelve al mercado fresca y con energías renovadas. Y así cada año bisiesto: ¡todo será positivo en esta dinámica!

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_