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«Me gustaría que Hedi Slimane fuera el heredero de Karl Lagerfeld»

Rostros como el de la top Marjan Jonkman encapsulan la belleza de una generación que da significado a vestidos de ensueño.

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Kristian Schuller

Cuando le toca vestirse con vestidos fluidos y románticos, como en la sesión de hoy, Marjan Jonkman (22 años) disfruta. «Me gusta demostrar a la gente que también puedo interpretar el rollo girly y femenino –reivindica–, porque siempre me ponen en plan cool, una cosa más oscura, más rock and roll». Ese que describe es el estilo que la ha convertido en una de las modelos más disputadas del momento y que la ha llevado a protagonizar campañas para Céline, Dsquared2, Topshop, Adidas, Marc Jacobs, Lanvin y Versus Versace en un tiempo récord. Será por su imitado corte de pelo, un flequillazo platino que le hubiera servido para ser frontwoman en una banda de new wave en los 80 o una actriz de cine indie en los 90.

No siempre tuvo ese aspecto desaliñado. Descubierta a través de Instagram, aceptó ir a Nueva York, donde le cambiaron el look, que llamó la atención de Hedi Slimane. El apóstol de la estética garajera chic le echó el ojo en 2015 y ese mismo año la contrató en exclusiva para desfilar para Saint Laurent en la que iba a ser su primera temporada en la pasarela. «Antes de eso –admite–, no pasaba nada con mi carrera. Pero conocer a Hedi fue increíble. Cuando me dijeron que me quería en exclusiva me puse a llorar. Él es un verdadero artista. Su visión trasciende la moda». La modelo tiene una apuesta clara para el futuro de su mentor: «Me gustaría verle al frente de Chanel como heredero de Karl Lagerfeld. Allí se vería todo su talento».

Vestido de encaje de SAINT LAURENT BY ANTHONY VACCARELLO (2.490 €) y choker de Eugenio Ampudia y Galería Max Estrella para GRASSY (c. p. v.).
Vestido de encaje de SAINT LAURENT BY ANTHONY VACCARELLO (2.490 €) y choker de Eugenio Ampudia y Galería Max Estrella para GRASSY (c. p. v.).Kristian Schuller

Jonkman nació en Frisia, una provincia rural al noroeste de los Países Bajos, en una órbita distinta a la que habita en el universo de la moda. «Siempre que vuelvo por allí la gente mira inevitablemente mi ropa y me pregunta ‘¿por qué eres tan delgada?’, ‘¿cuánto pesas?’ Resulta un poco raro. Para ellos, ser modelo no parece una cosa muy real», confiesa. El año pasado, el despegue meteórico de su carrera, la llevó a vivir en Nueva York, pero ahora está feliz de haber vuelto a su país, y no lo disimula. «Vivo en el centro de Ámsterdam, en el sitio más bonito del mundo. Últimamente, estamos teniendo muy buen tiempo en la ciudad y cada día vienen un montón de amigos a mi casa, que tiene unos ventanales enormes. Los abrimos y nos ponemos a tomar el sol, a beber y charlar. Ni siquiera me apetece ir a bailar a los clubs, ya he hecho eso, ahora estoy feliz quedándome en casa o sentándome en las terrazas de los bares», se entusiasma. Entre esos amigos, por cierto, hay diseñadores, estilistas, estudiantes… pero no modelos. «Odio a las modelos. De la profesión, solo me caen bien los chicos. Ellas siempre están hablando de trabajo. Se vuelve todo demasiado competitivo».

Vestido de tul y encaje de ALBERTA FERRETTI (2.050 €).
Vestido de tul y encaje de ALBERTA FERRETTI (2.050 €).Kristian Schuller

Aprecia el estilo de su ciudad de adopción: «Me parece que en Ámsterdam la gente no se esfuerza tanto por parecer cool como en Nueva York. Allí tienes que estar a la moda, llevar las marcas correctas, y resulta todo un poco más falso», dice. Aunque está encantada con las gasas, los estampados florales y los volantes que luce en las fotos de este reportaje, su armario personal tiene poco que ver con eso. «Ahora estoy llevando todos los días vaqueros o pantalones de jogging con algún jersey chulo y unas botas de la temporada pasada que no me quito por nada», explica. En los últimos meses, ha posado ante el objetivo de Mario Testino en una portada, trabajado con Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin en la campaña de Sephora y con Juergen Teller en la de Céline. También tiene en su currículo a Tim Walker, que la fotografió para Roberto Cavalli, y a Mert and Marcus, con los que colaboró para Dsquared2. ¿Falta alguien en su colección? «¡Steven Meisel! Soy fan. Siempre se lo digo a mi agente, que lo dejaría todo para trabajar con él».

Vestido bordado de plumeti de LOUIS VUITTON (c. p. v.), sandalias de satén con adornos de piedras y lentejuelas de PRADA (1.250 €) y anillos de SAN EDUARDO JOYEROS (c. p. v.).
Vestido bordado de plumeti de LOUIS VUITTON (c. p. v.), sandalias de satén con adornos de piedras y lentejuelas de PRADA (1.250 €) y anillos de SAN EDUARDO JOYEROS (c. p. v.).Kristian Schuller

Ya que Marjan Jonkman no se ve a sí misma como una modelo-modelo y debe su fama a un corte de pelo rompedor, se esperaría que sus referentes en la profesión fueran Linda Evangelista, Gia, Kate Moss… Pero no. Si se le pregunta por una maniquí que admire, menciona a su paisana Doutzen Kroes, con toda su melena californiana, sus posados en biquini y sus alas de Victoria’s Secret. «Ella proviene de la misma zona que yo y también vive en Ámsterdam. Admiro mucho cómo ha podido seguir trabajando y formado una familia a la vez».

Vestido bordado con aplicaciones de lentejuelas de ELISABETTA FRANCHI (1.094 €) y sortija con cabujón oval de piedra luna y piedras luna naranja montadas en oro de GRASSY (7.300 €).
Vestido bordado con aplicaciones de lentejuelas de ELISABETTA FRANCHI (1.094 €) y sortija con cabujón oval de piedra luna y piedras luna naranja montadas en oro de GRASSY (7.300 €).Kristian Schuller

Eso no quiere decir, sin embargo, que se vea así dentro de 10 años, una pregunta que nunca sabe cómo responder. «No sé si seguiré en esto. De momento quiero involucrarme en una ONG que lleva a cabo proyectos relacionados con la infancia en África. Me gustaría devolver a la sociedad algo de lo que me ha dado», dice.

Vestido de tul con mangas de campana plisadas en capas de GUCCI (c. p. v.).
Vestido de tul con mangas de campana plisadas en capas de GUCCI (c. p. v.).Kristian Schuller
Vestido de tul de GIORGIO ARMANI (4.650 €), sandalias de PRADA (1.250 €) y anillos de SAN EDUARDO JOYEROS (c. p. v.).
Vestido de tul de GIORGIO ARMANI (4.650 €), sandalias de PRADA (1.250 €) y anillos de SAN EDUARDO JOYEROS (c. p. v.).Kristian Schuller

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