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Barbacoa, birras y bebés: así son las ‘baby shower’ masculinas

Las ‘dadchelor parties’ son la nueva tendencia en fiestas preparentales y su búsqueda se ha multiplicado en la red. Te contamos en qué consisten.

cover dachelor
Instagram

Las baby showers (que no es otra cosa que una fiesta para celebrar el nacimiento de un nuevo bebé por mucho que nos empeñemos en darle misterio usando el anglicismo) han arraigado con fuerza en nuestro país durante los últimos años. Pero celebrar la llegada del pequeño con familia y amigos, rodeados de globos, tonos pastel y cupcakes de vainilla es una opción tan dulce que puede acabar convirtiéndose en indigesta. Seamos sinceros, sorprenderse cada cinco minutos al recibir los esperados pañales, biberones o peluches cansa a cualquiera. Además, el padre de la criatura o queda fuera del cotarro o se convierte en un convidado de piedra, cuya primordial función es la de controlar que todas las invitadas hayan probado ya la brocheta de piña, sandía y mango. Los mismos que inventaron las baby showers llegan ahora con un antídoto. Las pandillas norteamericanas, siempre inspiradas en lo que a nuevas fiestas se refiere, han puesto de moda una nueva versión para los padres y sus colegas.

Las dadchelor parties (juego de palabras entre ‘padre’ y ‘soltero’) han visto como en apenas un año su búsqueda se incrementaba más de un 150% en Pinterest. Aunque ya existen diferentes alternativas, estas reuniones son una especie de despedidas de soltero light: con suministros industriales de carne y cerveza, visitas a algún evento deportivo y disfraces de bebé o de padre ‘viejuno’. “Es una buena excusa para congregar a todos los amigos antes de que mi disponibilidad sea más limitada”, confesó un anfitrión a Mashable. Aunque existe el riesgo de reforzar algunos estereotipos sexistas, a buen seguro serán muchas las futuras madres que prefieran este tipo de celebración a las sosegadas veladas alrededor de una fondue mientras suena lo último de Adele.

Los seguidores de esta iniciativa indican que es positivo festejar la paternidad y que tienen el mismo derecho a hacerlo que las madres, ya que no hace falta decir que tener un hijo es cosa de dos. Y aunque resulta obvia (por fin) la incuestionable responsabilidad del hombre en el crecimiento de sus hijos, también señalan estos encuentros como una oportunidad para el padre de ser consciente de su próximo papel. Ya que la asimilación del total compromiso que requiere la transición a un nuevo período vital nunca será algo exclusivo de las mujeres, pese a que ellos no les den patadas desde dentro de su barriga. Y nosotros nos preguntamos, ¿cuántas excusas necesitan los americanos para legitimar el liarse de cañas?

La experta en paternidad Elissa Strauss señala que un aspecto loable de estas fiestas es que están enfocadas al placer, en lugar de preparar al hombre para las responsabilidades paternales. Es un contraste a las baby showers tradicionales en las que se discute demasiado sobre el desempeño venidero de la madre. “Si bien esas conversaciones sobre cómo vestirlo, los pañales y el entrenamiento del sueño son importantes, también pueden percibirse como el despertar de los sueños de libertad de la madre. Las embarazadas deberían tomar ejemplo de estos padres y convertirlo en una oportunidad para disfrutar y celebrarlo”.

Si de repente estas líneas os han animado a festejar la llegada de un nuevo bebé, ya seáis dadchelors o momchelors, os dejamos unas pautas para que las organicéis al auténtico estilo yankee:

Las invitaciones

La tendencia pasa por usar tipografías con detalles infantiles para tematizar el evento. Importante dejar claro el espíritu recreativo de la reunión para que no haya confusiones inoportunas y pueda presentarse algún despistado incómodo (¿alguien ha dicho suegra?).

El menú

Teniendo en cuenta que los padres pasarán algunos meses sin poder volver a disfrutar de una hora para comer tranquilos, y muchos más hasta poder compartirla con los amigos, cada bocado antes del nacimiento debe ser un homenaje. Y la fiesta no puede ser menos. Al otro lado del charco, prefieren ir a lo seguro y apuestan por la clásica barbacoa de hamburguesas y perritos. ¿Quién puede ponerle un pero?

La tarta

Al igual que las invitaciones, se agradece un motivo infantil-festivo. Pero la fiebre por la personalización está alcanzando en los últimos años tal nivel de realismo que las hace poco apetitosas. Un consejo: por muy graciosa que sea la tarta, el objetivo final es comérnosla y a nadie le gusta zamparse un niño, aunque sea de bizcocho. Cuidado con los diseños demasiado atrevidos.

El plan

No todo va a ser beber y comer. Lo que se suele hacer en estas jornadas es acudir a algún evento deportivo, un concierto o hacer una escapada rápida a una ciudad vecina. Y no, por mucho que te insistan, no hace falta que te pongas los pañales.

El grupo

Aunque pueda parecer una despedida de soltero, no lo es. El objetivo de la dadchelor party es festejar la llegada de un bebé y la entrada en la etapa de la paternidad, con todo lo que eso conlleva. Por lo tanto, solo deberías invitar a aquellos que sabes que van a estar ahí en los momentos de flaqueza y ser una cara conocida para tu hijo. Vamos, el círculo de amigos más cercano. Y pásalo bien, lo mejor que puedas. Pero no olvides que al día siguiente quedará un día menos para tener el niño y tu pareja te necesita. Ponte las pilas. Te hará falta.

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