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¿Estrellas o acosadores sexuales? La polémica se cierne sobre los favoritos al Oscar

A pocos meses de entregar el premio a Mejor Actor, salen a la luz acusaciones contra dos favoritos: Casey Affleck y Nate Parker. La Academia tendrá que decidir si premia a un denunciado por acoso y a un absuelto por violación cuya supuesta víctima se suicidó.

Amanda White es productora. En 2008 fue contratada por el actor y director Casey Affleck, hermano pequeño de Ben y con quien había trabajado antes, para embarcarse en su próxima y muy experimental película documental. I´m still here era ese curioso engendro que intentaba mostrar la decadencia pública del actor ganador de un Oscar Joaquin Phoenix. El rodaje supuso un infierno tanto para White como para Magdalena Gorka, la directora de fotografía. Ambas fueron supuestas víctimas de acoso sexual por parte de Casey Affleck y de otros miembros del equipo. En 2016, Affleck es el brillante protagonista de Manchester by the sea, un drama independiente que se ha ganado el elogio unánime de la crítica y que parte como gran contendiente para los próximos Oscar. La nominación del intérprete a mejor actor parecía segura hasta que webs como The Daily Beast se han hecho eco de las acusaciones en su contra. Su caso se une al de Nate Parker, director, guionista y protagonista de El nacimiento de una nación, otro favorito para los premios hasta que se hizo pública una demanda por la presunta violación de una compañera de universidad que acabó suicidándose. La industria hollywoodiense se divide ahora en un debate ético, ¿se debe premiar a hombres con tales antecedentes?

Bajarse los pantalones y enseñarle el pene, referirse a las mujeres como “vacas” y cuestionar la estabilidad de su vida personal al enterarse de su edad “porque ya es hora de que te quedes embarazada”. Éstas son solo algunas agresiones verbales que Casey Affleck infringió a su productora Amanda White, según lo alegado por ella. El actor también intentó tener relaciones sexuales, zarandeándola agresivamente cuando esta se negó. Supuestamente, le escribió mensajes insultándola y en una ocasión no pudo regresar a su habitación del hotel a descansar, ya que Casey Affleck y Joaquin Phoenix estaban teniendo sexo allí con dos mujeres al mismo tiempo. Por si fuera poco, Casey Affleck estaba casado por aquel entonces con la hermana de Phoenix, Summer, y tenían dos hijos.

Pero White no fue la única mujer que asegura haber sufrido el acoso del director durante el rodaje del documental. Para Magdalena Gorka, directora de fotografía, trabajar con Affleck supuso “la experiencia más traumática de su carrera”. En una ocasión en la que la grabación se extendió demasiado, Affleck y Phoenix decidieron ahorrarse el gasto de un hotel y permitir a todo el equipo dormir en su propio apartamento. Joaquin Phoenix cedió su habitación a Gorka, que por aquel entonces era la única mujer en la producción. La directora de fotografía ha relatado que despertó en mitad de la noche y Affleck estaba tumbado junto a ella, llevando solo una camiseta y los calzoncillos. Tan cerca que podía percibir su aliento a alcohol. Cuando Gorka obligó a levantarse de la cama a su por entonces jefe, este se marchó furioso golpeando la puerta. Al día siguiente, ella abandonó el proyecto. Esta es la escena más violenta que recoge su demanda pero no la única que ha descrito. Insultos, roces indeseados e insinuaciones sexuales de otros miembros del equipo, encorajinados por el propio Affleck.

En el plazo de una semana, White y Gorka interpusieron sendas demandas millonarias (pueden leerse aquí y aquí) contra el actor, que también se negaba a reflejar su colaboración en los créditos de la película. White aseguraba que Affleck se vengó de ella denegándole el pago de sus honorarios por el trabajo de más de tres meses. Aunque el actor y cineasta rechazó tajantemente las acusaciones, llegó a un acuerdo económico con ambas mujeres para evitar el juicio y finalmente aparecieron acreditadas en la copia final del filme. El caso de Affleck se ha mantenido como un secreto entre la prensa especializada. Ahora que su nombre suena con fuerza para el Oscar a mejor actor, algunos medios han decidido publicar estos episodios. En la promoción de Manchester by the sea, en la que interpreta a un fontanero que tiene que regresar a su pueblo tras el fallecimiento de su hermano, el periodista Ramin Setoodeh de Variety ha sido el único hasta ahora en atreverse a preguntarle sobre ellos. “La gente puede decir lo que quiera. A veces no importa lo que respondas. Supongo que la gente piensa que si eres conocido, es perfectamente válido decir lo que les dé la gana. No entiendo por qué es así. Pero no debería, porque todo el mundo tiene vidas y familias”, alegó el intérprete.

Favoritos al Oscar 2017: Demandas de Magdalena Gorka y Amanda White contra Affleck.
Favoritos al Oscar 2017: Demandas de Magdalena Gorka y Amanda White contra Affleck.ABC News

La polémica con Casey Affleck se une ahora a la protagonizada por el que se suponía que iba a ser uno de sus grandes rivales para hacerse con la ansiada estatuilla. Hace solo unos meses, Nate Parker era la gran esperanza del cine afroamericano con una historia sobre el levantamiento de varios esclavos en el Estados Unidos sureño. Su película El nacimiento de una nación se había vendido por una cantidad récord en Sundance, la crítica se deshacía en elogios y era candidata a acabar con el predominio blanco que tanta polémica levantó en la pasada edición de los Oscar. A día de hoy, es el gran repudiado de la meca del cine. Cuando Parker alcanzaba su mayor cuota de reconocimiento, los medios se hicieron eco de un gravísimo suceso de su pasado. En 1999, un amigo y él fueron acusados de violación por una compañera de universidad que acabó suicidándose. El actor fue absuelto y su amigo, en la fase de apelación, también.

La joven afirmó que Parker y su compañero Jean Celestin habían mantenido relaciones sexuales contra su voluntad, encontrándose ella inconsciente debido a los efectos del alcohol. A la mañana siguiente, la víctima se personó en la enfermería con dificultades para caminar, presentando severas inflamaciones abdominales y desgarros vaginales. Según The Daily Beast, el hecho de que la joven hubiera mantenido relaciones sexuales con Parker anteriormente, y la mezcla de alcohol y prozac, fueron los factores clave para la absolución de ambos. La víctima dejó la universidad y sufrió varios episodios de depresión, hasta que en 2012 terminó con su vida. Aunque Parker fue absuelto y sigue negando su culpabilidad, la sospecha sobre su verdadera implicación ha sido suficiente para eliminarlo de cualquier quiniela de nominados en la próxima temporada de premios. La gravedad de los hechos por los que se acusa a Parker es indudablemente mayor que la de Affleck pero, mientras que el actor afroamericano ha sido repudiado por buena parte de los estratos de la industria (hasta compañeros como Jessica Chastain), el comportamiento del hermanísimo de Ben ha evitado el escrutinio. Su nombre sigue copando entre los favoritos. Ni Parker es blanco, ni Parker es familiar de un hombre tan influyente en Hollywood como Ben Affleck.

Conforme se acerca la gala del próximo 26 de febrero, las campañas de difamación salen hasta de debajo de la alfombra. El año pasado lo sufrió el filme Selma, en lo concerniente a la veracidad de los hechos narrados en el biopic de Martin Luther King. También La noche más oscura, que llevó a su guionista a tener que declarar ante el Senado por contar con información clasificada. Más allá de buscar las supuestas manos negras que sacan a la luz estos casos, una vez más los académicos se enfrentan al dilema de valorar o no este tipo de acusaciones a la hora de premiar por un trabajo artístico a un sujeto. Los casos de Affleck y Parker llaman la atención por coincidir en el tiempo pero no son situaciones nuevas. El más reciente, el de Johnny Depp, no parece haber afectado a su carrera confirmando su participación en proyectos tan importantes como la secuela de Animales fantásticos y dónde encontrarlos y el remake de Asesinato en el Orient Express con Penélope Cruz. Nombres tan importantes como Woody Allen (Midnight in Paris) o Roman Polanski (El pianista) también han sido premiados con un Oscar después de haberse enfrentado a acusaciones similares. Ninguno de los dos fue a recogerlo, por lo que los allí presentes se evitaron el trance de aplaudirles delante de millones de espectadores. El elemento estético parece ser en estos casos más importante que el ético. Como la mujer del César, las estrellas en Hollywood no solo deben ser honradas, sino también parecerlo. Veremos si los dos actores terminan por pisar la alfombra roja del Dolby Theatre.

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