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La metamorfosis de Miley Cyrus: de ‘rompeinfancias’ a chica Woody Allen

La actriz y cantante retoma su carrera apartada del escándalo que la ha acompañado los últimos años. Es jurado de ‘La Voz USA’ y en unos días estrena la primera serie del cineasta neoyorquino.

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Cordon Press

Septiembre, 2007: Una adolescente de 15 años triunfa en la nueva serie de Disney Channel. Su gestualidad exagerada y una inabarcable sonrisa la convierten en la candidata perfecta para encandilar a millones de niños en todo el mundo. Da comienzo su primera gira, Best of both worlds, con los Jonas Brothers como teloneros.
Septiembre, 2013: La niña ya es adulta (o eso intenta aparentar). Su actuación en los MTV Music Awards, acompañada de decenas de bailarines enfundados en disfraces de osos de peluche, se convirtió en la más polémica en años. Todo el mundo habla de ella después de verla contorsionar su trasero junto a la pelvis de su partenaire Robin Thicke al ritmo del éxito Blurred Lines. Twerking lo llaman. Oxford incluye el término en su diccionario.
Septiembre, 2016: Tras un tiempo de descanso, la misma joven vuelve a pisar una alfombra roja. Esta vez evita posar por motivos ideológicos. Presenta la nueva temporada de La Voz, donde debuta como coach. Días después la veremos retomar el género de ficción en Crisis en seis escenas, de Woody Allen.

A sus 23 años, estas tres etapas otoñales resumen los momentos claves de la dilatada carrera de Miley Cyrus en la industria del espectáculo. De niña prodigio a polémica estrella de la música pop y ahora, protagonista de la primera incursión televisiva de Allen. Una transformación que ríete tú de Kafka. Como ya hicieron otras antes que ella, Cyrus está decidida a tomar el estrellato por abrasión, demostrando la pronta madurez producida por su frenética adolescencia. Por eso busca encandilar ahora al público que nunca se la tomó en serio, girando sillas en La Voz, dando la réplica a Woody Allen y entonando versiones de Cohen y Dylan en sus apariciones en los programas nocturnos americanos. Compañeros de TMZ, ya podéis dejar de hacer guardia frente a su casa.

Para Miley, ‘the dog days are over’.
Para Miley, ‘the dog days are over’.Getty (Getty Images)

Discretas, elegantes, neuróticas, románticas, sutiles, atractivas, delicadas, pasionales… Podríamos listar muchos adjetivos para definir al centenar de personajes femeninos desplegados en las películas del realizador neoyorquino. Unos perfiles tan distintos como similares, dado que si nos referimos al concepto ‘chica Woody Allen’, podemos confeccionar una imagen colectiva y unánime bien definida. Desde las Mia Farrow, Diane Keaton o Dianne Wiest, a las más recientes Scarlett Johansson, Emma Stone y Cate Blanchett. Nadie pensaría que en el asiento de copiloto del octogenario cineasta hubiera hueco para la exhibicionista Miley Cyrus. Estábamos equivocados. “Es un placer trabajar con ella, no podía haber sido mejor. Mis niños solían ver esa serie infantil tonta que protagonizaba [Hannah Montana]. Yo pasaba por delante y pensaba: ‘¿Quién es esa chica?’. Tiene una gran vis cómica. Es maravillosa. Años después, se convirtió en una gran actriz y cantante, y pensé que sería perfecta para este papel. Me la jugué y la contraté. Ha superado mis mejores expectativas”, confesó Allen.

Cuando el director de Annie Hall, que no es precisamente lo que llamaríamos un entregado adulador, habla así de ti es que algo has hecho bien. Este 30 de septiembre podremos comprobar si su pasión tiene fundamento. La plataforma de streaming Amazon Video estrena Crisis en seis escenas, un recorrido por la década de los 60 que narra la historia de una familia conservadora de clase media. El papel de Cyrus, el de una inconformista (hippie y adicta a la marihuana) que choca con una sociedad estancada, sería también una definición atinada de su trayecto biográfico como artista en el siglo XXI. Una sensación confirmada por la propia Miley que reconoció haberse sentido muy cómoda por las muchas similitudes entre su personaje y ella misma. “Lo que me encanta de Woody es que nunca finge nada. Tengo el mayor de los respetos por los que de verdad son ellos mismos. El presupuesto solo va para el proyecto, no utiliza nada que sea un lujo o un gasto de dinero, eso me gusta mucho. Cada set debería ser así”, explicó Cyrus a la edición norteamericana de Vanity Fair, corroborando el flechazo (profesional, claro) surgido entre director y actriz.

https://www.youtube.com/watch?v=N1cV2zsIOj4

Ya sea por decisión personal o mercadotécnica, la carrera de Cyrus está en pleno cambio de rumbo. Bien podría fijarse en la evolución de otras celebridades como Madonna, que pasó de protagonizar a principios de los noventa un polémico álbum fotográfico de desnudos y publicar el explícito disco Erotica, a triunfar en el cine de lagrimones con Evita y la colección de baladas Something to remember. Justin Timberlake es otro ejemplo. De presentador del Club Disney con 12 años a ídolo teenager en ‘N Sync. Después, despegue de su carrera en solitario con la madre de todas las polémicas, el #freethenipple de Janet Jackson en la Superbowl. Para él, la madurez llegó rompiendo con el pop juvenil en el álbum FutureSex/LoveSounds y protagonizando el oscarizado filme La red social de David Fincher. O Lady Gaga, que escandalizó a medio globo con su debut en The Fame para relajarlo después con sus duetos junto a Tony Bennett y el papel en la serie American Horror Story, que le reportó un Globo de Oro a la mejor actriz. Todos siguen el mismo patrón: del escándalo musical a la madurez cinematográfica.

¿Tendrá el mismo éxito Cyrus con Crisis en seis escenas? Las expectativas no parecen ser muy altas ni para el propio Woody Allen que declaró que esperaba que “entretuviera a la gente, aunque no va a comenzar una nueva religión”. Pero si el rol de la joven se viera reconocido por los académicos, quizá podríamos quedarnos con las ganas de verla desfilar por la alfombra roja. Hace unos días, Cyrus anunció que no volvería a posar en ella. “Especialmente a las mujeres, nos gritan pidiéndonos que mandemos un beso. Y no me apetece hacerlo. Solo estamos ahí para que puedan hablar de nosotras, no quiero que la gente me juzgue por lo que llevo puesto”, alegó la actriz, en un puñetazo ideológico directo al estómago de la industria del espectáculo.

Las nuevas incorporaciones de ‘La Voz’, con el feminismo por bandera.
Las nuevas incorporaciones de ‘La Voz’, con el feminismo por bandera.NBC

El mes fantástico de Miley Cyrus se completa con su aterrizaje en la nueva temporada del talent show La Voz. Variety ha dicho de ella que en los pocos capítulos emitidos ha demostrado “clase, profesionalismo, intuición y personalidad”, formando un dúo verdaderamente poderoso con la otra coach recién llegada, Alicia Keys. A todos aquellos que esperaban una guerra de divas, se verán decepcionados por la alianza feminista que mantienen Cyrus y Alicia Keys, unidas en contra de la presión social que obliga a las mujeres a estar siempre perfectas. Una aparece recurrentemente con vello en las axilas; la otra graba el programa sin maquillar, a cara lavada.

La promoción de sus nuevos quehaceres es una prueba más de que la que fuera bola de demolición de los tabloides sensacionalistas, ha cambiado. Resulta llamativo que lo más escandaloso que hace en televisión la nueva Miley sea darle una lección de yoga a Jimmy Fallon y marcarse una estimable versión folk de Baby, I´m in the mood for you de Bob Dylan. En otra actuación en la NBC, nos volvió a dejar atónitos con una cover del I´m your man de Leonard Cohen. Palabras mayores que de momento, solo nos arrojan más dudas: ¿conseguirá que la tomen en serio como actriz?, ¿se animará con su propio álbum blanco experimental?, ¿dejará algún día de sacar la lengua a pasear en cada foto que le hagan? Porque eso, por mucho que haya cambiado, continúa haciéndolo. Hay vicios que jamás conseguimos quitarnos.

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