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Las fotos del año que cambió la vida (y la fama) de Bob Dylan

El libro ‘Daniel Kramer. Bob Dylan. A Year and a Day’ recupera la figura del músico a través de las fotografías que captaron su transformación en estrella del espectáculo.

Bob Dylan
Daniel Kramer / Cortesía Taschen.

Una sofisticada y a la vez misteriosa mujer vistiendo un traje de pantalón rojo reclinada en una chaise longue fumando un cigarrillo. En el otro extremo Bob Dylan, chaqueta negra y camisa blanca de rayas azules, sostiene entre sus manos un gato de raza persa mientras mira al objetivo de la cámara. Sobre el suelo y otros lugares del espacio interior diferentes objetos relacionados con su vida –atención a la portada de un disco de Françoise Hardy– y su música. Un halo nebuloso enmarca toda la composición. El fotógrafo Daniel Kramer creaba una de las portadas destinadas a convertirse en icono de la música popular de la década de los sesenta. “Deseaba hacer algo que fuese realmente especial porque estaba muy impresionado por lo que Bob Dylan estaba haciendo” confesó décadas después al periodista Howard Sounes para su biografía sobre el cantante: Bob Dylan. La biografía (Reservoir Books, Mondadori).

Portada del álbum ‘Bringing It All Back Home’.
Portada del álbum ‘Bringing It All Back Home’.Daniel Kramer / Cortesía Taschen

La fotografía pertenece al álbum Bringing It All Back Home que apareció en marzo de 1965 transformándose en el álbum más popular del cantautor editado hasta aquel momento. Entre 1964 y 1965 Daniel Kramer, un fotógrafo que trataba de abrirse camino profesional pasó a formar parte del círculo personal de Dylan, un periodo decisivo en el que músico atravesó diferentes estancias musicales abrazando sonidos eléctricos e insurgentes –para escándalo de las almas puristas del folk–, crea algunas de sus canciones más enérgicas con pasaporte a la inmortalidad, y reparte sus afectos, unos terminales y otros nacientes, entre Suze Rotolo, Joan Baez y Sara Lownds, la mujer con la que finalmente compartió su corazón y madre de sus hijos. Ese Dylan que intenta desembarazarse de su estatus, “El Sumo Profeta de la Protesta” que ha acabado pesando como una losa –entre otras etiquetas– en medio del maremágnum de la década de los sesenta, Guerra de Vietnam, combate por los derechos civiles, revueltas estudiantiles, drogas, etc. Tal y como recordó en sus Crónicas (Global Rhythm, 2005) medio siglo después: “La fama me había estallado en la cara y pesaba como una losa sobre mí”.

Fotografía de Bob Dylan en los estudios de Columbia Records de Nueva York durante la grabación del álbum ‘Bringing It All Back Home’. Primeras imágenes de Dylan con una guitarra eléctrica.
Fotografía de Bob Dylan en los estudios de Columbia Records de Nueva York durante la grabación del álbum ‘Bringing It All Back Home’. Primeras imágenes de Dylan con una guitarra eléctrica.Daniel Kramer / Cortesía Taschen

Testigo de primea línea de este Dylan en transición, el joven cantautor folk que se transforma en el dandy beat de la nueva canción de acento lírico, es el fotógrafo Daniel Kramer, que sigue al cantante en sus giras, registra en exclusiva sus sesiones de grabación y tiene vía libre, fuera y dentro de la escena, para captar el ‘planeta Dylan’ que se abre ante sus ojos. Entre 1964 y 1965, Kramer fotografía casi en exclusiva al músico, creando uno de los álbumes gráficos más reveladores del autor de Blowin in the Wind. Una buena parte de las fotografías salieron a la luz por primera vez en 1967 convirtiéndose rápidamente en clásicos de los álbumes de rock. Ahora, casi medio siglo después, vuelven a primera línea en Daniel Kramer. Bob Dylan. A Year and a Day (Taschen) con nuevo material hasta ahora inédito revelando ese momento de choque –a manera de placas tectónicas– entre un joven músico y su potencial creativo.

Kramer todavía tendrá tiempo de hacer la portada del álbum Highway 61 Revisited con el que Dylan saltó definitivamente –empezando por la duración de las canciones– todas las líneas rojas mostrando su independencia creativa para gozo de unos y escándalo de otros en medio de conciertos y polémicas. El tema que encabeza el álbum, Like a Rolling Stone señala uno de los Everest musicales del cantante. Sólo un año después el cantante sufrió un accidente de moto retirándose de la vida pública. Se cerraba así una etapa en ese puzle creativo que formó su obra musical. La del artista decidido a atravesar y reiventar todos los procesos artísticos que le han ido saliendo a lo largo de su su itinerario. Como decía uno de los protagonistas del sorprendente biopic sobre el cantante I’m Not There, realizado por Todd Haynes, “las canciones de Bob Dylan tienen el don de caminar solas”. Desde hace más de medio siglo.

Bob Dylan en un momento de la prueba de sonido de su concierto en el estadio Forest Hills. Nueva York. 28 de agosto de 1965.
Bob Dylan en un momento de la prueba de sonido de su concierto en el estadio Forest Hills. Nueva York. 28 de agosto de 1965.Daniel Kramer / Cortesía Taschen
Bob Dylan relajándose en un salón de billar en Kingston. Nueva York. 1964.
Bob Dylan relajándose en un salón de billar en Kingston. Nueva York. 1964.Daniel Kramer / Cortesía Taschen
Imagen del libro ‘A Year and and Day’.
Imagen del libro ‘A Year and and Day’.Daniel Kramer / Cortesía Taschen
Bon Dylan en la Quinta Avenida de Nueva York junto con Peter Yarrown (de Peter, Paul and Mary) y el guitarrista John Hammond Jr.
Bon Dylan en la Quinta Avenida de Nueva York junto con Peter Yarrown (de Peter, Paul and Mary) y el guitarrista John Hammond Jr.Daniel Kramer / Cortesía Taschen
Bob Dylan y Joan Baez cantando en el Lincoln Center de Nueva York.
Bob Dylan y Joan Baez cantando en el Lincoln Center de Nueva York.Daniel Kramer / Cortesía Taschen

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