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En el apartamento privado de Donatella Versace

Donatella Versace abre a S Moda, en exclusiva, las puertas del apartamento privado que tiene la casa italiana en su palacio histórico de Milán. Un viaje al corazón de un imperio que perpetúa el mito de la mujer más deseada.

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Donatella es la representación moderna de la Medusa, término que en griego antiguo significa «protectora», «guardiana». Ella lleva 19 años defendiendo la casa que fundó su hermano, Gianni, en 1978. «Este palacio es parte de Versace y Versace es mi vida», explica a S Moda en exclusiva desde Milán. «Este espacio refleja mis emociones. Cada rincón habla de quién soy. Es un lugar en el que mis sentimientos perduran», revela. Y por un momento el esplendor barroco de estos salones –que delatan su fascinación por el arte clásico y la arquitectura– se torna casi intimista. Pero pronto reaparece su coraza, en forma de acelerador de pensamientos. Hace tiempo que decidió no dar al botón de rebobinar. «El pasado me aburre», asegura. «Me obsesiona el futuro. Versace es mucho más que una marca para mí. Es mi familia, mi ADN. La tradición corre por mis venas. Pero mi deseo es coger esa herencia y reinventarla».

«Me gustan los cambios», insiste. Aunque su perfecto uniforme –de melena rubio platino, silueta ceñida y tacones vertiginosos– parece resistirse a seguir el dictado de sus palabras. «¿Por qué pretender que todo siga igual? Prefiero seguir el ritmo que impone esta industria. La moda es transformación, es mirar hacia delante, y debes hacerlo rápido. Romper las reglas cada día. No tiene sentido seguir anclado en un modelo obsoleto. Trabajamos en moda, nosotros somos los que tenemos que propiciar el cambio». Son muchas las firmas que hoy proclaman la necesidad (económica y social) de derribar la fachada de elitismo para acercarse a la calle. «¿Por qué debería una maison encerrarse en su burbuja?», pregunta. «Yo quiero que cualquier persona pueda formar parte de este circuito… y del mundo Versace. ¡Abajo el antiguo sistema! Tenemos que sacarnos de encima el viejo esnobismo, trabajar unidos, apoyarnos los unos a los otros y hacer de este negocio una auténtica comunidad global», defiende.

Foto: Nuria Rius.
Detalle de una de las alas del apartamento que tiene Versace en la primera planta de su palacio histórico en Via Gesù, 12, Milán. Foto: Nuria Rius.

La fuerza dentro de ese competitivo circuito se mide por la repercusión mediática. «La medusa es muy importante para mi marca y para mi familia. Es uno de los logos más reconocibles del mundo. Me fascina cómo expresa las complejidades y las pasiones humanas, mejor incluso que las palabras. Para mí, simboliza valentía, poder, fuerza y coraje. El logo es fundamental; y cuando tienes uno tan poderoso, ¿por qué deberías avergonzarte?», dice con orgullo. «Pero una marca no es solo eso. El corte tiene que ser increíble; la silueta, fresca; y las ideas, provocadoras».

El mito de la belleza subyugadora

La casa que fundó Gianni «forma parte de la cultura pop», recuerda Donatella. Nicki Minaj, Jay Z, Lil’ Kim, Eminem… Versace es la segunda marca de lujo más mencionada en canciones de hip hop (según datos de 1995 a 2015). «Siempre me he dejado contagiar por la música, para recargar energía, para inspirarme y para no perder de vista lo que sucede en la calle. Me gusta ser yo quien elige los temas que suenan en la pasarela y las bandas que tocan en nuestros eventos. Necesito ponerla a todo volumen allí donde estoy. En mi oficina, en mi casa, en el estudio, en el coche. Acabaríamos antes si me preguntaras cuándo no escucho música, que es cuando estoy durmiendo. Beth Ditto/Gossip, Nine Inch Nails, The Rolling Stones y 1975… Podría seguir».

Foto: Nuria Rius.
Las modelos llevan looks de la colección primavera-verano 2016 de Versace. Foto: Nuria Rius.

«Abrí mi último desfile con Transition, una canción del productor DJ Violet que fue grabada para el Día Internacional de la Mujer. El mensaje me parecía inspirador y encajaba con la actitud positiva de la colección. ¿Las mujeres poderosas aún dejan de piedra a los hombres?», pregunta Donatella. En la mitología griega, eso es lo que hacía Medusa con aquellos que la miraban fijamente a los ojos. Pues bien, la versión contemporánea del cuento es muy distinta: «Yo creo que hoy las féminas poderosas hacen lo que quieren y les da igual lo que opinen ellos».

La carga sexual se percibe en cada costura. «¡Existen tantas definiciones de lo que es sexy! La personalidad de una mujer puede ser sexy, su fuerza, su determinación. También su cuerpo, claro, con lo que decide mostrar u ocultar. Siempre hemos jugado con el género, pero a nuestra manera. Nuestros trajes crean la perfecta silueta V masculina, de hombros anchos y torso modelado. Aquí no hay ambigüedades. Pero la sociedad ha cambiado; y mi visión también. Hoy ellos tienen más libertad para expresarse y ser fieles a sí mismos».

Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.

El discurso femenino de la moda

«La casa Versace ha sido clave en mi carrera. Fue Gianni quien me llamó para fotografiar a Madonna para la campaña Couture de 1995 y publicó el anuncio con el titular “Versace presenta a Madonna por Testino”. Era la primera vez que me llamaban por mi apellido, un gesto que siempre creí que estaba reservado para los grandes de la fotografía como Avedon, Newton, Penn… Versace es parte de mi historia. En Donatella veo a alguien que sabe cómo fortalecer e impulsar la marca», cuenta Mario Testino a S Moda. Temporada tras temporada, ella siente la necesidad de buscar en su interior la fuerza y la confianza imprescindibles para seguir avanzando.

Como directora creativa, reivindica que su deber es alzar la voz por las mujeres. «Versace siempre ha luchado por el empoderamiento femenino, ayudándonos a que nos sintamos fuertes y orgullosas», dice. «Como cualquier fémina, me enfrento a conjeturas sobre quién soy y qué puedo hacer. Nosotras tenemos que luchar para que se escuche nuestra voz y demostrar lo que valemos más que ellos. Hoy podemos ser lo que queremos: yo soy directora artística, empresaria, madre, activista y amiga. En el siglo XX, ser mujer en el mundo de la moda era más difícil. Y no me refiero solo a ser diseñadora. Hoy hay féminas en cargos de responsabilidad: directoras ejecutivas… Hay mucho por hacer, pero ya se han dado los primeros pasos».

Foto: Nuria Rius.
En el ala privada, se encuentran las habitaciones, que acogen a amigos de la casa e invitados ilustres. Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
La modelo aparece en la biblioteca, especializada en libros coffee table de arte, moda, fotografía, viajes… Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
Foto: Nuria Rius.
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