_
_
_
_
_

«La gente piensa que soy débil. Pero podría pelear con cualquier hombre»

Un inesperado coqueteo con la moda ha llevado a Amy Adams a presentar su cuarta campaña con Max Mara. La firma italiana se ha inspirado en la actriz para crear el A Bag, un bolso cálido y versátil que, sin embargo, emana fuerza.

cover

Amy Adams suele contar que hubo un tiempo en el que nadie creía que fuera capaz de interpretar más que a princesas y féminas vulnerables. La culpa la tuvieron sus primeros éxitos en el cine, Junebug (2005) y Encantada (2007). Su voz dulce, su piel de porcelana y su gesto, siempre cándido, despertaban escepticismo. Pero entonces llegaron David O. Russell, Paul Thomas Anderson y Spike Jonze para ofrecerle papeles que demostraban su versatilidad (The Fighter, La gran estafa americana, The Master, Her) y resaltaban su elegancia. Y también llegó Max Mara para asociarse con ella, precisamente, por ser «una mujer femenina y segura» en un mundo que no suele vincular estos adjetivos de forma habitual.

La campaña primavera-verano 2016, fotografiada por Mario Sorrenti, es la cuarta colaboración entre Amy Adams y la firma que dio sentido al Made in Italy. La más larga que ha vivido Max Mara y la «única» que podría tener la intérprete de 41 años nacida en Italia, asegura, por lo bien que ha encajado con sus valores, su visión de la mujer moderna y su idea de la moda. Para celebrarlo, inspirada en Adams, la marca ha creado el A Bag, un bolso rectangular tan polivalente como ella. Sentada en una suite del hotel Mandarin de Nueva York, con vistas al río Hudson, la actriz tiene a su lado uno de estos accesorios en color rosa maquillaje y el interior en borgoña, el que ella eligió, y del que se pondrá a la venta una edición limitada de 300 piezas numeradas (por unos 1.189 euros).

Es la primera vez que Max Mara crea un complemento con alguien en mente. ¿Cómo surgió? ¿Y por qué escogió este tono para un bolso inspirado en usted?

Trabajar con ellos ha sido siempre muy fácil. Cuando estábamos preparando la campaña, hicimos toda una serie en este color y, simplemente, me enamoré de él. Es muy personal y ultrafemenino. Me atrajo mucho porque, aunque decidas que no vas a usar un bolso negro u oscuro, siempre quieres que tu accesorio sea adaptable a cualquier situación, y este tono rosa maquillaje lo es.

¿Qué significa ser femenina hoy?

Creo que es diferente para cada persona. Y eso es lo interesante: que cada una pueda tener su propia forma de expresarlo y que nadie pueda dictar lo que significa. Hay mujeres muy fuertes que lo son, y otras que toman roles tradicionalmente asumidos por hombres y aun así conservan un gran halo de feminidad. Eso es lo maravilloso.

Pero a veces se utiliza este adjetivo de forma peyorativa. Usted lo ha sufrido en su piel a largo de su carrera.

Sí, se me ha visto como una persona débil solamente por mostrarme femenina, pero puedo garantizarte que eso no es verdad, en absoluto. Soy capaz de pelearme con todos los hombres que me pongas delante, puedo entablar acalorados debates con ellos. Pero no querría, por nada del mundo, ser uno de ellos.

Incluso aunque a veces la vida sea más difícil.

Ser mujer donde vivo y con la profesión que tengo implica asumir grandes retos, pero hay otras personas ahí fuera que están peleando en batallas mucho más duras y que encima no disponen de una tribuna como yo para poder contárselo a la sociedad. Últimamente pienso mucho en ello. Cada vez son más las féminas que están tomando posiciones sobre distintos temas. Yo no he querido hablar hasta que no fuera el momento, pero ahora he decidido que debo encontrar una plataforma para dar voz a esas mujeres que no disfrutan de mis mismas oportunidades. En mi caso, puedo elegir y decidir si acepto o no un proyecto. Pero hay muchas chicas que carecen de esa posibilidad, que no tienen la opción de alejarse de la represión. Por eso, todas las que estamos en la posición de reivindicar públicamente las injusticias debemos hacerlo. No necesito tanto hablar de mí como ser la portavoz de otras. Creo que tengo esa obligación.

Jennifer Lawrence, su compañera de reparto en La gran estafa americana, ya ha comenzado a posicionarse y ha denunciado la diferencia salarial entre hombres y mujeres en Hollywood.

Lo que más me gustó de su declaración no es que hablara de dinero, sino que hablara de ella misma y de su preocupación. Lo importante es que podamos expresarnos libremente. Por muy delicado y confuso que sea el tema, debemos hacerlo. Y más en esta era, donde las redes sociales nos permiten propagar nuestro mensaje mostrando nuestra individualidad. Estoy muy orgullosa de Jennifer por haber decidido hablar y por hacerlo cuando ella creyó que era el momento adecuado. Es alguien que está marcando el camino para mi hija y para muchos jóvenes. Así que esperemos que continúe dando ejemplo.

Otra de las cosas que Lawrence dijo es que iba a dejar de ser «simpática» con todo el mundo, porque la gente se aprovechaba de ello. ¿Le ha pasado a usted?

Es una declaración curiosa, pero en mi caso nunca he sentido que tuviera que comportarme de una forma determinada para complacer a alguien, actúo de una manera concreta para ser yo y punto. Como decía, me gusta ser una mujer femenina y me importa especialmente tratar bien a las personas. Pero que sea agradable no tiene nada que ver con la percepción que quiero que tenga otro de mí, sino con la que deseo tener yo de mí misma. Y a veces fracaso, claro que fracaso, todos lo hacemos. Cuando eso ocurre, mi simpatía desaparece, te lo puedo garantizar [risas]. Puedo ser muy antipática a veces. En cualquier caso, tengo muchas ganas de seguir a Jennifer y ver lo que puede hacer y decir en el futuro. Así como a Emma Watson, quien ha realizado un enorme trabajo como rostro de la campaña HeForShe. Definitivamente, hay muchas jóvenes que han decidido pronunciarse y luchar. Y creo que para mí se acerca la ocasión también. Cuando encuentre la persona o el lugar oportuno, actuaré.

Su colaboración con Max Mara es otra forma de expresarse. ¿Con qué valores se identifica para llevar ya cuatro años trabajando con la familia Maramotti?

Una de las cosas que más me atrae es cuánto Max Mara valora y ama a las mujeres. Las apoya en el cine y en las artes. Celebra a las féminas poderosas, artísticas y creativas. Me seduce también la forma en la que se acerca a la moda, y, sobre todo, que hay dignidad en la manera en la que nos presentan.

Disfruta con la moda, pero ¿cómo lo lleva cuando se convierte en parte forzada de su trabajo?

Es gracioso, pues no me siento así con Max Mara; la veo como una colaboración muy orgánica. La ropa, los accesorios… Son tan parecidos a mí que no lo siento ajeno, no noto que sea un trabajo. Desde luego, resulta mucho más agradable que las alfombras rojas que, definitivamente, no son mi lugar favorito. Ojalá pudiera ser una de esas mujeres que de verdad se sienten más poderosas cuando caminan bajo los focos…ése no es mi caso. Pero, vamos, si eso es lo peor que me puede pasar, no voy a quejarme.

¿Y es cierto que se inventa personajes ficticios para evitar los nervios en esas ocasiones?

Antes lo hacía todo el rato, y creo que tengo que volver a ponerlo en práctica. Salir ahí fuera imaginando que soy Beyoncé subiendo a un escenario permite que todo sea mucho más llevadero. Me gustaba crear personajes porque me daba algo en lo que pensar que no fuera «Ojalá no me hubiera comido ese burrito anoche». Si te obsesionas mucho, puedes convertirte en alguien absurdo y empezar a creer que lo más importante en el mundo es si tu brazo ha engordado en los últimos días o no. Yo no soy así cuando no estoy en esos ambientes, así que no quiero comportarme de ese modo nunca.

Pero ¿siente que a veces tiene que vestirse de una forma determinada para mostrarse más poderosa, para imponer en esas situaciones?

A veces, para sentirme más segura, sí. Lo cierto es que toda esa parafernalia de las alfombras rojas no está diseñada precisamente para hacerte sentir segura. Aun así, intento pasármelo todo lo bien que puedo. En el fondo hablamos de moda, y está hecha para expresarse y divertirse. Procuro no tomarme estas ocasiones muy en serio. Además, es un placer enorme poder ir vestida de los diseñadores con los que colaboro. Max Mara incluso ha creado vestidos para mí.

¿Hay algún accesorio o prenda que la ayude a sentirse mejor?

Me gustan mucho los zapatos de tacón. Y probablemente me aporten seguridad. Pero no hay nada como un buen bolso para definir tu personalidad. Uso bolsos bonitos incluso si voy con ropa deportiva. No importa cómo vistas mientras lleves uno.

¿Recuerda cuál fue la primera prenda en la que invirtió?

Un par de zapatos de Manolo Blahnik, casi me quedé sin respiración cuando fui a pagarlos. Eran para una premier, mucho antes de tener la suerte de que me prestaran cosas para los estrenos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_